Ha sido largo el trayecto de imposiciones ad hoc o de juntas interinas por parte del pseudogobierno de Juan Guaidó para despojar y despedazar los activos externos de Venezuela, teniendo como consecuencia inmediata no sólo el robo del patrimonio público nacional, sino de esquemas de corrupción que tocan a figuras del entorno íntimo de Juan Guaidó.
Voceros de distinto nivel del antichavismo se han atacado públicamente debido a la fallida gestión de los activos robados, demostrando que no todos han recibido una porción del botín.
La polémica por las irregularidades del manejo de las empresas estatales venezolanas siempre ha estado presente en el antichavismo desde la inédita autoproclamación de Juan Guaidó.
Así lo hizo ver Humberto Calderón Berti a mediados de 2019 cuando fue desplazado por Guaidó, haciendo pública una carta en la que expresa su descontento con el manejo de la filial de Pequiven, Monómeros Colombo Venezolanos, alegando que los partidos políticos de la oposición “metieron la mano y metieron gente no calificada”.
Actualmente el escándalo continúa y esta vez de la mano de Patricia Poleo, quien dice estar dedicada en una investigación que arroja un sinfín de irregularidades, luego de revisar la “rendición de cuentas” de la falsa presidenta ad hoc de Monómeros, Carmen Elisa Hernández.
La dinámica de las sanciones en Monómeros
Venezuela es un país objetivo de un despliegue de operaciones de asedio y agresión en todos los frentes. En la esfera petrolera, principalmente, los ataques a la estatal empresa venezolana, PDVSA, y todo su parque industrial, han aumentado en agresividad y potencia destructiva.
En 2016, por ejemplo, el informe financiero de PDVSA demostraba que el país dejó de percibir 60,6% de sus ingresos petroleros en comparación con el año 2015.
Un año después se oficializa el bloqueo a Venezuela, con las “sanciones” adicionales contra PDVSA el 25 de agosto 2017, prohibiendo todas las operaciones relacionadas con la empresa, incluso la negociación de nuevas emisiones de deudas emitidas por el gobierno venezolano o por la estatal petrolera.
Se traen a colación estos datos porque en está investigación Poleo asoma las implicaciones de las “sanciones” estadounidenses contra Monómeros.
La periodista señala que los años previos a las “sanciones”, los saldos registrados por esta filial eran positivos y que en 2018 la empresa colombo-venezolana experimentó una pérdida de 17 mil 744 millones de dólares por las restricciones de las “sanciones” estadounidenses, debido a que el bloqueo estadounidense ha degradado la condición crediticia de PDVSA y sus filiales.
Ahora bien, la queja de esta periodista ícono del antichavismo radica en las pérdidas actuales que se siguen generando en comparación con el año 2018, cuando aún operaban las “sanciones”. A mediados de 2019, con el manejo del grupúsculo de Guaidó, y además, con la luz verde del gobierno estadounidense, Monómeros comenzó a operar con “normalidad”.
Es decir, sin sanciones ni restricciones a sus operaciones financieras o comerciales, Monómeros va en caída libre en manos del partido de Leopoldo López y Juan Guaidó.
Otra victoria de la gestión del Presidente @jguaido: OFAC otorgó licencia para operar sin restricciones a @monomeroscv.
Este activo recuperado en Colombia potencia su capacidad al servicio de los venezolanos. #UnNuevoLogroDelGobiernoLegitimo pic.twitter.com/Z5LKexcsWB— Humberto Calderón B. (@calderonberti) June 8, 2019
Para Poleo la rendición de cuentas de Hernández en la Asamblea Nacional en desacato fue “un show, no hubo rendición de cuentas, allí hubo un montón de disparates y mentiras” y ella se pregunta, bajo el contexto de lo que no preguntaron los diputados opositores:
“¿Por qué una empresa con la capacidad operativa al mismo nivel, sin sanciones impuestas, con el apoyo del gobierno colombiano y sus instituciones, están dando un margen de ganancia ínfimo con respecto a los balances de los años previos al 2018?”.
Otros detalles desastrosos
El destape de la olla de Poleo sigue en desarrollo. Sin embargo añadió, con base a lo dicho por Hernández, otras irregularidades:
- La cantidad abrupta de dinero que maneja la Fundación Monómeros (organización sin fines de lucro de la filial) no está clara, porque a los venezolanos que se encuentran en Colombia en condiciones de miseria, tal fundación no ha hecho lo propio.
- Un caso de una aeronave con aroma de narcotráfico. Según la periodista, una aeronave no tenía permisos de vuelo y que la directiva de Monómeros pagó con sobreprecio el contrato de esos servicios aéreos.
- Otra irregularidad con la empresa Grupo Merco, con la que prescindieron del contrato que debía terminar en 2021.
Aunado a esto, Monómeros sigue dando de qué hablar y en diferentes portales colombianos han publicado datos lamentables sobre el saqueo a la empresa, que abarcan hasta la venta como chatarra de maquinaria en buen estado y el gasto de los ahorros de la empresa. Toda una operación de desmantelamiento en las narices de Iván Duque.
Monómeros tiene cerca de la mitad del mercado de fertilizantes en Colombia. Así como Citgo, esta filial se agrega a la lista del plan de captura y robo de los activos para contribuir a largo plazo con el debilitamiento del estado-nación venezolano.