El cese de las operaciones de Directv Latin America en Venezuela, empresa que ofrece servicio de televisión satelital por suscripción, tras el anuncio de la transnacional estadounidense AT&T Inc. es otro elemento que se suma a la guerra multiforme que se aplica contra Venezuela.
Según un comunicado de la compañía ubicada en Texas, esta decisión se debe a discrepancias entre las sanciones impuestas por Estados Unidos contra los canales venezolanos Globovisión y PDVSA TV y las condiciones que se establecen para operar en el país latinoamericano.
De esta manera, con una explicación escueta, la empresa que operó por 24 años en el país dejaba inservible toda una infraestructura que implicaba antenas, cableado y decodificadores a cerca de 2 millones de hogares venezolanos.
Si bien la suspensión del servicio se aplicó este martes 19 de mayo, desde principios de este año esta acción se vislumbraba como una jugada política por parte del círculo del diputado Juan Guaidó contra el gobierno del presidente Nicolás Maduro.
Los primeros indicios para enfilar a Directv contra el supuesto “aparato propagandístico de la Revolución Bolivariana” se dieron a finales del año pasado, cuando el Departamento de Estado se reunió con directivos de AT&T en el marco de una maniobra de presión contra la compañía.
En primer término, según AP, estos encuentros buscaban forzar la aparición de varios canales que anteriormente Conatel había sacado de la parrilla por violar las leyes venezolanas al promover las violentas guarimbas de 2017.
La finalidad de que volvieran estos canales de marcada tendencia antichavista consistía en utilizarlos como Caballo de Troya contra la supuesta propaganda antiestadounidense, además de mellar el liderazgo de Maduro, tomando en cuenta el alcance que tenía la empresa de televisión satelital en comunidades y zonas populares de todo el país.
Covid-19 de contexto
En el contexto del Covid-19, se activó el aparato infomercenario contra Venezuela que proyectaba el desastre por venir ante la supuesta incapacidad del gobierno de Maduro para contener la pandemia.
Esta coyuntura también fue aprovechada por el diputado Juan Guaidó para tratar de mantener penosamente su imagen a través de un gobierno virtual que se fue desdibujando con el tiempo.
Esta narrativa no pudo ser sostenida en el tiempo en tanto que ese panorama apocalíptico nunca llegó. Las medidas tomadas a tiempo por el estado venezolano para mantener plana la curva de contagios hizo que este aparato buscara otros tópicos que pudieran ser flancos débiles para el país.
Desde que se detectaron los primeros contagios, en marzo, se impuso un cambio en la dinámica social y cultural en el país. Esto, entre otras cosas, implicaba la permanencia en los hogares y una vida más conectada a Internet.
Un ejemplo de ello fue asumir las actividades académicas desde casa usando como herramientas fundamentales el uso de la televisión e Internet.
Con esto, la televisión se volvió uno de los centros más importantes para las actividades formativas y recreativas.
La contención de la pandemia y el dominio del panorama mediático representaron una victoria ante la guerra que se intentó imponer desde el inicio.
Con la caricaturización de la figura de Guaidó, el gobierno venezolano se erigió como el único vocero confiable para informar sobre el avance del Covid-19 en el país.
Los efectos
Cualquier acontecimiento local o regional se ha visto como una oportunidad para atacar a Venezuela y mellar el vínculo entre el chavismo y la población. El actual contexto propiciado por el coronavirus no es una excepción.
Sacar del juego a la principal compañía que ofrece entretenimiento televisivo en los hogares en medio de una pandemia, apunta a quitarle proyección al gobierno venezolano y generar un impacto psicológico en la población.
En total, la cobertura de Directv representaba el 45% de todos los que venden este tipo de servicio, con la ventaja de llegar a cualquier rincón del país a diferencia de las otras cableras.
Hasta el momento, esta empresa era la única que mantenía informado a los sectores y barrios más remotos y de difícil acceso para otras empresas. Desde este martes 19, esa población queda aislada en este contexto de pandemia.
Como era de esperarse, Guaidó reapareció para tratar de capitalizar el momento ofreciendo “una solución” y para culpar al presidente Maduro de la decisión tomada por AT&T, sin lograr un efecto más allá de las interacciones en las redes sociales.
Hasta el momento los daños colaterales de esta jugada son incalculables. Lo que sí queda claro es que Estados Unidos está dispuesto a mover todas las piezas para arrinconar a Venezuela por todos los frentes posibles.