El Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU, por sus siglas en inglés) en 2015 creó una unidad que se encarga de los asesinatos políticos, dijo el exjefe del organismo, Valentin Nalyvaichenko, y varios oficiales de la 5ª Dirección de Contrainteligencia del organismo a The Economist.
En la entrevista con el semanario inglés, Nalyvaichenko confesó que los dirigentes ucranianos habían decidido que no bastaba con encarcelar a quienes discrepaban de Kiev sobre la autonomía de las regiones del Dombás: "Llegamos a regañadientes a la conclusión de que había que destruir a la gente", dijo, por lo que desde entonces han disparado, ahorcado y envenenado a todos quienes son considerados "colaboradores".
Según lo dicho por los oficiales, no todos los empleados de este departamento están contentos con lo que hacen. Uno de ellos, bajo condición de anonimato, detalló que las operaciones que llevaban a cabo pretendían impresionar al presidente Vladímir Zelenski, y no resolver ningún problema estratégico. También le preocupa que la campaña de asesinatos se guíe solo por el impulso de matar y no por defender lo que creen justo para el país.
Se cree que el presidente de Ucrania autoriza las operaciones más controvertidas, aunque otras decisiones se delegan en el nivel de dirección del SBU. También se informa que recientemente fue creado un grupo de las Fuerzas de Operaciones Especiales que está presionando para obtener más autoridad con la finalidad de efectuar acciones dentro de Rusia.
Según los funcionarios citados, fue este departamento del SBU el que participó en el atentado terrorista en el que murió Daria Dugina, hija de Aleksandr Dugin, conocido filósofo político ruso eurasianista y partidario del presidente ruso Vladímir Putin.