La pandemia de Covid-19 ha generado decenas de miles de toneladas de desechos sanitarios adicionales. En un informe publicado el martes, la Organización Mundial de la Salud llama a mejorar su atención.
Según estimaciones, solo entre el inicio de la pandemia y noviembre pasado, la ONU envió cerca de 88 mil toneladas de equipos como máscaras u otra protección personal. La mayor parte de este dispositivo terminó como desecho después de su uso. Es probable que los números reales sean considerablemente mayores.
Se enviaron más de 140 millones de kits de pruebas, que generaron potencialmente 2 mil 600 toneladas de residuos no infecciosos (principalmente plástico) y 731 mill litros de residuos químicos (equivalentes a un tercio de una piscina olímpica), mientras que se administraron más de 8 mil millones de dosis de vacunas en todo el mundo, lo que generó otras 144 mil toneladas de residuos en forma de jeringuillas, agujas y cajas de seguridad.
Estas decenas de miles de toneladas de residuos médicos a las que se refiere el informe representan sólo una pequeña fracción del volumen mundial de residuos, ya que el estudio no tiene en cuenta los equipos que no se enviaron a través de la ONU.
El material, parte del cual puede ser infeccioso ya que el coronavirus puede sobrevivir en las superficies, expone potencialmente a los trabajadores de la salud a quemaduras, lesiones por pinchazos y gérmenes que causan enfermedades, según el informe.
Las comunidades cercanas a vertederos mal administrados también pueden verse afectadas por el aire contaminado por la quema de desechos, la mala calidad del agua o las plagas que transmiten enfermedades, agregó.