A finales de septiembre de este año el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ) junto a la empresa estadounidense de medios y noticias BuzzFeed publicaron una investigación de miles de documentos sobre actividades financieras sospechosas de grandes y poderosos bancos.
Se trata de los Archivos de la Red de Ejecución de Crímenes Financieros (Financial Crimes Enforcement Network-FinCEN), mejor conocidos como los FinCEN Files.
Esta investigación se une a los Panamá Papers en la gama de filtraciones informativas, y se centra en el intento de develar el rol de los bancos globales en actividades ilícitas, basándose en los SAR, acrónimo de Suspicious Activity Reports, que trata de informes internos que señalan un comportamiento potencialmente ilegal o preocupante, a fin de brindar apoyo a una futura investigación.
Entre los casos más alarmantes se encuentra el de la institución financiera más grande de Alemania, el Deutsche Bank, que dejó las puertas abiertas para el lavado de dinero, el JPMorgan y también el HSBC. Así como se asomó en los Panamá Papers, aquí no se quedaron atrás.
Igualmente, existen casos particulares, como el del asesor político de Donald Trump para la campaña 2016, Paul Manafort, y el caso no menos escandaloso, el del firmante del contrato de mercenarios estadounidense Silvercorp con el objetivo de intentar un "cambio de régimen" en Venezuela, J.J. Rendón.
Datos de la trama de los FinCEN Files
Los FinCEN Files abarcan más de 2 mil informes de actividades financieras, y se destapan las transacciones financieras sospechosas de más de 2 millones de dólares. Las cifras incluyen 514 mil millones de dólares en JPMorgan Chase y 1.3 mil millones de dólares en Deutsche Bank.
BuzzFeed, de la mano con el ICIJ, en un principio no comentaban cuál era la fuente que generó la fuga de información, después sólo insinuaban que en enero de 2020 una ex funcionaria del Departamento del Tesoro de Estados Unidos, Natalie Sours Edwards, se declaró culpable de revelar ilegalmente documentos confidenciales de esa instancia.
Los registros descubren que los bancos globales continúan desafiando las medidas de seguridad que establecen las agencias estadounidenses, supuestamente responsables de evitar el lavado de dinero, porque rara vez estas instituciones procesan a los grandes bancos.
Es bien sabido que sólo por operar con las grandes sumas de dinero de actividades como tráfico de drogas y de armas, la entidad financiera obtiene ganancias incalculables. Así, dentro de esa cultura financiera se contempla el riesgo de ser descubiertos; en ese caso, las multas siempre serán insignificantes en comparación con el dinero acumulado.
Asimismo, entre los extensos hallazgos, se expone cómo HSBC, el banco más grande de Europa, permitió que la red de narcotraficantes, incluyendo la de Joaquín "El Chapo" Guzmán, blanqueara más de 880 millones de dólares a través de sus cuentas. En adelante, los ejecutivos de HSBC pidieron otra oportunidad, y el Departamento de Justicia de los Estados Unidos se la concedió, al multarlos con casi 2 mil millones de dólares.
El archivo de FinCEN Files muestra que las promesas de HSBC eran huecas, y también lo era la amenaza del gobierno.
El expediente de J.J Rendón y Enrique Peña Nieto
No es la primera vez que J.J. Rendón, obsesionado con la guerra sucia, se ve involucrado en actividades poco transparentes. Se recuerda el pago de 50 mil dólares a los mercenarios estadounidenses para trazar la Operación Gedeón junto al autoproclamado Juan Guaidó para asesinar al presidente Nicolás Maduro y deponer al legítimo Gobierno Bolivariano.
Ahora, en este nuevo episodio, Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI), que forma parte del ICIJ, publicó transacciones de estrecha conexión con el ex presidente mexicano Enrique Peña Nieto hechas por el venezolano Rendón.
El reporte bancario fue hecho por el Deutsche Bank, el cual reflejaba la actividad de las cuentas de Rendón y esto ubicó a Peña Nieto en un status de investigación en el Departamento del Tesoro.
El referido reporte señala que Rendón envió seis transferencias bancarias por un total de 180 mil dólares entre julio de 2016 y marzo de 2017. Y se le suma el hallazgo de un total de más de 500 mil dólares de las actividades de Rendón en el banco alemán, siendo sospechosas porque relacionan uno de los pagos al venezolano por parte de narcotraficantes colombianos, catalogándolos como "sobornos".
Aunado a esto, el MCCI agregó a la investigación que la Fiscalía General de la República de México posee los testimonios Emilio Lozoya, director de Pemex en el gobierno de Peña Nieto, en el que afirma que pagó grandes cantidades de dinero bajo cuerda a Rendón en la campaña, en triangulación con Odebrecht.
La investigación a este binomio no sólo se basaba en las transacciones bancarias, sino que incluía la famosa denuncia hecha por el hacker colombiano Andrés Sepúlveda en 2016, que aseguraba que fue contratado por J.J. Rendón para armar toda una red de spyware contra los adversarios políticos de Peña Nieto en 2012.
De hecho, en una entrevista para Bloomberg en 2016, Sepúlveda, que está condenado a 10 años de prisión en Colombia por delitos de software malicioso, expresó: "Mi trabajo era hacer acciones de guerra sucia y operaciones psicológicas, propaganda negra, rumores, en fin, toda la parte oscura de la política que nadie sabe que existe pero que todos ven".
Su trabajo no sólo fue en México: Sepúlveda participó en el sabotaje de elecciones en algunos países de Latinoamérica y el Caribe, típico de las maniobras de cualquier miembro del equipo dirigido por Rendón.
Si bien la pesquisa periodística se basa en esa gran magnitud de documentos, ciertas investigaciones desarrolladas, aparte de parcializadas, quedan escuetas, porque la denuncia ante ese gran conglomerado financiero no termina de tomar forma, es decir, queda en una especie de limbo, pues esos grandes bancos continúan moviendo dinero de dudosa procedencia sin control alguno.