Venezuela participa en el II Foro Económico Euroasiático, evento que se lleva a cabo en Moscú, Rusia, este 24 y 25 de mayo con la participación de cerca de 3 mil representantes de 50 países.

El lema del encuentro en esta oportunidad es "la integración euroasiática en un mundo multipolar", y las discusiones están dirigidas a promover el desarrollo económico integral de Estados miembros de la Unión Económica Euroasiática (UEE).

La UEE es una instancia económica que se estableció en 2015 con la participación de Rusia, Kazajstán, Bielorrusia, Armenia y Kirguistán. El objetivo fundacional de este conglomerado fue desarrollar un espacio económico único con libertad de circulación de bienes, capitales, servicios y personas.

La región integrada de los países miembros, cuyo territorio es de más de 20,8 millones de kilómetros cuadrados y cuenta con 182 millones de habitantes, constituye un gran polo de desarrollo económico y energético productor de cerca de una quinta parte del gas natural y petróleo del mundo.

Asimismo, el foro se convertirá en una plataforma para que más de 400 empresas establezcan negocios, según reseña Prensa Latina. De acuerdo con el vicepresidente del Gobierno de la Federación de Rusia, Alexei Overchuk, las discusiones tendrán como punto de partida las "prioridades de la Unión Económica Euroasiática 2030+".

La intervención de la vicepresidenta Delcy Rodríguez en este foro estuvo enmarcada en el bloqueo económico y energético contra Rusia, al tiempo que se refirió a Venezuela como un país que también está excluido del circuito energético global porque es víctima de las medidas coercitivas unilaterales. 

"Son los aspectos absurdos de la geopolítica internacional que, dirigida por un hegemón, se resiste a la configuración de un mundo de justicia, igualdad y respeto a la carta de las Naciones Unidas", señaló la vicepresidenta.

Sobre la UEE dijo que la región euroasiática está llamada a retomar el papel protagónico en la economía mundial, lugar preponderante que ha ocupado históricamente. En ese sentido, se refirió a los cambios vertiginosos que ha vivido el mundo en los últimos 20 años y puso como ejemplo el caso de China, que en ese lapso desplazó a Estados Unidos como el principal socio comercial de la mayoría de los países.

En ese contexto resaltó la relevancia de esta región para las relaciones económicas que se construirán a futuro. Euroasia se proyecta como un nuevo eje de poder geopolítico que tiene como centro de gravedad la cooperación estratética China-Rusia-Irán.

Sobre la hegemonía del dólar, la vicepresidenta señaló que una prueba de ello era que las riquezas excedentarias de la producción de Euroasia iban directamente a satisfacer los créditos comerciales de Estados Unidos: "El superávit productivo de China, principalmente, y de India, van a cubrir el déficit comercial de los Estados Unidos de Norteamérica", refirió.

De acuerdo con la vicepresidenta, la razón de este fenómeno es que existe una distorsión expresada a través del dominio del dólar, pero sobre todo por la red financiera global que lo impone. Un mapa que mostró durante su exposición revela la preponderancia del uso de bancos estadounidenses como vértices de pago internacionales mediante el sistema Swift.

Además de dominar toda la arquitectura financiera, también señaló que controlan a plenitud el andamiaje jurídico que impone de manera extraterritorial la moneda estadounidense. Uno de estos mecanismos multilaterales, por ejemplo, es el Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI), una institución intergubernamental creada por el G7.

Para combatir esta distorsión, la vicepresidenta llamó a los participantes de este segundo encuentro a reflexionar sobre la necesidad de crear un nuevo mecanismo financiero internacional que dé al comercio mundial "las verdaderas libertades para su expansión en el marco de un comercio justo y compensado, que permita a los países relacionarse de forma menos presionada por la hegemonía que ejerce Estados Unidos desde el sistema financiero internacional".

En ese sentido, resaltó la importancia de los Brics, que se proyecta como un nuevo sistema que permite libertad en las relaciones económicas, comerciales y financieras: "Nos dirigimos a la conformación de un nuevo andamiaje financiero internacional que saludamos desde Venezuela, así como saludamos este encuentro de la Unión Económica Euroasiática", dijo, al tiempo que llamó al diálogo permanente para la construcción de un mundo de equilibrio y respetuoso del derecho internacional, que preserve el planeta en toda su integridad.