El restablecimiento de las relaciones entre Venezuela y Colombia, además de la agenda común que incluye el tema fronterizo, entre otros, también abarca el intercambio energético. Sin embargo, toda negociación en este sentido pasa por el tamiz de las "sanciones" unilaterales de Estados Unidos.

Es por ello que Ecopetrol, estatal petrolera colombiana, le pidió permiso a Estados Unidos para negociar con Venezuela. Las relaciones comerciales entre ambos países estarían en mejor momento si no pesara el bloqueo estadounidense. Que los vuelos comerciales de la venezolana Conviasa no puedan retomar la ruta Caracas-Bogotá es un ejemplo de intimidación, y anteriormente el presidente Gustavo Petro había declarado en una entrevista que sentía presión de Washington por la nueva relación entre países vecinos.

Ecopetrol solicitó formalmente una solicitud ante la Oficina de Control de Bienes Extranjeros (OFAC), que persigue a quienes establezcan relaciones comerciales con Venezuela, esperando recibir una licencia para operar con PDVSA, una parecida a la que recibió Chevron para poder importar gas.

La relación energética entre ambas petroleras empezó en 2004 durante los gobiernos de Álvaro Uribe y Hugo Chávez. Los acuerdos se extenderían hasta 2027 pero no se han hecho efectivos por asuntos climáticos y porque el gobierno de Iván Duque se sumó a la agenda de guerra multidimensional contra Venezuela.

Para Colombia sería de gran ayuda, pues el país ya consume 80% de lo que produce y eso significa un problema para la exportación. Para Venezuela también, porque eso ayudaría a diversificar sus exportaciones de energía, de gran importancia para la economía nacional.

Ya hay disposición de ambos países para concretar el negocio. Solo falta que Estados Unidos mitigue las medidas coercitivas (junto a las llamadas "sanciones secundarias") que imperan sobre la República Bolivariana.