Una investigación publicada esta semana en el Journal of the American Medical Association estimó que la pobreza estaba relacionada con al menos 183 mil muertes en Estados Unidos en 2019 entre personas de 15 años o más, lo que convierte a los ingresos inadecuados en el cuarto factor de mortalidad más importante del país ese año, detrás de las enfermedades cardíacas, el cáncer y el tabaquismo.
"La pobreza mata tanto como la demencia, los accidentes cerebrovasculares, el Alzheimer y la diabetes", dijo David Brady, profesor de políticas públicas de la Universidad de California en Riverside y autor principal del análisis:
"La pobreza mató silenciosamente 10 veces más personas que todos los homicidios en 2019", continuó Brady. "Y, sin embargo, el homicidio, las armas de fuego y el suicidio reciben mucha más atención."
El nuevo estudio enfatiza que Estados Unidos "tiene una tasa de pobreza mucho más alta que las democracias ricas", lo que "presenta un enorme desafío para la salud de la población dado que una investigación considerable demuestra que estar en la pobreza es malo para la salud".
La pobreza, que el estudio definió como menos de la mitad del ingreso medio de Estados Unidos, se "asoció con una mayor mortalidad que muchas causas mucho más visibles en 2019: 10 veces más muertes que homicidios, 4,7 veces más muertes que armas de fuego, 3,9 veces más muertes que suicidios y 2,6 veces más muertes que sobredosis de drogas".
"Debido a que Estados Unidos tiene consistentemente altas tasas de pobreza, estas estimaciones pueden contribuir a comprender por qué ese país tiene una esperanza de vida comparativamente más baja".
Los investigadores argumentaron que sus resultados indican que "la pobreza debe considerarse un factor de riesgo importante para la muerte en los Estados Unidos", que ha visto disminuir la esperanza de vida desde 2015 y caer bruscamente en medio de la pandemia de coronavirus.
"La mortalidad asociada con la pobreza también está asociada con enormes costos económicos", continuaron. "Por lo tanto, los cálculos de costo-beneficio de las políticas sociales para reducir el flagelo deben incorporar los beneficios de una menor mortalidad. Además, la pobreza probablemente agravó el impacto de la mortalidad de covid-19, que ocurrió después de que nuestros análisis terminaron ese mismo año. Por lo tanto, una limitación de este estudio es que nuestras estimaciones pueden ser conservadoras sobre el número de muertes asociadas con la pobreza".
El inicio de la pandemia de coronavirus en 2020 provocó un fuerte aumento de la pobreza en Estados Unidos ya que millones de personas se enfermaron, se quedaron sin trabajo y perdieron el seguro médico.
Pero las iniciativas de ayuda federal promulgadas en respuesta a la crisis económica y de salud pública, desde cheques de estímulo hasta beneficios de desempleo aumentados y asistencia nutricional mejorada, finalmente llevaron a una caída significativa del indicador, lo que refuerza aun más la interpretación de que "la pobreza es una opción política".