El 9 de mayo de 2014 se publicó en esta tribuna un trabajo sobre los sucesos ocurridos en la llamada masacre de Odesa, en la que fue incendiado el edificio sindical de la ciudad sureña de Ucrania, el 2 de mayo de ese año. El saldo fue de 46 muertes y 214 heridos, significando un punto de inflexión en el conflicto ruso-ucraniano. Republicamos la siguiente nota de nuestro analista e investigador Diego Sequera para conmemorar esos hechos y darle su justa dimensión en el contexto de la presente guerra de Ucrania.
La (intencionada) velocidad mediática hace que los hechos y los datos se enfríen, se le pase la página por encima y cunda el silencio alrededor. Forzar al olvido a las víctimas, volverlas victimarias, cagarse en su memoria, y (re)vender su propia versión de la historia es la metódica de los medios occidentales, la complicidad global, la que encubre los genocidios y adultera sus causas. Y es por eso que la masacre de Odesa del pasado 2 de mayo tiene que revisitarse, revisarse, pensar los hechos. Y ver las asociaciones que se establecen (que establece el fascismo, mejor dicho), no tan silenciosas como desean, por cierto.
- La cifra oficial de muertos (la de la Fiscalía de la Junta de Kiev) es de 46 muertos. El diputado de la asamblea legislativa de Odesa, Vadim Sadenko, denunció que fueron 116: "Según nuestros datos, en la Casa de Sindicatos fueron asesinadas 116 personas... No decimos ‘se quemaron’ ni ‘murieron asfixiadas por el humo’, porque no se hace la autopsia. No se hace, porque les dispararon en la cabeza", declaró a la agencia Ria Novosti.
- El resumen de The Saker con los hechos en caliente es suficientemente expresivo:
- Llegaron en autobús (provenientes de Kiev y otras ciudades del occidente del país) un número considerable de matones de la agrupación ultra Pravy Sektor.
- Pusieron a hinchas locales (pagados por los oligarcas de acuerdo a varios reportes) para que iniciaran una demostración nacionalista.
- Los matones de Pravy Sektor se incorporaron a los hinchas y entre ambos grupos atacaron brutalmente el campamento pro ruso: las carpas fueron derribadas y los manifestantes anti-régimen fueron brutalmente golpeados. La policía local sencillamente se detuvo a mirar.
- Los manifestantes corrieron por sus vidas, literalmente, hacia la Casa de los Sindicatos el cual era su punto de encuentro habitual en donde fueron rodeados por los atacantes que comenzaron a incendiar el edificio.
- Quienes intentaban huir fueron brutalmente golpeados y muchos fueron asesinados. A muchos les dispararon cuando se asomaban por las ventanas huyendo de las llamas.
- Los neonazis obstruyeron el paso a los bomberos.
- Con cada manifestante que saltara del edifico o con cada persona que se asomara por la ventana y recibiera un disparo la turba gritaba "¡Gloria para Ucrania! ¡Gloria a los héroes!". Muchos lo registraron en video como souvenir. Para ellos se trataba de un evento alegre y liberador.
- Las redes sociales ucranianas se inundaron con mensajes felicitando a los "héroes" en Odesa y prometiendo más de lo mismo para los malditos moskals (rusos).
- La prensa occidental y la ucraniana narraron los eventos como un "choque" con "bajas" pero no hace referencia alguna al grupo que causó la masacre.
- Pero lo que escribió The Saker para ese momento todavía no contaba con los datos que comenzaron a aparecer los días siguientes. Un reportaje de investigación de la televisora rusa detalla con precisión todo lo ocurrido (aquí puede verse el reportaje con subtítulos en inglés. Alguien debería tomar la iniciativa de subtitularlo al español; de todas maneras, se puede entender el cuadro general con lo que narran las imágenes). Fue orquestado con precisión. El reportaje reconstruye la secuencia de los hechos dejando en evidencia que:
- El conflicto comienza cuando la hinchada ultra se concentra en la plaza Sobornaya (previa autorización de las autoridades) manifestando apoyo a la "unidad" de Ucrania.
- De la avenida Alexandrovsky un grupo bien equipado de supuestos activistas pro-rusos sube unas cuantas cuadras al encuentro de la concentración de las barras bravas pro-Kiev en la plaza Sobornaya. Lo que los revela como un grupo de provocadores entrenados para la ocasión es el uso de una banda roja en el brazo derecho, para que fueran reconocidos por el resto de la "organización". Agentes de la policía usaron el mismo brazalete rojo.
- El grupo de agitadores comienza a provocar y lanzar objetos a los hinchas, estos responden. Los infiltrados se colocan detrás del cordón policial, protegidos. En el reportaje abundan las imágenes en ese sentido: la pasividad policial, la protección manifiesta de los falsos federalistas que fueron a provocar a los hinchas. De las piedras pasan a los tiros y, como refleja el video, los primeros disparos los realizan sujetos enmascarados (dizque federalistas) pero con el distintivo rojo en el brazo. A lo largo de la primera etapa del enfrentamiento se distinguen mandos policiales y agentes del Ministerio del Interior coordinando acciones.
- Pero ese primer enfrentamiento no era más que calistenia, una vez caldeados los ánimos lo suficiente, la turba se desplaza varias cuadras más abajo hasta Kulikovo Pole, lugar donde se encontraba el campamento de los manifestantes anti junta, y que no habían logrado hasta el momento hacer que se retirasen del lugar desde que ese se convirtió en el punto de encuentro de las agrupaciones que rechazan el golpe de Estado, el fascismo y que apoyan la federalización. Y ahí comienza la etapa central de la operación: linchar a los manifestantes que se repliegan en el edificio de los sindicatos. Dato expresivo: el reporte destaca que en las acciones de "contención" participaron los batallones policiales "Tormenta" y "Oriente", batallones a los que se le han inscrito recientemente cuadros de Pravy Sektor.
- Andrei Parubi, el ministro de Defensa de la junta, estuvo el día antes en Odesa. Durante el asedio se hicieron notar connotados cuadros de Pravy Sektor que protagonizaron las acciones callejeras en Kiev.
- La Fiscalía alegó que el incendio fue provocado por los asediados porque las bombas molotov no llegaban al tercer piso (?). El reportaje demuestra cómo los ultra entraron al edificio, llegando al tercer piso e incendiándolo desde adentro también. Una secuencia demuestra cómo los ultras dentro del edificio ondean la bandera ucraniana mientras desde afuera gritan y aplauden.
- Destaca también el reportaje cómo los cuadros de Pravy Sektor ingresan al edificio y le quitan la documentación a los federalistas. En simultáneo, el gobernador de la provincia puesto por la junta avala por redes sociales la matanza señalando que dentro del edificio se encontraban mercenarios rusos. Los medios ucranianos "sustentan" la acusación exhibiendo pasaportes rusos. Pero los pasaportes que enseñan son de una nota de días antes, del 16 de abril, la misma foto, y se aplicó la misma "denuncia" para ese momento. Comenzaba el lavado de las responsabilidades directas.
- Como se sabe, y de acuerdo a los testimonios que comienzan a trascender, quienes lograban salir eran rematados afuera, bien fuera a bala o estrangulados, como señaló una sobreviviente. Varios activistas fueron luego apresados por la policía, acusados de ser responsables de la violencia. Fueron liberados luego de que activistas antigolpe rodearan la sede de la Policía. La Fiscalía, en el mismo trabajo de culpabilizar a las víctimas de su propio asesinato, trasladó la culpa a las autoridades locales. Los medios occidentales hacen lo propio y relativizan la autoría sobre la violencia. La comisión "internacional" convocada por el gobierno golpista para investigar "el incidente" de Odesa está compuesta fundamentalmente de gringos.
- "El incendio fue toda una provocación. La muchedumbre nazi hizo todo para acorralar a los activistas. Cuando fueron desplegadas las mangueras para apagar el fuego, descubrieron que no había agua. Eso fue preparado de antemano. Es muy probable que un grupo de provocadores haya introducido en la sede contenedores con sustancias químicas antes de estallar los enfrentamientos", testimonió un sobreviviente.
- Las imágenes de los cuerpos calcinados dentro del edificio, la brutalidad contra quienes trataban de sobrevivir, la celebración sádica ante los caídos. A esta altura de la historia, la distancia del asedio a la escuela de Trabajo Social en la UCV en 2007 se reduce drásticamente y tenemos ahí, en Odesa, resuelto el tercer acto de lo que no se logró en la UCV, gracias a quienes tomaron la iniciativa, fueron a la UCV, contuvieron a los sifrinazis y sacaron al grupo de estudiantes, personal y profesores chavistas que quedaron atrapados cuando comenzó el asedio. Hoy serían acusados de "colectivos", de "paramilitares" (nunca se reconoció como se debía ese acto). ¿Hubiera sido lo mismo días atrás cuando trataron de incendiar el Ministerio de Vivienda, con la vuelta de tuerca de 89 niños?
- La violencia ultra procede como una operación matemática: la lógica del espectáculo degradado es el sustrato de la interpretación política de los actos. El fascismo ucraniano hace el cálculo de lo que viene, el fascismo doméstico, domesticado y de la familia respetable, no, porque, parafraseando a Martí, duerme sobre sus náuseas. Por eso excluye el tercer acto de los asedios como resultado del cálculo. Así como no quiere ver su situación identitaria productora de nada, no es capaz de verse en su empozamiento, tampoco tiene los cojones de ver el resultado concreto de su voluntad de muerte actual. A alguien tienen que contratar para hacerles el trabajo (cualquier trabajo). Si fuera por ellos el Imperio del Caos, como en Ucrania, estaría dando la pauta. Como diría Ghandi: váyanse a la puta mierda. Acá y allá.