"El dólar puede ser nuestra moneda, pero es tu problema": Esto lo decía en 1971 el entonces secretario del Tesoro de Estados Unidos, John Connally, a un grupo de ministros europeos en el contexto de la desvinculación del dólar con el oro, cuestión que resultó en la hegemonía de la moneda estadounidense a escala global.
Pero, a pesar de que el dólar es la moneda patrón de reservas y del comercio internacional, se han destacado grandes titulares noticiosos sobre la decisión reciente de algunos países de realizar transacciones en yuanes:
- Brasil. El pasado 7 de febrero el Banco Popular de China (PBOC) anunció la firma de un memorando de entendimiento (MOU) sobre el establecimiento de acuerdos de compensación de yuanes chinos en Brasil con el Banco Central do Brasil. Esto permitirá a estos dos países realizar transacciones comerciales y financieras directamente mediante el intercambio de yuanes por reales, o viceversa, en lugar de convertir primero sus monedas al dólar estadounidense.
- Argentina. Al inicio de este año China y Argentina ampliaron un acuerdo de intercambio de divisas. La sucursal argentina del Industrial and Commercial Bank of China lanzó un servicio de compensación de yuanes, que brindará facilidades para las transacciones transfronterizas.
- Francia. En marzo de 2023 las compañías energéticas China National Offshore Oil Company (CNOOC) y TotalEnergies, de Francia, suscribieron el primer acuerdo sobre el comercio de gas natural licuado (GNL) en yuanes, a través de la Bolsa de Petróleo y Gas Natural de Shanghái.
- Irak. El Banco Central de Irak anunciaba en febrero de 2023 que financiará sus importaciones desde China en yuanes por primera vez, especialmente el comercio en petróleo crudo.
- Rusia. En el segundo semestre de 2022 Gazprom anunciaba la firma de un acuerdo con China para comenzar a pagar los suministros de gas a China en yuanes y rublos en lugar de dólares estadounidenses. Actualmente el yuan ha reemplazado al dólar estadounidense como la moneda más negociada en Rusia.
- Irán. Ehsan Khandouzi, el ministro iraní de Asuntos Económicos y Finanzas, declaró en 2022 que "una cierta parte de los intercambios en el comercio de Irán con China se ha llevado a cabo en yuanes". Desde hace más de una década Irán realiza transacciones directas con China en yuanes debido a los grandes obstáculos que generan las "sanciones" unilaterales estadounidenses.
Los nuevos acuerdos bilaterales con el yuan como patrón de intercambio financiero son señales claras del avance en lo pactado durante el XX Congreso Nacional del Partido Comunista de China (PCCh) del 22 de octubre del año pasado: "Llevaremos ordenadamente hacia delante la internacionalización del yuan".
El progreso en la materia puede comprobarse con cifras. Según un informe del Banco Central de China en 2022, los pagos transfronterizos en yuanes en sectores no bancarios alcanzaron los 36,6 mil millones de yuanes en 2021, un aumento interanual de 29%.
Por ejemplo, con Argentina el primer canje de divisas entre ese país y China se firmó en 2009 por un valor de 70 mil millones de yuanes, y para este año aumentó en 130 mil millones de yuanes. Asimismo, con relevancia, de acuerdo con la encuestadora rusa Kommersant, los bancos rusos están aumentando el volumen de préstamos a clientes corporativos en yuanes. Es decir, con una tendencia en aumento progresivo, el yuan empieza a tomar espacios en las finanzas globales.
Además existen múltiples razones para desprenderse de la hegemonía del dólar estadounidense, como las facilidades y bajos costos en las transacciones con yuanes, las amplias garantías de mantener los compromisos en el comercio bilateral de forma estable, y precisamente debido a la arbitrariedad en el uso coercitivo del dólar, con la imposición de "sanciones" y bloqueos del sistema financiero SWIFT; esto ha dado aviso a los países sobre los enormes riesgos inherentes a la dependencia del dólar en absoluto.
La adopción de nuevas formas de intercambio o indicadores de reservas no será inmediata, pero las nuevas iniciativas de diversificación de la economía global toman un paso acelerado en medio de la crisis sistémica actual.
En 2009 Zhou Xiaochuan, cuando aún era gobernador del Banco Popular de China, explicaba —haciendo alusión al dólar— que la crisis mostraba los peligros de depender de la moneda de una nación para los pagos internacionales y que, por su parte, China no tiene como objetivo desplazar el dólar u otro signo fiduciario, aun cuando el yuan funja como una de las monedas protagonistas de las nuevas arquitecturas financieras desdolarizadas que emergen en el mundo.