Pese a que China está consumiendo menos energía debido a una recesión económica y la caída de la vivienda, el país asiático ha estado absorbiendo más recursos naturales de Rusia en lo que va de año, sobre todo gas, mientras que las importaciones de la mayoría de las otras fuentes disminuyeron.

Recientemente la SCMP informó que, según datos de la aduana china, en los primeros seis meses del año, China compró un total de 2,35 millones de toneladas de gas natural licuado (GNL), valoradas en 2 mil 160 millones de dólares. El volumen de importación aumentó un 28,7% interanual, y el valor aumentó un 182%. Significa que Rusia ha superado a Indonesia y Estados Unidos para convertirse en el cuarto mayor proveedor de GNL de China en lo que va del año. Pero, ¿qué hacen con todo ese gas?

La respuesta es tragicómica porque China ha estado revendiendo silenciosamente ese gas ruso a Europa, que bastante necesidad tiene de este recurso, y está sacando ganancias que podrían alcanzar los 100 millones de dólares.

El temor de pasar el invierno sin gas ha obligado a los países europeos a comprar energía, aun pagando un costo más alto. El Grupo JOVO de China, un gran comerciante de GNL, reveló recientemente que había revendido un cargamento de GNL a un comprador europeo.

Paradójicamente, a Europa está llegando el mismo gas ruso pero a través de un tercero, China. Rusia se vio abligado a vender más gas al país asiático debido a las "sanciones" y eso es una manera de eludirlas, lo que bien podría ser una maniobra conjunta sino-rusa. En esta triangulación todos ganan menos los países europeos, que decidieron lanzarse por un barranco siguiendo las políticas imperiales de Estados Unidos.