Si mandaran al oscuro espacio exterior todos los insultos y maltratos vociferados por los enfermos neuróticos contra Nicolás Maduro, Diosdado Cabello y el chavismo en general, atapuzarían los agujeros negros que habitan el universo.

María Corina no está loca ni demente, ni le falta un tornillo. Esa señora forma parte de una oligarquía que ha vivido de las miserias o chatarras que le permiten las grandes corporaciones que dominan el mundo.

Esa dama está jugando el papel del verdugo atizafuego, no es más que un lucero en la estructura criminal que gobierna el mundo y sabe muy bien el papel que le toca jugar, porque de otra manera alguien más ocupará su puesto, ya que a las grandes transnacionales no les importan nombres o apellidos, lo único que les importa de sus títeres y marionetas es lealtad y eficiencia en el trabajo ensangrentado que les toca realizar.

La señora Machado está promoviendo el plan de las corporaciones para robarse los recursos de este país y, como muchas veces lo hemos dicho, una vez más están promoviendo la guerra civil. No nos convirtamos en enemigos, eso es lo que están buscando, que el chavismo se vuelva enemigo y reaccione enloquecido. Organicémonos para la paz, tratando de diluir el odio, ello no se hace con gritos destemplados sino con acciones y hechos que disuelvan la tragedia que provocan los dueños extranjeros y sus lacayos, que ya son enemigos de ellos mismos. Dejemos que se cocinen en su propia paila de odio.

Los que están neuróticos son todos aquellos que creen y siguen a esta señora y los demás capataces, todos aquellos que han vivido de ilusiones, de quimeras, de esperanzas, de que algún día se rozarán con el poder que ven representado en personajes de pacotilla como la señora María, y mirarla de cerca en las marchas genera un frenesí como aquellos fanáticos religiosos, que tocan mantos, libros, báculos, estolas, anillos, sellos.

María está convencida en su egoísmo exacerbado de que el chavismo le destruirá la vida porque piensa como humana individualista, por tanto, todo lo que sucede le sucede única y exclusivamente a ella como individuo, a la que no le importa país o gente porque cree que todo lo que está en el territorio le debe generar las ganancias pírricas que le permiten sus amos occidentales, o como mínimo es un coto de caza donde debe cazar riquezas para su usufructo personal.

Por eso su comportamiento, no porque ella quiera la libertad, la democracia, el progreso para nosotros los esclavos en conjunto, sino para ella, y siente en peligro el sistema que se lo permite.

En este momento de reflexión está ocurriendo un fenómeno, y es que la gente ha empezado a preguntar y a preguntarse, gente que quiere opinar fuera de la neurosis, que está escribiendo y buscando respuestas por las redes y en las casas sobre las cosas que están ocurriendo, fuera de las manipulaciones de los profesionales mediáticos, de los influyentes. Nos referimos a los llamados comunicadores sociales. Eso ha hecho un rebote porque luego algunos caen en cuenta y se ponen a hablar entre todos, y después esa gente ha contado a otra gente, quienes quieren estar bien informados fuera del relato de los interesados, quieren saber la verdad, qué es lo que está sucediendo, y no la quiere saber del neurótico de tal o cual bando. Ellos quieren oír qué carajos es lo que está pasando, porque la única información que tienen es la loca de los medios y las redes que buscan confundir.

Otra cosa que nos dimos cuenta es que alguna gente en el exterior, después de que escucharon, vieron y reflexionaron, le bajaron dos, se motivaron y quieren hacer algo, como reunir gente para divulgar con más fuerza la realidad de lo que está sucediendo, y eso es una tarea vital, fundamental, importantísima que puede ayudar a disolver el odio y con ello la guerra civil que está promoviendo en Venezuela el capital financiero especulativo.

Todos debemos saber lo que ya sabe el enemigo: que la guerra aquí es sobre todo internacional. Ese truculento montaje con el que pretenden engañarnos debemos desnudarlo con la realidad, para que a lo interno del país podamos desmontar el amarillismo mediático y explicar al exterior, que nos está observando de buena y mala fe, lo que realmente sucede, quiénes son los actores principales, quiénes los extras, cuáles son los objetivos, y para ello necesitamos crear centros de transmisión de información sustentadas en el conocimiento exacto de la realidad, porque hoy más que nunca se cumple aquella máxima de que solo la verdad de la realidad convence con los hechos y no las palabras o las imágenes trucadas.

Pero estos centros deben estar fuera de la dinámica ideológica tradicional. Y no hablamos de imparcialidad, hablamos de defender la verdad de nuestros hechos, porque la imparcialidad en estos momentos es criminal, se presta para validar las marramucias del enemigo, colocándonos a su mismo nivel o catadura. Estos centros deben estar fuera de la dinámica informativa de los grandes medios, incluidos los medios oficiales, cargados del imaginario periodístico burgués, que en nombre de la supuesta imparcialidad temen decir la verdad, buscarla desde el fondo mismo.

No basta la foto, el video, ni la palabra acomodaticia, sin una explicación del por qué la foto, el video y la palabra, de cómo está la situación real, y que cada quien fuera de panfletos, consignas y manipulaciones pueda sacar sus propias conclusiones, tanto dentro como fuera del país, ya que solo la verdad convencerá en definitiva a las grandes mayorías desinformadas y drogadas con falsas informaciones, transmitidas e impuestas por las grandes corporaciones mediáticas.

Afortunadamente ellos todavía no descubren quiénes somos como pueblo, como país, y todavía siguen tirando zarpazos como locos, a ciegas, para ver a quién pegan y por ahí abrir brecha. Y como tienen poder tocan aquí, tocan allá, pero realmente todavía no han dado en el clavo, en el punto de donde sacamos la fuerza, como se piensa en trópico, en caribe, cual la lógica del pensamiento chavista.

Esperamos que, para cuando transmitir y hablar con la verdad por delante sea un método, una institución, consolidada en una manera de vivir en donde el individualismo y el egoísmo humanista con toda su institucionalidad e imaginario criminal se hayan diluido en su propio odio, para ellos sea demasiado tarde descubrirlo y un mal recuerdo en la memoria colectiva de esta especie.

Es importante que veamos con claridad fuera de los panfletos y todo esa bulla de fascismo, derecha, izquierda, porque nada de eso tiene sentido; ni la derecha ni la izquierda, ni la monarquía ni el nazismo, ni la democracia ni el progreso ni la civilización; ya eso fue, ya eso pasó, no tiene vuelta atrás. Estamos tirándole pedradas a un trapo rojo, a un chivo expiatorio del capitalismo. Entonces, a lo que nos estamos enfrentando realmente es a tratar de comprender quién es verdaderamente el enemigo, porque nosotros no lo somos y descubriendo quién es él nosotros podemos evitar serlo, porque las grandes luces que se han prendido desde la aparición del capitalismo hasta ahora ha sido imitándolo; por tanto, copiándolo, nos volvemos enemigo.

Ese conocimiento en algún momento se volverá canciones y palabras esclarecedoras, en la búsqueda de los juntos, de la raíz que no podemos separarnos, desperdigados dejamos de conversar y de seguir entendiendo, porque eso no se entiende de un día para otro. ¿Cuál es la esencia del enemigo? El enemigo que siempre se ha pretendido institucionalizar y naturalizar, pero que solo habita en la necesidad de las elites para someter y validar ante el sometido su superioridad.

Su esencia, la sustancia de las élites humanistas, hay que tenerlo en cuenta, ¿dónde se sustenta, cuál es su convencimiento? Porque se creen superiores, porque creen que son perfectos, y a partir de esa creencia, convencidos de esa creencia religiosa, prácticamente nos conciben a los esclavos como seres inferiores a los que naturalmente deben esclavizar por esa condición inferior que ellos nos asignan. Por supuesto que nos desconocen como posibilidad pensante y nos nombran y nos usan como sus esclavos, por eso los humanos hablan de tolerancia y nunca de aceptación, pero realmente esos humanos, que son dueños de los grandes conglomerados y corporaciones empresariales que controlan el mundo, y sobre todo la vida, ejercen su dictadura por la vía de la esclavitud.

Esos humanos son verdaderamente enemigos porque para ellos llegar a ser lo que son hoy transcurrieron miles de años de constituirse culturalmente como enemigos y ejercitar el poder. Nosotros estamos obligados a entender que la guerra que hoy tenemos no es una guerra simple, que es María Corina o que es la oposición o que es la izquierda o que es la derecha, esos son conceptos y títeres, el verdadero problema a resolver es el humanismo occidental que ha creado al fascismo, al nazismo como su fase superior.

Tomemos por ejemplo lo que está ocurriendo en Venezuela. Venezuela es la torre más importante y sólida que hay en este momento en Latinoamérica y el Caribe, por lo que si ellos logran derrumbar esta torre, la única que tiene vitalidad, capacidad y plan para llevar adelante un movimiento que pueda abrir los ojos a grandes mayorías de esclavos en el planeta, ocurriría que el capital financiero especulativo con sus corporaciones lograría el control de América Latina y del Caribe, y los posicionaría en mejores condiciones para pelear contra chinos, rusos e iraníes.

Eso a su vez les pudiera dar la posibilidad de ganar la guerra en el mundo porque en este momento quienes están ganando la guerra son chinos y rusos, en todos los sentidos. Eso hay que tenerlo muy presente debido a que nosotros, al tenerlo claro, podemos entender quiénes son ellos y quiénes somos nosotros, son dos estrategias y dos tácticas distintas, porque son dos objetivos distintos, los de ellos y los que pudiéramos tener o deseamos o soñamos nosotros.

Ellos, los humanos dueños de las grandes corporaciones, ahora lograron a través de las redes, de los medios, controlar una porción importante de gente que está en el ámbito de la clase media, en el ámbito del malandreo, desde el año ochenta y nueve ellos ya tienen en la burguesía, en la clase media, en el malandrismo su caldo de cultivo para formar un enemigo neurotizado.

Les falta un contendiente que hasta este momento no lo han podido lograr porque los chavistas mayoritariamente nos relacionamos con afecto, incluso discutimos con afecto. Nosotros estamos obligados a mantener esa situación y buscar diluir el odio entre los afectados por las campañas difundidas por los medios, controlados en todo el mundo por estas corporaciones, nuestra tarea es tener argumentos, explicar con claridad la realidad, la verdad de lo que está ocurriendo, nuestra tarea es hacer ver a nuestros amigos, hermanos, familiares, especialmente los que no están neurotizados.

El que está neurotizado es como el viejo dicho que escuchábamos mucho en el pueblo: al loco se le da la razón hasta que llega la ambulancia, que no te metas con el loco, déjalo tranquilo, a menos que te pida un vaso de agua se lo das, pero no nos pongamos a pelear con el loco, el neurótico puede ser circunstancial pero está loco en ese momento y puede matar, puede hacer vainas monstruosas; si en la familia, en los amigos tienen esas personas, es preferible no hablarles sobre el tema que los enajena, no tocárselo, porque nunca vamos a convencer en estado de neurosis a alguien de que está equivocado, eso no es posible. Después cuando entran en depresión y aclaran la vaina puede que escuchen, pero ya en otro estado, pero en este momento no hay discusión posible con ningún enloquecido, lo cual no quiere decir que no busquemos evitar sus acciones, porque en este caso no hablamos de un loco manso sino de un loco al que le han intervenido el cerebro y lo han convencido de que tiene razón y su razón es superior a la de los demás.

En este caso el gobierno está actuando de manera quirúrgica y con tino para evitar males mayores, en ese sentido todos debemos estar prestos a participar y ayudar a que las medidas del gobierno se logren para evitar males mayores. Afortunadamente tenemos una dirección que piensa bien en sus planes. Lo otro es que nosotros estamos obligados a no andar repitiendo panfletos, que si izquierda, que si derecha, todo ese tipo de cosas, porque nada de eso sirve para entender lo que está ocurriendo en este instante.

Ahora bien, nosotros en medio de esta guerra estamos obligados a buscar el mecanismo de generar pensamiento que supere nuestra condición de esclavitud. En este momento el gobierno es favorable a esa posibilidad que nosotros buscamos, pero no podemos partir del hecho de que el gobierno va a resolver ese problema por la sencilla razón de que a los gobiernos en el mundo entero nunca nadie los ha querido, sean del signo, de la secta o grupo que sea, que obedezcan a la idea que sea, porque el poder se ha encargado de convertir los gobiernos en el enemigo, en el trapo rojo, en el paga peo, en el chivo expiatorio de la población que está molesta por su situación y que, por ignorancia, hambre y miedo, no logramos entender quién es verdaderamente el enemigo que nos somete.

Estamos obligados a averiguar eso, a buscar de dónde viene verdaderamente el sometimiento para poder tener argumentos, porque en este momento se trata de argumentos. El gobierno está haciendo lo que tiene que hacer, el gobierno tiene el poder político, el poder diplomático, el poder militar, el poder económico y está actuando para resolver de la mejor manera la situación.

Porque después que eso pase nos quedaremos en la calle en el mismo conflicto y estamos obligados a averiguar cómo resolverlo, entendiendo que de aquí en adelante no podemos llamar a confrontación en el seno de la población sino que, todo lo contrario, si un tipo molesta hay que permanecer callado, sigue haciendo lo que tienes que hacer, deja solo al loco, no hay que echar leña a esa candela. El principio político que más cuadra es darle la razón al loco; "ganaste, está bien, me voy a pensar lo que me dijiste", para que le baje dos y no se fije en su cerebro la neurosis inducida por los dueños.

El gobierno y los políticos tendrán que discutir, pero nosotros también, la mejor manera de diluir el odio, de evitar que nos dañen tanto las redes, los teléfonos y todos esos medios que utilizan para enfermar la mente débil, ahí es donde está entrando esa neurosis y ocurre es desde afuera, no es desde aquí adentro. Es una batalla perdida tratar de ir contra las redes porque es como pelear contra un huracán; la mejor política es torearla y avisar con tiempo que el huracán es grande y nos afectará a todos. Busquemos el mejor refugio, nadie se haga el fuerte o el héroe, actuemos siempre en colectivo, recojamos a los jóvenes, a los niños, a los animales y guardémonos en los refugios más fuertes y mantengamos alertas, así podremos sobrevivir al paso del temporal con el que nos quiere destruir el enemigo, evitemos volvernos enemigos; los chavistas tenemos el recurso de la alegría y los afectos.

Desde ese punto de vista necesitamos más bien tener claro, cada quien, como está, donde está, quiénes son los títeres, quiénes las marionetas, quiénes los dirigen, todo eso tenemos que tenerlo claro, averiguarlo, si no lo sabemos debemos preguntarlo y eso compartirlo para el análisis con todo el mundo. Este experimento de hablar con mucha gente a partir de lo que publican consiste en mostrarles con verdad y hechos que eso que acaban de publicar es de 2017, que esa imagen no es actual. Haciendo ese ensayo de hablar con mucha gente a partir de lo que publican ha dado resultado para conciliar, no ha sido el de defender posiciones establecidas por la sencilla razón de que el neurótico ya está convencido de la verdad ideológica comercial que se le ha insuflado en el cerebro.

No es hablar del gobierno, hay que anular de esa conversa a Maduro, a Chávez, al gobierno. Extraer eso de esa conversa para mostrar que lo que estamos hablando es que nada justifica que llamemos a incendiar el país, que mandemos al hijo de otro a incendiar el país por mí. Lo que planteamos es que nada justifica que convoquemos a fuerzas internacionales a invadir el país que nos vio nacer, donde jugamos por primera vez. Si estamos de acuerdo tenemos que dejar de publicitar esa neurosis porque la gente que quiere eso es la que está capitalizando, aumentando sus ganancias.

Ahora, si formas parte de los cinco millones y tanto ve con tus millones, abrázate a tus millones y llégate hasta la puerta del CNE, pero si te mueves con tus millones y tus millones de pistolas, tú sabes que te van a dar plomo porque es plomo versus plomo, estás mandando a una gente a enfrentarse a un Estado, sea el Estado que sea, bueno o malo, el Estado que sea tiene el poder del Estado y te va a dar porque tiene la necesidad de defenderse.

Nosotros íbamos presos por tirar pintas o grafitear, y cuando agarrábamos las latas de pintura sabíamos que podíamos ir presos, todos responsablemente debemos saber a lo que nos atenemos al salir a pregonar una idea, así sea una estupidez.

Mira, pudiéramos estar de acuerdo contigo en todo lo malo que digas de Maduro, es más, si esta oposición no existiera a lo mejor seríamos la oposición porque tenemos ideas distintas y pudiéramos reunirnos con un poco de gente y dar ideas a Maduro que hemos pensado en una pila de encuentros, y si no apoyas mi idea, bueno, nos arrechamos y vamos para donde tal ministro y recogemos firmas, y fundo un partido y lucho por el poder como lo hizo Chávez, que una vez se insurreccionó, lo pusieron preso, se hizo responsable de sus actos y luego se fue por los canales regulares que le ofrecía el Estado y logró sus objetivos, pero no se quedó pegado en querer siempre tumbar al gobierno como ya llevan los dueños del mundo y sus títeres internos, tratando de hacer con el gobierno chavista, primero de Chávez y ahora con Maduro.

Pero jamás seremos una oposición en un país donde ser de oposición es formar parte de un combo que está llamando a las sanciones, al bloqueo, a la invasión, al crimen, al saqueo de su territorio. Porque están al servicio de los extranjeros, y se comportan como extranjeros.

Esa forma de conversa en este momento neutraliza, que es lo que necesitamos hacer, porque es ahí donde está la esencia, la sustancia de quienes somos y es la única forma como vamos a evitar no que aquellos se enloquezcan, porque ya lo están, sino como no enloquecer nosotros.

Incluso se lo hemos dicho a varios cuando la conversa se ha vuelto caldeada. En la guarimba anterior de 2017 peleamos con mucha gente y nos ganamos muchísimos enemigos, que después cuando todo el peo pasó, esos enemigos nos necesitaron y nosotros los necesitamos a ellos, y por haber peleado por los que ahorita están tranquilos en su despacho o en su comodidad quedamos enemistados y sumamos un enemigo.

Ahora esa parte la maduramos y no estamos dispuestos a pelear con nadie por esa paja, si consideran que ya no vamos a llegar a ningún acuerdo, que vamos a insultarnos, den su último comentario para que termine la conversa, digan lo que quieran para que termine la conversa, pero eso ya está madurado por nosotros, no importa si ustedes no han madurado aun, y mejor preguntamos por los hijos y hablamos de los trabajos. Ha sido la forma para juntarnos con más gente porque desde afuera hay una campaña para tratar de que los venezolanos de afuera y los de adentro nos enfrentemos, tratando de prender la neurosis. Debemos conversar con ellos y decirles que están jugando con la ansiedad, porque están allá afuera preocupados, nerviosos y recibiendo una cantidad de imágenes amarillistas de guarimba arrecha.

La guarimba actual no es nacional, era local, fue apenas en algunos puntos del país y ya fueron, el gobierno de una manera magistral se encargó de controlarla rápidamente. Sun Tzu debe estar riéndose de esos estrategas superiores, académicos del pentágono, que hoy deben estar preguntándose qué coño de la madre pasó ahí, cómo esos indios pata en el suelo nos patearon tan feo; les está doliendo y aun no se lo creen. Maduro y todo ese equipo de trabajo se ha crecido de una manera bárbara.

Es obvio que un gran porcentaje de chamos que están agarrando no se merecía estar manipulado para que fueran a caer presos. No condenamos al que cayó preso, condenamos al que los mandó, manipuló, convenció y les pagó. A quien les metió ese bullarangón en el cerebro, esa idea en la mente. Cualquier chamo de dieciocho para atrás, sea de la clase que sea, está mojoniaísimo con esa neurosis de clase media, inducida por los videos juegos, las redes, la computación, y todos ese basurero informático, caldo de cultivo para esa neurosis, eso es lo que ablanda la carne.

Una de las lecciones que debemos sacar de estos hechos es cómo resolver, cómo entrompar las nuevas realidades en las que los panfletos no tienen nada que hacer. Simón Narciso Rodríguez tiene mucho todavía por hacer en estas tierras. Todo ganamos inventando para no errar.

El cerebro tiene la primera palabra, vamos juntos con alegría a ejercitar organizadamente las neuronas.