A raíz de la nueva ofensiva anticorrupción emprendida por el gobierno venezolano en los últimos días, ofrecemos algunas precisiones de carácter legal y procedimental sobre la Policía Nacional Anticorrupción que consideramos útiles para mejorar la comprensión sobre los mecanismos que desarrolla y sus fundamentos doctrinales.

El Cuerpo Nacional Contra la Corrupción, del cual deriva la policía especializada en la materia, data del mes de noviembre del año 2014, cuando fue creado por el presidente Nicolás Maduro mediante decreto con rango, valor y fuerza de ley publicado en Gaceta Oficial Extraordinaria n.º 6.156.

El decreto, además de crear un aparato institucional de atención, prevención y abordaje, introdujo una innovación en la legislación venezolana al cambiar la concepción tradicional de la corrupción como hecho únicamente administrativo y extendió su significado a dimensiones relacionadas con la delincuencia organizada y con el financiamiento al terrorismo. Asimismo resalta la cualidad del órgano como centro de investigación e inteligencia en coordinación con el Ministerio Público y otras entidades. 

En el artículo 10 del decreto se plantea que la articulación institucional de dicho cuerpo y, en consecuencia, de los alcances de la policía adscrita, se basa en la coordinación con la Oficina Nacional de Delincuencia Organizada y Financiamiento al Terrorismo para investigar delitos de corrupción asociados con modalidades de acción criminal. Esta jerarquización implica una orientación específica, pensada para abordar la cuestión de la corrupción en relación con dichos fenómenos y abarcar sus ramificaciones dentro y fuera del Estado. 

En consecuencia, la ley y por ende la policía especializada aborda el fenómeno de la corrupción como un asunto de Estado y seguridad nacional bajo un amplio mapa de amenazas de carácter integral en las que el peculado y las lesiones administrativas a la república son solo un aspecto, no su centro. Se categoriza la corrupción como parte de una trama general de conflicto y preservación de la soberanía, y se comprende desde una visión de resguardo de las intituciones sociales y políticas. 

Es difícil encontrar equivalentes de una Policía Nacional Anticorrupción en otros países del mundo. En buena medida forman parte de los cuerpos de policía tradicional —donde configuran un departamento—, fiscalías especiales o consejos dependientes del Ejecutivo.