El ministro de Defensa venezolano y general en jefe, Vladímir Padrino López, reafirmó el compromiso de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) con la Constitución y las leyes de la República al acatar "de manera absoluta y categórica" la sentencia del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) que valida los resultados de las elecciones presidenciales del 28 de julio, cuyo ganador fue el presidente Nicolás Maduro Moros.
LAS CLAVES DEL PRONUNCIAMIENTO
El pronunciamiento en cuestión se enmarca en una actualidad política caracterizada por la postura de desconocimiento total de la oposición extremista hacia las instituciones venezolanas, y reafirma la cohesión de la FANB en torno a la defensa del orden constitucional que se ha expresado en la resolución judicial de la controversia electoral, planteada desde los comicios de hace casi un mes.
Con la sentencia leída por la magistrada Carislya Beatriz Rodríguez, presidenta del máximo tribunal del país, se determinó que los boletines emitidos por el Consejo Nacional Electoral (CNE) están debidamente respaldados por las actas de escrutinio, lo que valida los resultados de las elecciones.
La resolución responde al recurso contencioso electoral presentado por el presidente Nicolás Maduro, quien introdujo la demanda, poniéndose a derecho.
Este recurso se produjo en medio de un clima de desestabilización y acusaciones no demostradas de "fraude" instalado por Edmundo González Urrutia y María Corina Machado.
El TSJ también declaró en desacato al excandidato presidencial González Urrutia por no atender las citaciones de la Sala Electoral, acción que dejó constancia del intento de deslegitimar la institución judicial.
La lectura de la sentencia se llevó a cabo en un evento formal que contó con la presencia del cuerpo diplomático acreditado en el país y con rectores del CNE.
Padrino López destacó, en el pronunciamiento, que el Estado venezolano a través de sus instituciones legítimas "garantiza el respeto a la voluntad política del soberano, la preservación de la paz y la estabilidad de la nación".
El Ministro de Defensa, además, valoró la situación nacional de las últimas semanas indicando que "grupos fascistas de extrema derecha" intentaron desestabilizar el país mediante actos violentos y terroristas.
Afirmó que tales intenciones fueron contenidas gracias a la "unión cívico-militar-policial", aunque lamentó que ellas se tradujeran en "varios fallecidos y heridos, así como en cuantiosos daños materiales".
La violencia postelectoral, parte central de la estrategia de cambio de régimen, se manifestó en ataques a las instituciones del Estado y a la vida cotidiana de la población, incluida la vandalización de almacenes de alimentos, el transporte y centros de salud, así como hostigamientos a líderes comunales y agresiones a símbolos del chavismo, todo bajo el apoyo operativo de organizaciones criminales.
SU IMPORTANCIA EN EL CONTEXTO ACTUAL
Cada uno de estos elementos fue abordado por las fuerzas de seguridad del Estado, en paralelo a la decisión del presidente venezolano de canalizar la controversia electoral a través de los mecanismos institucionales establecidos en la Constitución.
El comunicado del ministro de Defensa también enfatizó la fortaleza de la democracia venezolana, señalando que el país profundiza su "democracia participativa y protagónica" y su "soberanía e independencia ante el insolente injerencismo imperial".
Su abordaje de la situación nacional responde a una coyuntura internacional marcada por la presión de Estados Unidos, visiblemente a través de sus satélites, para ampliar el rango de aceptación de la narrativa del supuesto fraude electoral, lo que, en lo sucesivo, permitiría justificar el aumento de la presión en las formas de intervención en los asuntos internos del país.
Este hostigamiento, ejercido abiertamente en las últimas semanas, encontró eco en gobiernos subordinados a la política exterior estadounidense, que se adhirieron a la estrategia de presión contra Caracas.
"Ratificamos absoluta lealtad al ciudadano Nicolás Maduro Moros, presidente Constitucional de la República Bolivariana de Venezuela, nuestro comandante en jefe, reelecto por el Poder Popular, legítimamente proclamado por el Poder Electoral y ahora ratificado por el máximo tribunal de justicia del país, para el próximo periodo presidencial 2025-2031", dice el comunicado.
La declaración concluyó reafirmando la "voluntad inquebrantable" de defender los derechos del pueblo venezolano, centrándose en "la vida, la paz y su desarrollo integral".
Con este pronunciamiento, la alineación institucional de todos los poderes pudiera dar por cerrado uno de los objetivos inmediatos de la agenda de golpe, que por naturaleza era evidente que entre los recursos de fuerzas empleados buscaba, además de otras metas, un quiebre en las instituciones centrales y los poderes del Estado.
Despejada esa incógnita, pierde más oxígeno el fuelle que María Corina Machado, la portavoz central del golpe, ha buscado insuflar a casi un mes de la jornada comicial.
Queda por ver la secuencia de movimientos y reacciones en el frente exterior del tablero venezolano, y cuáles son los vectores que dirán desde lo internacional hasta dónde avanza ese componente de la agenda.