La captura de Hugo Carvajal en un apartamento en Madrid, capital española, el pasado 9 de septiembre es el final de una pesquisa liderada por Estados Unidos y hecha por la policía española para extraditarlo a suelo norteamericano y ser juzgado por delito de narcotráfico.
En 2019 Carvajal, también conocido como "El Pollo", se había fugado de su arresto domiciliario en Madrid luego de que la justicia española aprobara su extradicción, meses después de que saliera de Venezuela a Europa y haber reconocido a Juan Guaidó como "presidente interino" de la República Bolivariana y promocionara la invasión de la USAID de territorio colombiano al venezolano.
El cambio político de Carvajal fue aparentemente repentino, encauzado hacia la estrategia de "cambio de régimen" estadounidense, mientras estaba siendo perseguido por la DEA y la justicia de ese país.
Una investigación de La Tabla publicada en febrero de 2017 devela los entresijos de la acusación que se le endosa al ex diputado y ex militante del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), y lo pone en los linderos de una trama donde se ve envuelta la CIA y sus ratlines de narcotráfico en la región.
Un avión y la CIA
El ex fiscal Preet Bharara ante la Corte del Distrito Sur de Nueva York había acusado a Carvajal por estar referido a un embarque de 5,6 toneladas de cocaína incautado en el Aeropuerto Internacional Ingeniero Alberto Acuña Ongay en la ciudad de Campeche, México, el 10 de abril de 2006, "dentro de un avión DC-9 sobre el cual existen serios indicios de que era propiedad o estaba bajo control de la CIA", cuenta La Tabla.
La relación venezolana proviene de la información de que la aeronave arribó al Aeropuerto Internacional de Maiquetía Simón Bolívar el 5 de abril de 2006, "según los testimonios ofrecidos por los funcionarios de la compañía de servicios aéreos" que la recibió, dice el medio, "registrados por el juzgado tercero del estado Vargas que estuvo a cargo la investigación en Venezuela".
Dicho avión tiene por matrícula N900SA, registrada en Estados Unidos, y de acuerdo a "datos recabados por el periodista Daniel Hopsicker, quien se ha dedicado a investigar los nexos de la inteligencia estadounidense con el narcotráfico, no puede sino ser de la CIA".
Este avión, luego de la incautación, fue rebautizado "Cocaine One" porque, según Hopsicker, "estaba pintado para ser indistinguible de los aviones oficiales del gobierno estadounidenses del Departamento de Seguridad Nacional".
La Tabla amplía los detalles del origen de la aeronave:
Los gastos fueron pagados por el piloto Carmelo Vásquez Guerra y la facturación fue hecha a nombre de la compañía Royal Sons Inc., domiciliada en Clearwater, estado de Florida, y propietaria de la aeronave según el registro de la Administración Federal de Aviación (FAA, sus siglas en inglés).
Royal Sons está dirigida por Frederic J. Geffon, y fue la persona que contrató al piloto venezolano Alberto Damiani para traer la aeronave desde St. Petersburg a Maiquetía y entregarla a Vásquez Guerra, según su testimonio ante el CICPC.
Entre los datos que destaca Hopsicker para vincular el DC9 con la CIA están los nexos públicos de Brent Kovar con importantes líderes del Partido Republicano, incluyendo el senador Tom Maley y el ex gobernador del estado de Florida, Jeb Bush.
Jeb Bush, perteneciente a la familia de presidentes, petroleros y financieros texanos, tuvo un ascenso vertiginoso al poder financiero y político en Florida "acompañado de una fila de cadáveres, bancos fallidos e instituciones de ahorros y préstamos acusadas de blanqueo de dinero para la CIA", publicó en 2015 el periodista de investigación estadounidense Wayne Madsen.
El mismo Madsen cuenta que Jeb Bush fue uno de los principales operadores financieros del Texas Commerce Bank en Caracas a finales de la década de 1970, cuando su padre George H. W. Bush era el jefe de la CIA y, extraoficialmente, dicha entidad era "el principal enlace financiero de la CIA con la industria petrolera venezolana y los cárteles de narcóticos colombianos", un escándalo que poco trascendió en su momento. La historia completa puedes leerla aquí.
Sigue La Tabla, en torno a los dueños del avión DC-9:
Kovar encabeza un conglomerado de compañías denominadas Sky Way Comunications Holding, de la cual fue accionista fundamental Geffon. Entre esas compañías figura Sky Way Aircraft, cuyo nombre fue estampado en el DC9 imitando el emblema de los aviones del gobierno de Estados Unidos.
En 2005 Kovar solicitó la bancarrota de Sky Way Comunications Holding y Geffon se adelantó a llegar a un acuerdo como supuesto acreedor que le permitió quedarse con tres aeronaves, incluido el DC9.
Esta acción fue objetada por otros acreedores, quienes obtuvieron una orden para evitar que Geffon pudiera vender o exportar las aeronaves. Pese a ello logró sin problemas toda la documentación para que el 5 de abril de 2006 el avión pudiera volar a Venezuela. Y además que su acción no fuera investigada o sancionada por las autoridades.
Y, aun peor, ni siquiera se ha investigado el hecho de que su avión hubiera sido capturado con droga valorada en más de 100 millones de dólares en el país vecino.
Pero, como si no fuera suficiente, Geffon logró que el registro de la FAA asentara un traspaso del 'Cocaine One' a un comprador desconocido de Venezuela, hecho que se realizó el 13 de abril de 2006, es decir tres días después de su incautación en Campeche.
El paso del DC-9 por Maiquetía dio lugar para que Estados Unidos atacara al gobierno de Hugo Chávez en su momento, pretendiendo conectar al Estado venezolano con el narcotráfico.
Para despejar de los medios informativos toda conexión entre funcionarios estadounidenses, el narco y esta empresa con negocios turbios, "la historia de la incautación en México fue modificada y se asomó la existencia de un supuesto comprador venezolano o mexicano identificado como Jorge Corrales -afirma La Tabla-. En la acomodaticia reconstrucción terminaron involucrando mediáticamente al narcotraficante y empresario Walid Makled".
"El Pollo" en salsa
Aunque los medios antichavistas y el gobierno estadounidense han pretendido involucrar a Venezuela en una especie de relato fantasioso que vincula terrorismo, narcotráfico y dictadura, los hechos dictan que Hugo Carvajal, involucrado directamente o no en la acusación ante la Corte de Nueva York, no es tan inocente en cuanto a su nexo con elementos propios de la CIA y su narconegocio.
El mismo Hopsicker, en su libro Barry and the Boys, cuenta la historia de Barry Seal, un contrabandista y narcotraficante estadounidense vinculado a la CIA que fue asesinado en 1986 luego de que amenazara en público la publicación y testimonio del involucramiento de las instituciones estadounidenses y del gobierno federal en el narco global. "El gobierno de Estados Unidos mueve más droga que los narcos latinoamericanos", dijo Hopsicker, de acuerdo a su investigación, en un programa de RT en 2014.
Una investigación anterior de Misión Verdad había rastreado todos los elementos que demuestran que Estados Unidos está gobernado por un narcoestado, con la CIA y la DEA teniendo un papel preponderante, sobre todo si recordamos los detalles del papel de las agencias de inteligencia y seguridad estadounidenses en el caso Irán-Contras.
#VideoMV | ¿Cuál es el verdadero narcoestado?
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Por lo que los potenciales vínculos de Carvajal con el narco y la CIA no lucen tan descabellados, a la luz de las investigaciones.
La Tabla reseña una entrevista que hace el periodista antichavista Casto Ocando a Walid Makled, donde éste asegura que le pagaba a "allegados" del "Pollo" para hacer pasar cargamentos de droga en el aeropuerto de Maiquetía, cuando el ex general venezolano era jefe de la DGCIM.
"Por decirte un ejemplo, vamos a hablar del general Dalal Burgos, al general Dalal Burgos yo le daba una cuota semanal de 200 millones de Bolívares Fuertes, 100 millones eran para el general Hugo Carvajal y 100 millones eran para el general Dalal Burgos", precisó Makled.
Al respecto es pertinente señalar que Carvajal no tiene registros que indiquen que es propietario de activos en el exterior. Eso fue verificado exhaustivamente en Estados Unidos, España y Panamá.
Mientras en contrapartida el ex general Haissam Dalal Burgos figura como directivo de una compañía creada en 2010 en Panamá.
Si bien la entrevista está llena de datos ambiguos sobre los negocios del narcotráfico y figuras del gobierno venezolano, con énfasis en Carvajal, La Tabla pudo confirmar no solo el dato anterior sino que también pone en duda la versión estadounidense, la acusación de que la rampa cuatro de Maiquetía (usada por la aeronave presidencial venezolana) fue usada por el avión DC-9.
Por otro lado la versión sobre el uso de la rampa cuatro o presidencial no tiene ningún asidero, y por el contrario los testimonios de los trabajadores de la firma NF04 que le dio servicio a la aeronave en el aeropuerto internacional Simón Bolívar se refieren solo al uso de la rampa siete. Lo mismo aseguran los técnicos de la aerolínea LASER que de manera informal realizaron reparaciones al DC-9.
También, el medio de periodismo investigativo pudo confirmar a través de la Oficina Nacional Antidrogas (ONA) que era imposible que el cargamento incautado en México en 2006 pudiera haber sido cargado en Venezuela.
Por otro lado no hay elementos que avalen que la droga, que iba en maletas colocadas sobre los asientos, hubiera sido cargada en Caracas. Y las autoridades de la ONA determinaron que el avión fue desviado hacia Colombia, aterrizó en Barranquilla y cargó las 5 toneladas y media de cocaína. Además se reabasteció de combustible (pues no llevaba suficiente) y continuó el viaje a México.
Pero hay más:
La investigación señala, según una nota de la revista mexicana Proceso, que el avión llegó el 10 de abril al aeropuerto de Ciudad del Carmen, Campeche, a las 11:45 horas, lo que refleja un tiempo de vuelo aproximado de siete horas.
A decir de los investigadores venezolanos, esto es imposible: "El avión no tiene autonomía de vuelo de siete horas". Bajo esta lógica, de acuerdo con el reporte de inteligencia, "tuvo que aterrizar en algún sitio para poder abastecerse de combustible y poder llegar a México. Todo esto motivado porque el combustible que cargó en Venezuela no le era suficiente".
Hay más razones: "El período de vuelo desde Venezuela a Ciudad del Carmen (México) es de tres horas, existiendo una diferencia de cuatro horas restantes. El capitán (Miguel Vicente Vázquez Guerra) marcó una ruta aérea específica en el Plan de Vuelo, la cual no establecía pasar por territorio colombiano, y él mismo se desvió usando una ruta que pasa por el espacio aéreo colombiano".
Lo anterior se corrobora con una grabación entre los pilotos del DC-9 y la torre de control de Barranquilla, Colombia, en la cual piden autorización para aterrizar, presuntamente por otra emergencia, y lo hacen en esa terminal, según el informe de la Oficina Nacional Antidrogas de Venezuela, "fue subido el cargamento de cocaína que llegó a México oculto en más de 100 maletas".
Esta versión tiene mucho más sentido, tomando en cuenta que Venezuela no es territorio de producción de cocaína, siendo Colombia el mayor del mundo.
Ante la acusación por narcotráfico proveniente de Estados Unidos, Carvajal había confirmado en febrero de 2017 "mi firme decisión de trasladarme a Estados Unidos para prestar declaración siempre y cuando se levante previamente la orden de detención emitida en mi contra".
La reputación de Carvajal se vino abajo no solo con las acusaciones de narcotráfico, sino también por su apoyo de la estrategia estadounidense cristalizada en el "proyecto Guaidó", cuyo legado ha sido el de atacar y robar a la República Bolivariana desde todos los flancos posibles. Aunque el antichavismo quiera endosar al Gobierno Bolivariano los crímenes que pudo haber cometido el "Pollo", éste responde a la agenda estadounidense y contra el Estado venezolano.