El gobierno venezolano, a través de su cancillería, rechazó el pasado martes 3 de diciembre la instalación de bases militares del Comando Sur de Estados Unidos en Guyana. Mediante un comunicado, consideró las actividades militares en el vecino país como "un riesgo contra la estabilidad regional y viola los principios del Derecho Internacional, especialmente lo pactado en el Acuerdo de Ginebra de 1966".
El presidente de Guyana, Mohamed Irfaan Ali, quien estudió en el Centro William J. Perry de Estudios Hemisféricos de Defensa, visitó el Comando Sur el pasado miércoles 4 de diciembre y se reunió con el recién designado comandante, Alvin Holsey, para discutir la asociación de defensa bilateral.
Ante ello el presidente venezolano, Nicolás Maduro, calificó de "inaceptable" la consolidación de instalaciones militares de Estados Unidos en Guyana, luego de que el gobierno de Ali reinaugurara el Aeródromo Brigadier Gary Beaton, ubicado en el estado Guayana Esequiba de Venezuela.
Además, el mandatario acotó que "en lo económico y político la ExxonMobil manda en Guyana, no se mueve nada ahí si no tiene la orden de la ExxonMobil. Eso es muy vergonzoso para la dignidad de los pueblos del Caribe (…) creo que su historia de República Cooperativa la traicionó Irfaan, ahora será la colonia de la ExxonMobil de Guyana, actúa como colonia".
Un negocio provechoso… para Exxon
El pasado 1º de noviembre, la corporación energética estadounidense ExxonMobil anunció la mayor producción de líquidos en más de 40 años con 3,2 millones de barriles por día (b/d). Las cifras corresponden al tercer trimestre de 2024 (3T24) y constituyeron ganancias de 8 mil 600 millones de dólares, o 1,92 dólares por acción asumiendo dilución, refleja la nota de prensa de la compañía.
En lo que va del año la empresa ha generado 26 mil 100 millones de dólares frente a 28 mil 400 millones de dólares en el mismo período del año pasado, lo que significa una disminución. Esta se atribuye a los menores volúmenes base debido a las desinversiones de activos no estratégicos y al mantenimiento programado. Sin embargo, el fuerte crecimiento del volumen de los activos de Guyana y el Pérmico, incluida la compra de la petrolera Pioneer, y el aumento de las ventas de productos de alto valor, compensaron con creces dichas pérdidas.
Además, los márgenes de refinación de la industria y los precios del gas natural disminuyeron con respecto a los niveles históricamente altos del año pasado.
Un análisis publicado en Nasdaq, publicado el 24 de noviembre, la califica como "un sorprendente ganador del mercado de valores este año" debido a que sus acciones han subido 20% en lo que va de 2024, se acercan a su máximo histórico, ello a pesar de los lentos precios de la energía y de que el sector en general pasó a un segundo plano frente al entusiasmo de las empresas tecnológicas de alto crecimiento.
LO QUE IMPLICA GUYANA PARA ESTADOS UNIDOS
Guyana es considerada una filial de Exxon, los datos muestran que la actividad petrolera de la empresa en ese país es fundamental para sus finanzas. Además, la influencia de la corporación sobre su dirigencia política es evidente, al punto de que el gobierno guyanés ha acentuado su discurso contra Venezuela, lo cual compagina que el hecho de que el Comando Sur estadounidense desarrolle operaciones y se instale en sus emplazamientos militares. Esto forma parte del aseguramiento estratégico de los recursos energéticos, por parte de Washington, ubicados en la fachada atlántica venezolana.
Un informe de la Administración de Información Energética de Estados Unidos afirma que los agresivos planes de producción de Exxon ya han convertido a Guyana en el tercer país productor de petróleo de más rápido crecimiento, fuera de la OPEP, en los últimos años.
Al respecto, una nota de Bloomberg destaca que ese Estado ha sido una parte vital de la reactivación de las acciones de la transnacional después de la pandemia, porque el crudo extraído se encuentra entre los más rentables fuera de Asia Occidental, con un costo de equilibrio de menos de 35 dólares el barril.
Los acuerdos con Exxon y sus socios son ampliamente favorables a estas empresas, sin embargo la economía de Guyana creció 49,7% en el primer semestre de 2024 y el sector petrolero representó 67% de ese incremento.
Exxon ha realizado más de 30 descubrimientos importantes, que representan más de 11 mil millones de barriles de reservas recuperables. Opera con una participación de 45% en el bloque Stabroek y se asocia con Hess Corp, entre otras.
Tres de sus proyectos (Liza Fase 1, Liza Fase 2 y Payara) están produciendo una media de más de 650 mil b/d. Un comunicado emitido por Hess, junto a sus socios, en el mencionado bloque indica que "existen planes para aumentar la capacidad de producción a más de 1,3 millones b/d al día a finales de 2027, cuando el consorcio liderado por Exxon en Guyana prevé tener los seis proyectos en marcha y funcionando en alta mar".
El Stabroek de 6,6 millones de acres (26 mil 709 km2, aproximadamente), forma parte de la usurpación marítima, por parte del vecino país, de la histórica y natural proyección atlántica del delta del Orinoco hacia el océano Atlántico. Venezuela posee derechos en la zona, las actividades son una amenaza geopolítica a su integridad territorial y a su soberanía en la Guayana Esequiba.
En días recientes la filial ExxonMobil Guyana Limited se retiró de las negociaciones sobre el bloque S8, un espacio de aguas poco profundas que había ganado en la primera ronda de licencias del país. Junto a sus socios expresó preocupación por las medidas punitivas descritas en el nuevo acuerdo de participación; el plazo relativamente corto fijado para programas de trabajo agresivos y el aumento de la burocracia.
Además, existe preocupación en Guyana respecto al triunfo de Trump debido a sus políticas proteccionistas, que incluirían la promoción de la producción de petróleo de Estados Unidos por encima de las importaciones, y una postura de línea dura hacia China, país propietario de Cnooc.
NUEVO PROYECTO: HAMMERHEAD
Sin embargo, ExxonMobil estima poner en funcionamiento un nuevo proyecto en Guyana aproximadamente cada 18 meses. El próximo, denominado Hammerhead, que sería el séptimo, prevé extraer hasta 180 mil b/d para 2029. El director nacional de la filial, Alistair Routledge, destacó su potencial para mejorar la capacidad de producción general del país a casi 1,5 millones de b/d, un nivel a la par de Nigeria, país miembro de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP).
Exxon encargó al astillero SBM Offshore un buque flotante de producción, almacenamiento y descarga (o FPSO) para adaptarse a las necesidades específicas del campo petrolero objetivo. Este, llamado "One Guyana", zarparía el primer trimestre de 2025 y se estacionará en el descubrimiento de Yellowtail. Será el más grande en alta mar en Guyana.
Otros actores del mercado petrolero están invirtiendo activamente en exploración y perforación. Petrobras y TotalEnergies están considerando inversiones en regiones específicas de Guyana, cuya producción petrolera se anticipa que se incrementará de manera constante.
PERSPECTIVAS PARA VENEZUELA
Estados Unidos, mediante Exxon, busca socavar la OPEP+ alentando operaciones en Stabroek e impactando sobre los mercados con cuotas de producción por parte de Guyana, que van en ascenso. Para Venezuela, la nueva administración Trump pudiera implicar un mayor apoyo a las acciones de la empresa en el vecino país debido al nexo con los intereses corporativos.
El eventual retiro del Acuerdo de París, por parte de Estados Unidos, bajo la nueva administración Trump podría afectar a Guyana que, aunque privilegia sus exportaciones hacia Europa, requiere de las ventas al país norteamericano como parte importante de sus ingresos fiscales. Sin embargo, la simbiosis Trump-Exxon es legendaria y ha tenido un actor clave: Rex Tillerson. El que fuera director ejecutivo de dicha empresa dejó el cargo en 2016 para ser nombrado Secretario de Estado.
Sin embargo, la relación entre el presidente y la transnacional presenta algunos hiatos debido a una eventual salida de Estados Unidos del Acuerdo de París. El actual director ejecutivo de Exxon, Darren Woods, dijo que Trump debería mantener a su país: "No creo que las paradas y arranques sean lo correcto para los negocios", dijo Woods al Wall Street Journal en noviembre pasado. "Es extremadamente ineficiente. Genera mucha incertidumbre", agregó.
Los movimientos de la saliente administración Biden en Guyana formarían parte de la oleada de acciones enfiladas hacia complejizar la agenda geopolítica del gobierno entrante, se trata de que invierta tiempo, popularidad y capital político en reorientar o desarticular decisiones como el permiso de lanzamiento de misiles de largo alcance hacia Ucrania o decisiones migratorias de gran calado.
Las crecientes inversiones de Exxon y la instalación de bases por parte del Comando Sur en Guyana indican que el camino elegido por el vecino país no pasa por el Acuerdo de Ginebra. Aunque Venezuela mantiene la decisión de dialogar y llegar a una decisión política, ratificada en el referendo de 2023, queda abierta la expectativa respecto a la postura estadounidense frente al avance de la transnacional en el territorio disputado, una vez Trump asuma la presidencia. Sin embargo, los datos y hechos apuntan a un apoyo claro.
Lo visto denota la insistencia de Estados Unidos por intervenir en la región y obtener el mayor beneficio a partir de recursos baratos, lo que asoma nuevas dificultades en la conformación de América Latina y el Caribe como un núcleo dentro del surgimiento de la multipolaridad a escala global. Es ahí donde se enfocan, en lo macro, la pugna y sus derivaciones.