El Banco Central de Venezuela (BCV) ha publicado cifras que revelan una disminución significativa en la inflación. Durante el mes de junio el indicador cerró en 1,0%, la más baja para ese mes en 39 años y en casi 12 años para cualquier mes. Este dato representa un hito en la lucha contra la hiperinflación inducida, un logro que se ha ido consolidando durante los últimos meses y que se traduce en una mayor estabilidad económica.

El Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) registró un descenso de 0,5% en comparación con el cierre de mayo, cuando marcó 1,5%. Cabe precisar que se trata de la cifra más baja desde julio de 2012, es decir, 12 años, cuando también el INPC marcó 1%. Asimismo, es la menor para un mes de junio en 39 años.

Además, los datos del BCV muestran una inflación acumulada de 8,9% en los primeros seis meses del año, la más baja para un periodo similar desde 2012. 

Programa de recuperación y diálogo nacional

En un contexto marcado por la guerra económica y sanciones unilaterales, datos como los anteriores cobran mayor relevancia; Venezuela ha emprendido una estrategia de recuperación basada en la unión de esfuerzos entre el Estado, los sectores productivos y el pueblo organizado. Este modelo de diálogo y desarrollo, plasmado en el Programa de Recuperación Económica, tiene en el Consejo Nacional de Economía Productiva un elemento crucial para la reactivación del país.

Creado en 2018, nació como una iniciativa sin precedentes en la historia venezolana. Su objetivo central es la construcción de una agenda común para la recuperación económica, en la que convergen las visiones y propuestas de empresarios, trabajadores, comunidades y el gobierno. Esta plataforma de diálogo, un espacio de colaboración y cocreación, ha sido fundamental para superar los desafíos impuestos por la injerencia extranjera.

El Consejo Nacional de Economía Productiva no solo ha servido como una instancia para la discusión y la búsqueda de soluciones conjuntas, sino que también ha impulsado la creación de un sistema económico más inclusivo y resiliente. La participación del Poder Popular, a través de cooperativas, empresas comunales y movimientos sociales, ha sido un elemento clave en este proceso.

La evidencia de este esfuerzo conjunto se refleja en los resultados recientes, que son reconocidos por organismos internacionales como el FMI, el cual pronostica un crecimiento del PIB de 4% en 2024, lo que posiciona a Venezuela como uno de los países con mayor crecimiento en la región.

Bajo la dirección de la vicepresidenta ejecutiva Delcy Rodríguez, este organismo ha sido un instrumento crucial de cara a la estabilización económica. Su labor ha estado marcada por la búsqueda constante de soluciones innovadoras y la creación de mecanismos de cooperación entre los diferentes sectores productivos. Su regionalización, un paso estratégico para fortalecer el diálogo permanente con las comunidades y sectores productivos a escala local, es una muestra de la visión integral y el compromiso del gobierno con el desarrollo económico.

La experiencia del Consejo Nacional de Economía Productiva en Venezuela ofrece un modelo valioso para la construcción de una economía más equitativa, resiliente y próspera. Este modelo de diálogo y colaboración, que busca superar las diferencias para construir un futuro común, demuestra la capacidad del país en aras de superar adversidades y construir un camino hacia la recuperación sostenible.

Nuevo aire en el panorama empresarial

Las recientes declaraciones de Adán Celis Michelena, presidente de Fedecámaras, indican una mayor sintonía del sector empresarial con el gobierno venezolano en materia económica.

En una entrevista, Celis Michelena ha destacado la importancia del diálogo entre Estados Unidos y Venezuela como un camino para acercar posiciones y construir soluciones. Además, ha expresado el compromiso de Fedecámaras de apoyar al ganador de los próximos comicios presidenciales, con lo cual reconoce la legitimidad del proceso electoral.

El vocero empresarial ha reconocido la necesidad inaplazable de un cambio de modelo económico, afirmando que el antiguo esquema fundado en la renta petrolera ya no es sostenible: "El modelo anterior se basaba en un chorro de petróleo que había en el país y eso daba para todas las ineficiencias", dijo, destacando la necesidad de una economía impulsada por la producción, por la generación de impuestos justos y por la competitividad.

El Presidente de Fedecámaras ha abogado por la creación de "una economía moderna que logre generar más igualdad" y ha rechazado las sanciones financieras internacionales como un obstáculo para el crecimiento.

Los avances y logros alcanzados en algunos indicadores como crecimiento, reducción de la inflación y estabilidad cambiaria son muestras inequívocas del camino correcto por el que transita la economía nacional, sin que su recorrido implique un viraje a políticas de austeridad y shock económico que tanto daño hacen a la ciudadanía y que se han puesto de moda en algunos países de la región.