El sector financiero internacional despertó su interés recientemente por los bonos venezolanos, cuyo valor ha repuntado cotizándose entre 10 y 11 centavos por dólar, frente a los 8 a 9 centavos de hace unas semanas.
El precio de los bonos de deuda emitidos por Petróleos de Venezuela, S.A. (PDVSA) y el Banco Central de Venezuela (BCV) tienen hoy valores ínfimos si se compara con los de años anteriores.
En 2016, en medio de las primeras acciones no formales de bloqueo contra la economía venezolana, situación que era anunciada como de "incertidumbre" y era además mediada por calificaciones de riesgo negativas contra el país pese al cumplimiento de los compromisos de deuda, el rendimiento de estos bonos —que contaban con un cupón de 9,25%— superaba 28%, una cifra que para entonces cuadruplicaba el rendimiento de los bonos argentinos.
En otras palabras, los bonos venezolanos se cotizaban con un alto valor en el mercado dado el respaldo que el gobierno venezolano les daba mediante el cumplimiento de sus compromisos de deuda.
Ese mismo año costaban entre 70 y 80 centavos de dólar pese a que ya había impactos graves sobre las finanzas venezolanas debido a los decaídos precios del petróleo y al sabotaje económico interno. Un estudio de la agencia Reuters los calificó de "rentabilidad impresionante".
Pero en agosto de 2017 el gobierno de Donald Trump emitió una batería de sanciones contra la economía venezolana, vetó el país de poder transar su deuda existente y además prohibió a cualquier entidad financiera vinculada directa o indirectamente con Estados Unidos realizar negocios con mecanismos de deuda emitidos por Venezuela.
Entonces, el presidente Nicolás Maduro increpó las medidas mediante predicciones que terminaron siendo ciertas:
"Afectan directamente a los tenedores de bonos o instrumentos financieros de deuda en los Estados Unidos. ¿Por qué lo hacen? Porque el gobierno de Estados Unidos y la oposición han buscado que Venezuela caiga en default, que Venezuela no pague (...) Se le quemaron los bonos en las manos", agregó el mandatario.
En efecto, las medidas de bloqueo han impedido a Venezuela financiar su economía mediante las exportaciones petroleras, han torpedeado su relacionamiento en el sistema financiero internacional y han imposibilitado su manejo de deuda. Como consecuencia, el país no pudo saldar sus compromisos de deuda y los bonos venezolanos cayeron en default (impago), llevando su valor a precios mínimos.
Expectativas por diálogos Caracas-Washington
Diversas agencias especializadas en temas económicos han referido hace poco que los precios de los bonos del gobierno venezolano han subido en las últimas semanas a medida en que los inversionistas especulan que el gobierno del presidente Nicolás Maduro se está acercando a un avance diplomático que podría llevar a un alivio de las sanciones estadounidenses, según Financial Times (FT).
Ahora, los tenedores de bonos dicen que las filtraciones desde Washington que apuntan a avances en las conversaciones secretas y de larga duración con Caracas han ayudado a provocar un repunte de los bonos:
"Al gobierno de Estados Unidos le gustaría llegar a un acuerdo con Maduro porque esto resolvería dos cuestiones relacionadas con la reelección del presidente Biden: la migración de venezolanos a Estados Unidos y los intentos ruso-saudíes de exprimir el mercado petrolero", dijo un tenedor de bonos al FT.
Hans Humes, director ejecutivo de la firma de inversión de mercados emergentes Greylock Capital, explicó al medio británico que las especulaciones sobre el progreso en las negociaciones entre Estados Unidos y Venezuela habían impulsado los precios en las últimas semanas:
"Sabemos que [las conversaciones] podrían fracasar en cualquier momento, pero los intereses —de los dos gobiernos— han estado alineados durante mucho tiempo", dijo.
Los intereses y el "juego" informativo
Aunque la deuda emitida por PDVSA y el BCV actualmente no paga intereses regulares, algunos compradores están interesados en adquirirla para lucrarse con ella en una eventual reestructuración de los bonos del país, es decir, un proceso en el que Venezuela decida cancelar su deuda a quienes posean los papeles, pero esto dependería de una negociación por parte del gobierno venezolano y los bonistas.
Durante 2019 y hasta 2021, el llamado "pseudo gobierno interino" que encabezaba Juan Guaidó intentó mediar la situación de Venezuela frente a los bonistas, en una maniobra que procuró hacerse de importantes recursos nacionales congelados en el extranjero para supuestamente responder ante los acreedores de deuda.
Según el Financial Times, el hecho de que los precios de los bonos soberanos de Venezuela hayan subido es un signo de que los inversores especulan que el gobierno de Maduro "se está acercando" a un acuerdo "que podría llevar a un alivio de las sanciones". https://t.co/ivKVZzyVFc
— MV (@Mision_Verdad) September 13, 2023
En efecto, lograron usar 70 millones de dólares pertenecientes a la nación para pagar los intereses del bono PDVSA 2020. Sin embargo, el gobierno estadounidense no autorizó más desembolsos y mantuvo el dinero retenido.
Guaidó presuntamente se habría coordinado conjuntamente con varias firmas y corredores de bolsa que negociaban con los bonos venezolanos, presionando por una liberación de recursos y hacerse del dinero nacional. Esta operación, aunque resultó fallida, hizo que momentáneamente los bonos subieran de precio antes de que cambiaran de manos.
Posteriormente, tanto el "interinato" como la llamada "AN 2015" han emitido algunas medidas pseudoadministrativas y pseudolegales para extender el plazo legal de los bonos.
Durante estos años se han difundido rumores basados supuestamente en "informaciones confiables" de que el gobierno estadounidense autorizaría el uso de recursos para pagar bonos.
En otro orden de ideas, el escenario de una "luz verde" que mediante licencias autorice transacciones con los bonos venezolanos en el mercado estadounidense sigue siendo distante.
Incluso una relajación de la prohibición comercial estadounidense probablemente resultaría en grandes aumentos de precios de los bonos, dado que los abriría a la demanda de un grupo mucho más amplio de inversores. Tal vez este escenario no cuente con el respaldo del gobierno venezolano porque sus condiciones económicas no aplican para asumir compromisos de deuda en términos más costosos.
Nick Lawson, director ejecutivo de la corredora londinense Ocean Wall y tenedor de bonos venezolanos desde finales de 2021, dijo al FT que creía que la deuda emitida por la nación sudamericana podría subir mucho más:
"Cuba cotiza a 6 centavos de dólar (...) el Líbano, que no tiene recursos naturales, cotiza a 11 centavos. Creemos que, en una perspectiva de tres o cuatro años, podríamos recuperar 75 centavos. La asimetría entre riesgo y recompensa es convincente".
Una "fuente cercana" a las supuestas conversaciones insistió al FT que podrían llegar noticias positivas en las próximas semanas: "Existe la posibilidad de llegar a un acuerdo sobre una base más amplia", dijo, explicando que esto consistiría en una serie de pasos dados por Estados Unidos y Venezuela hacia la normalización de las relaciones, en lugar de un solo anuncio.
La aparente negociación activa entre Caracas y Washington no ha sido confirmada formalmente por los gobiernos de los países y hasta ahora todo está en el ámbito de los rumores y la información supuestamente "privilegiada".
Tampoco es la primera vez que se aluden conversaciones entre Washington y Caracas que terminaron incidiendo coyunturalmente en los precios de los bonos.
Diversos corredores de bolsa han vendido bonos venezolanos como categoría "basura" a tenedores en el mundo asiático —occidental y oriental—, y en muchos casos se ha aplicado el método de apostar a que se inflen sus precios con base en las perspectivas de una distensión entre Venezuela y Estados Unidos.
De acuerdo con el medio estadounidense Bloomberg, en marzo pasado Claudio Zampa, fundador y gestor en Suiza de Magnart Capital Management Ltd, realizó compras de bonos venezolanos en mora a muy bajo precio.
Zampa dijo que en su fondo había mucho interés por los bonos venezolanos, pues podrían subir de precio porque supuestamente "había un acuerdo ya en vigor entre Washington y Caracas, logrado en febrero" y que entonces estaba por anunciarse.
En efecto, los bonos habían subido a casi 10 centavos de dólar para el momento, pero luego su precio cayó ante la falta de anuncios oficiales sobre acuerdos. Aquello pareció ser una maniobra de falsa información.
Por demás, los mercados de deuda venezolana se encuentran en el centro de las negociaciones que pudieran aliviar el esquema de sanciones estadounidenses contra Venezuela, con vientos a favor y en contra.