Mientras el bombardeo israelí en Gaza entraba en su tercera semana, dejando más de 5 mil muertos y al menos 1 millón de residentes desplazados, un think-tank con sede en Tel Aviv publicaba un plan para la solución final del autoproclamado Estado judío.

En un libro blanco publicado más de una semana después del ataque sorpresa dirigido por Hamás contra bases militares y kibutz israelíes, el Instituto para la Seguridad Nacional y la Estrategia Sionista esbozó "un plan de reasentamiento y rehabilitación final en Egipto de toda la población de Gaza", basado en la "oportunidad única y poco frecuente de evacuar toda la Franja de Gaza" que brindaba el último asalto israelí al enclave costero asediado.

Publicado en hebreo en el sitio web de la organización, el documento fue escrito por Amir Weitman, "un gestor de inversiones e investigador visitante" en el Instituto, quien también lidera el grupo libertario del gobernante partido Likud de Israel. Comenzaba señalando que hay 10 millones de viviendas vacantes en el vecino Egipto, las cuales podrían llenarse "inmediatamente" con palestinos. Weitman aseguraba entonces a los lectores que el "plan sostenible (…) se alinea bien con los intereses económicos y geopolíticos del Estado de Israel, Egipto, Estados Unidos y Arabia Saudita". La propuesta de limpieza étnica de Weitman se hace eco de los planes de traslado forzado avanzados en los últimos días por antiguos funcionarios, al tiempo que aprovechan las órdenes de evacuación dadas a toda la población civil del norte de Gaza por el ejército israelí.

El siniestro proyecto de Weitman imaginaba a Israel comprando estas propiedades a un coste de entre 5 mil y 8 mil millones de dólares, un precio desorbitado que refleja solo entre 1 y 1,5% del PIB israelí.

"Estas sumas de dinero —necesarias para limpiar Gaza— son mínimas en relación con la economía israelí", postula Weitman. "Invertir individualmente miles de millones de dólares para resolver este asunto difícil es una solución innovadora, barata y sostenible". Weitman reconoció que su plan equivale prácticamente a que Israel "compre la Franja de Gaza", y argumenta que el traslado sería "una inversión muy rentable" para los sionistas porque "añadiría mucho valor con el tiempo". Afirmó que las "condiciones del terreno" en la zona proporcionarían a "muchos" colonos israelíes una alto nivel de vida, lo que permitiría una expansión de los asentamientos en Gush Dan, cerca de la frontera egipcia, y daría "un tremendo impulso a los asentamientos en el Néguev". En diciembre de 2021 Tel Aviv aprobó planes para establecer cuatro asentamientos en Néguev que albergarían 3 mil familias de colonos.

Una guerra genocida para acabar con todas las guerras

Aunque Egipto ha rechazado hasta ahora la presión israelí para un éxodo masivo de residentes de Gaza a través del cruce meridional de Rafah, Weitman argumentó que El Cairo le dará la bienvenida a los refugiados palestinos como un "estímulo inmediato" que "proporcionará un beneficio tremendo e inmediato al régimen de al-Sisi".

También afirma que es probable que los principales acreedores de El Cairo (entre ellos Francia, Alemania y Arabia Saudita) acojan con satisfacción una economía egipcia revitalizada, cortesía de la "inversión israelí" en el traslado permanente de los israelíes. Conjetura que Europa occidental acogerá con beneplácito "el traslado de toda la población completa de Gaza a Egipto" porque "reducirá significativamente el riesgo de inmigración ilegal (…) Una ventaja tremenda". Mientras tanto, espera que Riad acepte la medida debido a que "la evacuación de la Franja de Gaza significa la eliminación de un importante aliado de Irán".

La limpieza étnica de Gaza significaría el fin de las "incesantes y repetidas rondas de combates que inflaman el fuego del odio contra Israel". Además, "el cierre de la cuestión de Gaza garantizará un suministro estable y cada vez mayor de gas israelí a Egipto y su licuefacción", procedente de las vastas reservas incautadas por Israel cerca de las costas de la Franja. A su vez, se espera que los palestinos aprovechen la oportunidad de ser trasladados a la fuerza de sus hogares en lugar de "vivir en pobreza bajo el gobierno de Hamás". Por tanto, es necesario que Israel "cree las condiciones adecuadas" para que "emigren" de Gaza a El Cairo. Weitman señaló que los 2 millones de habitantes de Gaza "constituyen menos de 2% de la población egipcia total, que hoy ya incluye a 9 millones de refugiados. Una gota en el océano".

El documento concluía de manera siniestra: "No hay duda de que para que este plan fructifique deben darse muchas condiciones al mismo tiempo. Actualmente, estas condiciones se cumplen y no está claro cuándo volverá a presentarse una oportunidad así, si es que alguna vez se presenta. Este es el momento de actuar. Ahora".

"Si queremos seguir vivos, tendremos que matar, matar y matar"

Por bárbaras que puedan parecer estas propuestas, reflejan lo que muchos funcionarios israelíes parecen estar murmurando en privado, y lo que al menos un antiguo asesor del gobierno ha impulsado abiertamente como solución altruista al "problema" palestino.

"Hay una enorme extensión, un espacio casi interminable en el desierto del Sinaí, justo al otro lado de Gaza". El exviceministro de Asuntos Exteriores de Israel, Danny Ayalon, hizo eco de la lógica genocida sionista detrás de la propuesta de Weitman en una entrevista con Marc Lamont Hill de Al Jazeera: "La idea es —y no es la primera vez que se hará— que se vayan a las zonas abiertas donde nosotros y la comunidad internacional prepararemos la infraestructura, ya sabes, diez ciudades con comida y agua, igual que para los refugiados de Siria".

En 2004 el demógrafo sionista Arnon Sofer, de la Universidad de Haifa, presentó directamente al gobierno de Ariel Sharon planes detallados para el aislamiento de Gaza. Esto implicaba la retirada total de las fuerzas israelíes de la zona y la construcción de un estricto sistema de vigilancia y seguridad para garantizar que nada ni nadie entrara o saliera sin permiso sionista. Predijo una matanza perpetua: "Cuando 2,5 millones de personas vivan en una Gaza cerrada, será una catástrofe humana. Esas personas se convertirán en animales aun más grandes de lo que son hoy (…) La presión en la frontera será espantosa. Será una guerra terrible. Así que, si queremos seguir vivos, tendremos que matar, matar y matar. Todo el día, todos los días (…) Lo único que me preocupa es cómo garantizar que los niños y los adultos que tendrán que matar puedan volver a casa con sus familias y ser seres humanos normales".

El Instituto ha presentado una fantasía pulida y fácil de lograr, el mismo objetivo propuesto para Sofer. Para que tengo éxito, lo único que tienen que hacer los palestinos es deponer las armas y dirigirse hacia el desierto del exilio permanente.

Kit Klarenberg es un periodista de investigación que explora el papel de los servicios de inteligencia en la configuración de la política y las percepciones.

Este artículo fue publicado originalmente en inglés en The Grayzone el 24 de octubre de 2023, la traducción para Misión Verdad fue realizada por Camila Calderón.