Dom. 10 Noviembre 2024 Actualizado ayer a las 8:39 pm

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Protesta en contra del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, en Jerusalén (Foto: AFP)

Israel al borde de la anarquía constitucional

A pesar de las protestas callejeras masivas que datan desde enero y de la presión internacional sobre el primer ministro Benjamin Netanyahu para que deseche el proyecto, la medida de reforma judicial ya es ley. Fue aprobada por 64 votos a favor y 0 en contra en medio del boicot de la oposición. El proyecto de ley suprime la "cláusula de la razonabilidad", que la corte suprema puede utilizar para anular nombramientos indebidos del gobierno y decisiones ejecutivas.

El gobierno del primer ministro Netanyahu es el régimen religioso de ultraderecha más radical de la historia de Israel. Los israelíes temen que los fundamentalistas de la alianza gobernante del susodicho aprueben en la Knéset proyectos de ley que despojen de sus derechos a una sociedad mayoritariamente laica. El ministro de seguridad nacional, Itamar Ben-Gvir, condenado en el pasado por ocho cargos de terrorismo y crímenes de odio, amenaza con que este proyecto de ley es solo el principio de un proceso para cambiar el tejido laico de Israel.

Lo que más les preocupa a los activistas de los derechos de la mujer es la perspectiva de nuevas leyes que le hagan complicado a una mujer divorciarse o tener un aborto. Ben-Gvir y sus aliados ultrarreligiosos quieren instituir leyes en las que se utilice la orden religiosa judía para los asuntos de la mujer en lugar de la ley civil secular, y ampliar masivamente el poder de las cortes religiosas estatales. Por primera vez en 15 años, se concedería a las cortes rabínicas el poder de oficiar sobre asuntos civiles, lo que les daría el mismo estatus que la justicia laica.

Las cortes rabínicas no admiten juezas, y a veces no admiten testigos femeninos ni siquiera en caso de maltrato doméstico. Los abortos solían ser aprobados por un comité, pero los partidos religiosos que ahora tienen el control están en contra de tal práctica. Una corte suprema impotente podría privar a las mujeres del derecho a elegir.

Con la suprema corte ahora al margen de la discrepancia, el gobierno dirigido por los partidos extremistas puede transformar Israel en una forma autoritaria de gobierno. Netanyahu es incapaz de frenar a los extremistas porque su alianza con ellos es lo único que lo mantiene fuera de la cárcel por cargos de corrupción.

Le rogaron a Netanyahu que detuviera la reforma judicial y advirtieron de una guerra civil inminente

La sociedad israelí suele permanecer unida frente a la resistencia palestina, pero esta vez los cañones de agua se han dirigido contra manifestantes judíos pacíficos, no árabes. Ben-Gvir calificó a los manifestantes de anarquistas que suponían un peligro para el Estado e incluso para la vida de algunos políticos y ordenó una política de tolerancia cero. La nueva ley ha dividido el país, incluso el ejército ha fijado posición políticamente. Cientos de militares israelíes se comprometieron a no ejercer sus funciones en oposición a la ley de reforma judicial; a ellos se les unió la asociación médica y el sindicato.

El expresidente Reuven Rivlin le rogó a Netanyahu que detuviera la ley de reforma judicial y advirtió una guerra civil inminente. El exprimer ministro Yair Lapid, líder centrista de la oposición, dijo: "El gobierno declaró una guerra de desgaste contra sus propios ciudadanos".

Netanyahu, junto con su hijo y su hermano, han señalado al presidente estadounidense Joe Biden como el instigador y financiador de las protestas callejeras multitudinarias contra la ley.

Ben-Gvir, conocido por su radicalismo, ha sido condenado por sedición y pertenencia a un grupo terrorista. Ha reclamado un estado judío religioso que incluya los territorios palestinos y ha rechazado la democracia por considerarla "no judía". Odia a los árabes y dice que hay que expulsarlos. Sigue una doctrina política según la cual dar un puñetazo en la cara a un gentil es una alabanza a Dios.

Ben-Gvir y su partido Poder Judío abogan por la "guerra total" contra los enemigos de Israel y creen que hay que obligar a los palestinos a abandonar la tierra entre el río Jordán y el mar Mediterráneo. La posibilidad de deportaciones masivas de palestinos existe ahora que se aprobó el proyecto de reforma judicial.

La administración Biden, junto con Trump, Obama y Bush, han abdicado de cualquier papel en el avance de la Solución de dos Estados que es una resolución de la ONU y la política oficial estadounidense.

La opinión pública israelí se ha contentado con permanecer impasible y ver cómo los palestinos sufrían entre ellos la falta de derechos humanos y de libertad, pero ahora los papeles cambiaron. Los palestinos nunca tendrán libertad hasta que sus vecinos judíos la exijan y estén dispuestos a pelear por la democracia y la libertad de todas las personas que viven en Israel y los territorios ocupados.


Este artículo fue escrito por Steven Sahiounie el 30 de julio de 2023, publicado originalmente en Strategic Culture y traducido para Misión Verdad por Camila Calderón.

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