Mié. 12 Marzo 2025 Actualizado ayer a las 5:47 pm

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Un escenario que conviene cada vez más a los intereses compartidos de Estados Unidos y Rusia de cara a su "Nueva distensión" (Foto: Efrem Lukatsky / AP Photo)

El futuro de Ucrania: ¿un "Estado tapón" o un "Estado puente"?

El primer ministro húngaro, Viktor Orbán, predijo a finales del mes pasado que "Ucrania, o lo que quede de ella, volverá a ser una zona tampón" entre la OTAN y Rusia una vez que el conflicto termine inevitablemente. Su razonamiento es que se mantendrá fuera de la OTAN, pero también es poco probable que caiga completamente bajo el dominio de Rusia. Esto es lógico, pero también es posible otro escenario, a saber, que Ucrania se convierta en un "Estado puente", lo que podría ayudar a reparar las relaciones ruso-occidentales o, al menos, ruso-estadounidenses.

Para explicarlo, los objetivos de Rusia de desmilitarizar y desnazificar Ucrania no pueden obtenerse fácilmente de forma unilateral en el sentido de que Moscú lo imponga por la fuerza, y mucho menos mantenerlo indefinidamente. Más realistamente requiere un gobierno obediente en Kiev para llevarlos a cabo. Esto explica los términos contenidos en el borrador del tratado de paz de la primavera de 2022, saboteado por el Reino Unido y Polonia. Estos dos países y su patrocinador común, Estados Unidos, no querían ese resultado ya que pensaban que podían derrotar estratégicamente a Rusia.

Sin embargo, los cálculos de Estados Unidos cambiaron tras la histórica victoria electoral de Trump hasta el punto de que su país está ahora dispuesto a hacer más concesiones que Rusia en busca de una "Nueva distensión". Este acuerdo se considera mucho más importante para Estados Unidos que seguir armando a Ucrania contra Rusia debido a que podría llevar a erosionar parte de la ventaja competitiva de China frente a Estados Unidos al incentivar a Rusia a limitar la cooperación militar y de recursos con ella.

Los lectores pueden obtener más información sobre los contornos de su incipiente acuerdo aquí, aquí y aquí, que por supuesto también podría verse contrarrestado por acontecimientos inesperados o no alcanzarse en su totalidad, pero que en general es lo que quieren lograr. En el caso de que tengan éxito, un llamado "gobierno moderado" podría finalmente tomar el poder en Kiev después de que se celebren elecciones, especialmente si Trump coacciona a Zelenski para que no se presente o autoriza a sus servicios de inteligencia a apoyar a quienquiera que sea su rival, dadas sus tensiones.

Eso sería un resultado histórico porque quien sustituya a Zelenski podría muy bien implementar los objetivos de desmilitarización y desnazificación que Rusia ha tratado de conseguir los últimos tres años, con la plena aprobación de los Estados Unidos de Trump como contrapartida por cualquier otra cosa que ambos países acuerden. Si bien es posible que el comercio ruso-ucraniano nunca vuelva a su nivel anterior a 2014 debido al Acuerdo de Asociación de Ucrania con la Unión Europea (UE) y otros pactos económicos similares, esto supondría un gran avance hacia el acercamiento.

Por tanto, la relativa normalización de las relaciones ruso-ucranianas puede llevar a que Ucrania se convierta mucho más en un "Estado puente" que en un "Estado tapón" en lo que respecta al mantenimiento de la "Nueva distensión" entre Rusia y Estados Unidos. Que esto conduzca o no a un acercamiento gradual de las relaciones entre Rusia y la UE dependerá de la respuesta de Bruselas a estos posibles acontecimientos, así como de la de Varsovia, ya que Polonia sirve de puerta de entrada de la UE a Ucrania. Ninguna de las dos cosas parece probable por ahora, pero tampoco pueden descartarse.

A medida en que avancen las conversaciones entre Rusia y Estados Unidos, a ambos les convendría hacer todo lo posible para convertir a Ucrania en un "Estado puente", algo que Putin podría haber previsto como posible resultado desde el principio y que podría explicar su decisión de no librar una guerra total contra Ucrania. Al tener cuidado de evitar daños colaterales sobre la población civil, incluidos inconvenientes como si Rusia bombardeara puentes a través del Dniéper o destruyera totalmente la infraestructura energética de Ucrania, lo hizo comparativamente más fácil.

La palabra clave es comparativamente ya que todavía habrá algunos ucranianos que odiarán a Rusia, pase lo que pase, y se habrán sentido así por cualesquiera que sean sus razones personales, incluso antes de la operación especial. No obstante, la cuestión es que la autocontención que Rusia ha ejercido a lo largo del conflicto mantuvo viable el escenario de un acercamiento a Ucrania, que ahora se alinea cada vez más con los intereses estadounidenses tal y como Trump 2.0 los conceptualiza y, por tanto, es más probable que nunca.


Andrew Korybko es un analista político estadounidense radicado en Moscú, especializado en la relación habida entre la estrategia de Estados Unidos en Afro-Eurasia, la visión global de China de la Iniciativa de la Franja y la Ruta y las guerras híbridas.

Este artículo fue escrito originalmente en inglés y publicado por Andrew Korybko's Newsletter el 5 de marzo de 2025, la traducción para Misión Verdad fue realizada por Spoiler.

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