De acuerdo con el reciente libro publicado en España del escritor Javier Moro, Nos quieren muertos, fue Sara de la Lastra Bécker, la esposa del embajador español en Venezuela, Jesús Silva, quien sacó a Leopoldo López de la embajada en la maleta de su auto para llevarlo desde el Country Club hasta un punto en Los Palos Grandes, en la ciudad de Caracas.
El diplomático, que estuvo en el país entre 2017 y 2020, siempre negó su participación en la huida del prófugo de la justicia venezolana, pero en el libro se relata que:
"El 26 de octubre de 2020, después de un año en la embajada, Leopoldo salió escondido en el maletero de un coche, el utilitario de Sara, la mujer del embajador, conducido por ella misma. Saludó a los guardias con su sonrisa luminosa y la dejaron pasar sin problema. El coche efectuó un corto recorrido hasta llegar a Los Palos Grandes, donde dejó a su peculiar pasajero en la calle junto a otro automóvil", reseñan medios.
En el texto se describe cómo la documentación falsa de López ya estaba preparada. Salió del país con el nombre de Eduardo Galleti, cédula de identidad 13833928, nacido el 19 de agosto de 1982, abogado y casado. Se construyó una identidad falsa que incluía profesión y vínculos familiares.
La relación del embajador con el gobierno venezolano fue problemática. El 25 de enero de 2018 fue declarado persona non grata y se retiró del país. Retornó a Caracas en abril de ese año y el 30 de abril de 2019 acogió en la Residencia de la embajada en calidad de "huésped" a Leopoldo López.