Desde que Gustavo Petro llegó a la presidencia colombiana, las relaciones diplomáticas Venezuela y Colombia han ido volviendo a su cause natural, ese que está determinado por lazos históricos, económicos y culturales.

Sin embargo, este retorno de la comunicación fluida entre dos países con intereses en común no es bien vista por quieres impulsaron la agenda de cambio de régimen contra el gobierno del presidente Nicolás Maduro; principalmente Estados Unidos, quien aprovechó la anterior administración de la Casa de Nariño para lanzar la ofensiva más criminal usando a Colombia como portaaviones.

Durante una entrevista ofrecida a El País en el marco de los primeros 100 días de gobierno, donde obviamente uno de los temas centrales fue Venezuela, el presidente Petro se refirió a las dificultades para atender el tema fronterizo tras años de descuido y la acción de bandas criminales, así como la necesidad establecer alianzas con el presidente Nicolás Maduro para atacar el problema.

Sobre este particular, afirmó que de alguna manera siente presión por parte de Washington al no permitir que Conviasa reanude normalmente sus conexiones entre ambos países. ¿Cómo se expresa dicha presión?

Las "sanciones" no permiten que se establezcan relaciones comerciales con otros países. El temor es que se apliquen castigos a Colombia y sus empresas por "violentar" las medidas coercitivas unilaterales de EEUU.

R [Petro]. Que Conviasa no vuele entre Bogotá y Caracas son temores al interior de nuestro propio Gobierno y de las empresas, que no quieren exponerse a las sanciones.

P [El País]. ¿Eso supone una presión en su relación con Venezuela?

R [Petro]. Sí, digamos que sí.

Sin duda alguna, el relanzamiento de la relación entre Colombia y Venezuela está bajo la lupa imperial, y eso lo saben los principales actores políticos de ambos países.