Es un hecho la relación entre los sectores de oposición que acompañan a Juan Guaidó con grupos delincuenciales en la ciudad capital de Venezuela y en otras partes del país. Recordemos la simultaneidad que hubo entre hechos de violencia de bandas armadas en Caracas y la llegada de grupos mercenarios a las costas venezolanas durante la Operación Gedeón el año pasado.
Ahora, con los avances que se han dado en el diálogo político nacional, la renovación de un Consejo Nacional Electoral (CNE), que recoge la expresión de distintas corrientes políticas, y el acuerdo para realizar elecciones regionales y municipales el 21 de noviembre, los grupos que lidera Guaidó se disponen a usar el brazo delincuencial con el objetivo de echar abajo la estabilidad que el Gobierno Bolivariano ha construido a pulso.
Así lo hizo ver el presidente Nicolás Maduro el pasado martes 8 de junio, cuando advirtió que sectores de derecha “están metiendo mucho billete para comprar bandas criminales y generar violencia en los barrios populares”.
El mandatario venezolano dijo que se tomarán acciones para detener el financiamiento a la delincuencia. Se dirigió especialmente a los políticos que estén involucrados para que luego de que se determinen responsabilidades y se emita un fallo judicial, “no vayan a salir a decir que son perseguidos políticos, a sacar un comunicado de Almagro”.
En una declaración anterior, el presidente de la Asamblea Nacional (AN), Jorge Rodríguez, también indicó que existe una relación entre bandas delictivas y los dirigentes de la oposición que siempre han elegido las vías antipolíticas para enfrentarse al Gobierno, específicamente Juan Guaidó y Leopoldo López.
Rodríguez respondía a las acusaciones del diputado opositor Luis Ramos sobre la supuesta falta de control por parte del Estado venezolano ante situaciones aisladas de violencia causadas por grupos de delincuencia en sectores populares.
“Es verdad que el hampa no mira colores políticos, pero a lo mejor sí tiene un color político en el bolsillo o en las pistolas. O a lo mejor hay activistas de grupos terroristas repartiendo dinero a esas bandas delictivas en Petare, en La Vega, en La Cota 905, en Apure, en Guárico”, dijo el parlamentario.
Existen demasiadas “casualidades” como para no pensar que el antichavismo extremista coordina la delincuencia. Así lo hizo ver Rodríguez en su intervención, al recordar que las bandas se activan a una hora y un día específico, que personeros de Guaidó y Leopoldo López han sido vistos repartiendo dinero a los delincuentes y que criminales como Iván Simonovis son los aprovechan esos eventos para nutrir la campaña de desprestigio contra Venezuela.
A lo dicho por el presidente del Parlamento se añade la confirmación del diputado Pedro Carreño, que mostró una fotografía del político de Voluntad Popular, Gilber Caro, posando con bandas criminales. Carreñó también condenó a supuestos activistas de derechos humanos por sabotear los operativos de organismos de seguridad para combatir a grupos delincuentes.
Desde la AN se está investigando el caso y, próximamente, se mostrará a la nación evidencia fotográfica y audiovisual que confirma que representantes de Voluntad Popular repartiendo dólares en la parroquia La Vega (Caracas).