Mié. 18 Diciembre 2024 Actualizado Sábado, 14. Diciembre 2024 - 10:42

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Como la mayoría de los contactos realizados por su país con Estados Unidos, el pasado 5 de diciembre el presidente de Guyana, Irfaan Alí, visitó el Comando Sur (Foto: Departamento de Defensa de Estados Unidos)

EE.UU. pisa el acelerador para convertir a Guyana en un enclave militar

Estados Unidos ejerce el control de las fuentes de materias primas y rutas comerciales mediante sanciones, bloqueos y bases militares. Estas últimas están distribuidas a lo largo del planeta y determinan la geopolítica mundial, sus actividades de aseguramiento estratégico son complementadas con el entrenamiento a tropas de los países satélites u ocupados en los que son instaladas.

Estas bases sirven como plataformas logísticas, centros de comando y control, y puntos de apoyo para las operaciones militares en diversas regiones. Su Departamento de Defensa no informa de todas sus instalaciones militares en el mundo.

Un reportaje de La Razón afirma que "La gran cantidad de bases y el secreto y la falta de transparencia de la red de bases hacen imposible una lista completa". Por esto, mientras la American University de Washington reporta que hay 800 bases militares estadounidenses en más de setenta países por todo el mundo, la revista Conflict Management and Peace Science estima que son 254 bases e instalaciones militares, con 173 mil tropas.

En los últimos años Guyana ha escalado en su condición de país satélite de Estados Unidos mediante la "cooperación militar", al punto de constituirse en un enclave militar de Estados Unidos. Aunque su gobierno afirmó en enero pasado que no hay ningún plan para que el país norteamericano establezca una base militar en su territorio, el incremento de sus actividades da razones para pensar lo contrario.

Ejercicios militares como amenazas veladas

Como es sabido, la empresa ExxonMobil ha desplegado actividades de extracción de crudo y gas en aguas que son disputadas entre Venezuela y Guyana. En la medida que este país ha avanzado en la aprobación de proyectos energéticos con dicha empresa y sus socios, también ha aumentado la cantidad e intensidad de ejercicios militares, recuperación de instalaciones militares en la Guayana Esequiba y visitas de la élite militar estadounidense.

La tensión sobre la salida política del diferendo está en que Guyana insiste en que la Corte Internacional de Justicia (CIJ) debe resolver la disputa mientras que Venezuela aboga por una solución negociada dentro del marco del Acuerdo de Ginebra. Este fue firmado con el Reino Unido en 1966, poco antes de la independencia de Guyana. Este acuerdo reconocía el reclamo de Venezuela y buscaba una solución diplomática.

Durante 2023 el Comando Sur de Estados Unidos dirigió los ejercicios militares Tradewinds 2023 en aire, tierra y mar durante dos semanas en Guyana. Allí participaron México, Canadá, Gran Bretaña, Francia y las 15 naciones de la Comunidad del Caribe (Caricom).

En diciembre de ese año, el Comando Sur de Estados Unidos realizó varias misiones aéreas, junto a la Fuerza de Defensa de Guyana (GDF, en inglés), "para reforzar la cooperación de seguridad entre ambos países".

Esto ocurrió a pocos días del referendo realizado por el Estado venezolano en el que todas las preguntas obtuvieron la victoria del Sí por, al menos, 95% de los 10 millones 554 mil 320 votantes que ejercieron su derecho.

Medios guyaneses refirieron que el ejercicio se basaba en operaciones de rutina en áreas de preparación de desastres, seguridad aérea y marítima, así como en la lucha contra organizaciones criminales transnacionales. Este ejercicio se realizó en simultáneo con la 64ª edición de los ejercicios Unitas 2023.

2024: Escalamiento de la militarización de la diplomacia

Luego del referendo y de los ejercicios militares descritos, los presidentes de de Venezuela y Guyana, Nicolás Maduro e Irfaan Ali, se reunieron en el Aeropuerto Internacional Argyle, cerca de Kingston, la capital de San Vicente y las Granadinas en diciembre de 2023. Allí acordaron seguir con el diálogo respecto a la disputa por el territorio Esequibo.

Sin embargo, en enero de 2024, Guyana recibió al Comandante de la 12.ª Fuerza Aérea (Fuerzas Aéreas del Sur) de Estados Unidos, General de División Evan L. Pettus, quien sostuvo conversaciones con funcionarios gubernamentales y altos mandos del GDF sobre la "seguridad y soberanía nacional" del espacio aéreo del vecino país.

La Comunidad del Caribe (Caricom) se reunió en Guyana en febrero y celebró con "inmenso orgullo" el acuerdo de Maduro y Alí, sin embargo, en abril emitió un comunicado que cuestiona a Venezuela por la promulgación de la Ley Orgánica para la Defensa de Guyana Esequiba. Acusó al Estado venezolano de ocasionar “una escalada inaceptable de tensiones entre ese país y la República Cooperativa de Guyana y ha amenazado con socavar la paz y la seguridad en América Latina y el Caribe".

El comunicado, que apoya "que las cuestiones y los asuntos consecuentes deben resolverse pacíficamente y de conformidad con el derecho internacional y sus mecanismos pertinentes, incluido el Acuerdo de Ginebra de 1966" también plantea que "Guyana tiene derecho a presentar su reclamación ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ)".

En mayo el gobierno guyanés dio permiso al ejército estadounidense para volar dos aviones caza F/A-18F Super Hornet sobre su capital para demostrar la estrecha cooperación militar y de otro tipo entre ambos países, dice una nota de AP. Esto coincidió con la visita de la directora de Estrategia, Políticas y Planes del Comando Sur, la Mayor General, Julie Nethercot.

La diplomacia estadounidense con Guyana posee un alto componente militar. La agenda bilateral desarrollada en 2024 ha sido protagonizada por militares, aunque en el discurso se enuncian planes de cooperación contra desastres naturales y la violencia armada de pandillas; esta se ha materializado en actividades como el Ejercicio y Entrenamiento Conjunto Combinado (JCET) realizado a finales de agosto.

La Embajada de Estados Unidos en Guyana anunció que "durante su estancia aquí, el equipo del Comando Sur de Estados Unidos se entrenó con sus homólogos de las Fuerzas de Defensa de Guyana en operaciones en la selva, centrándose en tácticas, técnicas y procedimientos",

Otras actividades incluyeron el mantenimiento y ampliación de infraestructuras como el Aeródromo Brigadier Gary Beaton en Eteringbang (Esequibo), a pocos metros del río Cuyuní y de la base de protección fronteriza “isla de Anacoco” de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana. Esta instalación sería empleada como medio de transporte en una región que no cuenta con vías terrestres o fluviales y la pista permite la operación de aviones ligeros monomotor o bimotor a pistón o turbohélice.

Además, el Comando Sur financió y acondicionó una estación fluvial de la Guardia Costera de las GDF en la estación naval de Ramp Road Ruimveldt, en Georgetown, construyó un nuevo hangar y amplió las instalaciones aeronáuticas existentes en el Aeropuerto Internacional Eugene F. Correia – Ogle. Además reparó una red de estaciones de repetidoras de radio y la Escuela de Entrenamiento Anfibio de Selva.

El 5 de diciembre pasado, Irfaan Ali visitó el Comando Sur en Guyana y se reunió con su nuevo comandante, el almirante de la Armada Alvin Holsey, para discutir la asociación de defensa bilateral. Cabe destacar que el mandatario egresó con honores del Centro William J. Perry de Estudios Hemisféricos de Defensa.

Venezuela ha rechazado las acciones militares realizadas conjuntamente por el Comando Sur de Estados Unidos en Guyana, calificándolas de amenazas a la paz en América Latina y el Caribe.

La desarticulación regional como acelerante

Así como ExxonMóbil se ha planteado crecer en las aguas en disputa mediante nuevos proyectos, Estados Unidos busca hacerlo en el ámbito militar. Además de constituir otro ejemplo de cómo la hegemonía político-militar de ese país avanza a la par de sus corporaciones, lo de Guyana tiene un trasfondo geopolítico mayor debido al interés de Washington de desarticular a la región mediante amenazas veladas.

Un ejemplo de ello es la nula respuesta de Caricom a las alertas realizadas por el presidente Maduro ante el despliegue militar de Estados Unidos en el país vecino. El permanente apoyo de esta comunidad a Guyana hace difícil su eventual papel mediador en la tensión con Venezuela.

Cada ubicación de un enclave militar, sea base o país, es seleccionada de modo estratégico por el Pentágono para maximizar la capacidad de respuesta de sus fuerzas ante cualquier contingencia, esto puede hacerlo de modo directo o mediante operaciones encubiertas. Ya Estados Unidos, que posee bases militares en Curazao y Colombia, ha establecido distintas acciones que se han orientado en esa dirección mediante intentos de incursión mercenaria como la Operación Gedeón y otras acciones paramilitares en la frontera con el vecino occdental.

De cara a 2025, el despliegue militar de Estados Unidos en Guyana pudiera traer consigo un nivel mayor vigilancia y el control del espacio aéreo próximo a Venezuela por parte de estos países, además la realización de operaciones especiales para generar escenarios de provocación. Escenarios en los que los organismos multilaterales no califican para eventuales mediaciones, y se militarizan los lazos diplomáticos, escenifica nuevos retos (y peligros) para la región.

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