Mié. 25 Diciembre 2024 Actualizado Sábado, 14. Diciembre 2024 - 10:42
Primer análisis de una visita histórica

Contexto y características de la gira del presidente Maduro en China

Hace cinco años que el presidente Nicolás Maduro no realizaba un visita diplomática a la República Popular China. Aunque el lapso entre las más recientes es relativamente corto, los contextos que rodean cada una son muy diferentes. En particular, es importante destacar cómo ha cambiado la situación en Venezuela desde la última visita del mandatario venezolano al país asiático.

En 2018 Venezuela se encontraba en una situación compleja política, social, institucional y económicamente. La Asamblea Nacional elegida en 2015, que ya estaba en desacato en ese momento, intentaba desestabilizar el Gobierno Bolivariano mediante la solicitud de sanciones económicas a la "comunidad internacional". Además, no reconocía las funciones de la Asamblea Nacional Constituyente y las elecciones presidenciales de mayo de 2018, en las que el presidente Maduro resultó electo. Este escenario fue el terreno previo a la "Operación Guaidó".

Las medidas coercitivas unilaterales tuvieron un efecto negativo en la economía venezolana. La inflación aumentó significativamente, los servicios públicos se deterioraron, especialmente en el sector alimentario y de salud, y la migración venezolana se incrementó. La actividad petrolera, principal fuente de ingresos del país, mermó drásticamente y las exportaciones llegaron a disminuir hasta 29 mil millones de dólares hace cinco años.

A la par de las agresiones financieras ocurrió la violencia política. A principios del segundo semestre de 2018 aconteció el intento de magnicidio con drones en contra del Jefe de Estado venezolano y otras figuras importantes de las instituciones nacionales.

Con un cuadro tan complejo, el presidente Maduro inició un viaje estratégico a China. Aquella vez sostuvo una reunión con su homólogo chino Xi Jinping.

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El presidente chino Xi Jinping recibe en Beijing al presidente de Venezuela, Nicolás Maduro. Septiembre de 2018 (Foto: Reuters)

Las condiciones descritas distan bastante de la realidad actual de nuestro país. Aunque con dificultades, el escenario económico ha transitado hacia una tendencia más estable. La inflación no tiene altibajos críticos como antes, se han reanudado actividades económicas no petroleras e implementado reformas para incentivar el sector privado a desarrollarse sin alta dependencia del Estado. Además, la actividad comercial en la frontera con Colombia se ha normalizado gracias a la reanudación de las relaciones diplomáticas con el gobierno de Gustavo Petro. Estos elementos han contribuido a una significativa mejora en la situación social del país.

En el ámbito político, el fracaso más destacado del antichavismo en este periodo ha sido la eliminación definitiva del pseudogobierno de Juan Guaidó y la normalización de las relaciones bilaterales con países de Occidente y América Latina, lo cual ha frustrado los intentos de aislar Venezuela, también importante en lo diplomático.

Es importante tener en cuenta el contexto internacional actual al caracterizar la presente gira del presidente Maduro. La crisis energética se ha agudizado debido a la guerra en Ucrania y las sanciones impuestas por Estados Unidos y la Unión Europea contra Rusia, lo cual ha obstaculizado el suministro de gas y petróleo hacia ellos mismos, lo que los ha obligado a buscar recursos en otros lugares.

La erosión del orden internacional establecido después de la Segunda Guerra Mundial, basado en el liderazgo de Estados Unidos y sus aliados occidentales, se ha profundizado. Este proceso se ha acelerado con las políticas coercitivas y de amenazas bajo la hegemonía del dólar, y también se ha visto afectado por el auge de nuevos actores regionales y globales que cuestionan los valores de este orden liberal, que están tomando protagonismo.

El continuo ascenso de China como primera potencia emergente del mundo multipolar es el fenómeno más relevante de este cambio estructural. China es el mayor socio comercial de muchos países —en América Latina especialmente—, el mayor inversor en infraestructuras globales, el mayor productor de tecnología digital, el mayor importador de recursos energéticos y el mayor desafío para la hegemonía estadounidense. El país asiático tiene una visión propia del orden mundial, basada en el principio de no injerencia, el respeto a la soberanía nacional, la multipolaridad y el multilateralismo pragmático.

Al ganar terreno como líder del orden multipolar emergente, China ha cambiado la dinámica de las relaciones internacionales. Esto ejerce influencia sobre la posición de Venezuela en el escenario global, sobre todo por los nexos que existen entre esos dos países en el ámbito de la cooperación energética.

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Presidente Nicolás Maduro y la primera combatiente, Cilia Flores, en el puerto de Shenzhen (Foto: Prensa Presidencial de Venezuela)

La gira del presidente Nicolás Maduro a China en septiembre de 2023 ha sido una visita oficial de seis días que, a diferencia de la anterior, tiene como objetivo no solo consolidar y expandir las relaciones bilaterales en áreas de interés para la recuperación económica de Venezuela, sino también acoplar la economía nacional a las cadenas de valores de producción china para generar nuevos acuerdos económicos y comerciales.

Esta estrategia permitirá a Venezuela aprovechar las oportunidades que ofrece China, uno de los principales centros económicos, industriales, tecnológicos y portuarios del mundo, para impulsar su agenda nacional.

La amplia representación institucional venezolana que acompañó al Jefe de Estado se encuentra a tono con ese planteamiento de profundización y apertura de nuevos espacios para aprovechar las relaciones bilaterales. Entre los miembros destacados se encuentran los ministros de Pesca y Acuicultura, Agricultura y Tierras, Turismo, Juventud y Deporte, Relaciones Exteriores, Despacho de la Presidencia, Comunicaciones y Ciencia y Tecnología.

La vicepresidenta ejecutiva de Venezuela, Delcy Rodríguez, también ha acompañado al presidente en su trayectoria por el país asiático, fungiendo además como presidenta de la parte venezolana de la Comisión Mixta de Alto Nivel China-Venezuela.

Las ciudades en las que ha estado el mandatario venezolano dan cuenta de que esa ha sido la orientación de esta gira. Estuvo en Shenzhen, una ciudad meridional considerada como el centro tecnológico de China, que lo recibió con un espectáculo nocturno de luces y drones en el complejo Talent Park. En esa ciudad abordó la importancia de las Zonas Económicas Especiales (ZEE) en la diversificación de la economía venezolana y el desarrollo de las fuerzas productivas, y firmó un Memorando de Entendimiento en ese sentido.

En Shanghái, la capital financiera de China, el presidente Maduro se reunió con la expresidenta brasileña Dilma Rousseff, actualmente al frente del Nuevo Banco de Desarrollo de los Brics (NBD). Maduro ratificó la voluntad de Venezuela de convertirse en un nuevo miembro del bloque, y abordó con Rousseff el impacto del NBD en la construcción de un nuevo sistema económico mundial.

El Nuevo Banco de Desarrollo de los Brics es importante para los países del Sur Global porque ofrece financiamiento diversificado sin condiciones políticas o económicas, permite la participación igualitaria en la toma de decisiones y puede servir como una plataforma para globalizar esfuerzos con vistas a acabar con la pobreza y reducir la desigualdad.

En la provincia oriental de Shandong, el presidente Maduro se reunió con Deng Yunfeng, vicegobernador de la provincia, y con representantes de alto nivel del Partido Comunista de China (PCCH), donde expresó su interés en establecer una cooperación directa entre empresas de Shandong y empresas públicas y privadas de Venezuela, y se destacó la importancia de actualizar la tecnología utilizada en la producción industrial y agroindustrial del país con la ayuda de la tecnología creada por Shandong.

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El presidente Maduro visitó la montaña sagrada de Taishan, donde realizó una ofrenda al cielo y pidió por la paz y la prosperidad de Venezuela (Foto: Minci)

Shandong es una de las provincias más pobladas y desarrolladas de China, con una economía diversificada que abarca sectores como la industria —incluida la petrolera—, la agricultura, el comercio, el turismo y la tecnología. Tiene una posición estratégica en la costa oriental de China, que le permite acceder al mar de Bohai, al mar Amarillo y al mar de China Oriental, así como a los mercados y recursos de Corea, Japón y el Sudeste Asiático.

En su quinto día en China Maduro anunció un acuerdo de "hermanamiento" con el gobierno de Xi Jinping, consistente en establecer vínculos de cooperación entre regiones venezolanas y ciudades y provincias chinas.

Este acuerdo permitirá impulsar un plan de desarrollo conjunto entre ambos países, basado en la inversión y la transferencia de tecnología en áreas estratégicas como el petróleo, la agricultura y las zonas económicas especiales. Para ello, se prevé el envío de tres delegaciones venezolanas a China en las próximas semanas, que visitarán las ciudades de Shenzhen y Shanghái y la provincia de Shandong.

La gira concluyó con la visita oficial del presidente Maduro a Beijing, donde se reunió con el presidente Xi Jinping en el Gran Palacio del Pueblo. Ambos líderes acordaron elevar el nivel de la relación estratégica binacional a un nivel de asociación estratégica integral, que representa el nivel más alto de la diplomacia china, al que solo un selecto grupo de países (Pakistán, Rusia, Bielorrusia) ha conseguido llegar.

A propósito, en la rueda de prensa que dio el Presidente este 14 de septiembre desde Beijing, dijo que "estamos dando pasos firmes hacia elevar nuestras relaciones a una asociación estratégica a toda prueba y todo momento. Un concepto histórico y hermoso, juntos China y Venezuela", como lo define la Declaración Conjunta publicada el día anterior.

Posteriormente se llevó a cabo la XVII Reunión de la Comisión Mixta de Alto Nivel China-Venezuela, en la que participaron el Presidente venezolano, la Vicepresidenta y el presidente de la Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma (CNDR), Zheng Shanjie.

En la reunión se firmaron 10 acuerdos, entre ellos:

  1. Memorando de Entendimiento para la cooperación en desarrollo económico.
  2. Memorando de Entendimiento sobre la cooperación en economía digital.
  3. Memorando de Entendimiento con la Agencia China de Cooperación para el Desarrollo Internacional.
  4. Memorando de Entendimiento entre el Servicio Geológico de China y el Instituto Nacional de Geología y Minería de Venezuela.
  5. Memorando de Entendimiento con la empresa china Meheco para el fortalecimiento del Sistema Público Nacional de Salud.
  6. Memorando de Entendimiento con la empresa china Meheco para la construcción de viviendas.
  7. Acuerdo Marco de Cooperación en materia de desarrollo minero entre el Ministerio del Poder Popular de Desarrollo Minero Ecológico y la empresa Fullgain Industrial & Trading.
  8. Acuerdo Marco de Cooperación para la actualización del Sistema Eléctrico Nacional.
  9. Memorando de Entendimiento entre CANTV y la empresa Huawei.
  10. Memorando de Entendimiento entre Movilnet y la empresa Huawei.

La vicepresidenta Delcy Rodríguez destacó la importancia de la visita del presidente Maduro a China y afirmó que esta comisión representa el fracaso de aquellos que han intentado detener la amistad entre ambos países. Resaltó que se ha estado trabajando en las siete subcomisiones y que se han logrado acuerdos en distintas áreas estratégicas que pueden abrirse hacia un futuro muy provechoso en la colaboración chino-venezolana. También destacó la complementariedad existente entre ambos países y afirmó que la cooperación estratégica es el eje del desarrollo de distintos sectores:

"Esta cooperación tiene que ver con la vida de nuestro país: el respeto mutuo y la complementariedad entre China y Venezuela, en la que la cooperación energética es eje de los desarrollos motores", apuntó .

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Tras la celebración de la XVII Comisión Mixta de Alto Nivel (CMAN) entre China y Venezuela, se establecieron diez instrumentos de cooperación entre ambos países (Foto: Archivo)

Por su parte, el presidente Maduro caracterizó las relaciones entre China y Venezuela como una que consta de cinco etapas. Las dos últimas expresan claramente las diferencias de contexto entre la visita anterior del mandatario venezolano a China en 2018 y la visita actual.

Señaló que la cuarta etapa de las relaciones bilaterales, entre 2018 y 2022, se caracterizó por la resistencia ante las medidas coercitivas unilaterales que afectaron la economía venezolana. Sin embargo, estas amenazas demostraron la fortaleza de la alianza estratégica con China.

Ahora, producto de los resultados de esta gira, se está inaugurando la "quinta época" de las relaciones bilaterales entre las dos naciones.

En su intervención, Zheng Shanjie hizo una serie de propuestas, entre las cuales mencionó ensanchar los contactos de alto nivel y profundizar la confianza mutua política. Para lograrlo, es necesario fortalecer los contactos regulares entre los líderes de ambos países y fomentar la comunicación y el intercambio entre gobiernos y partidos políticos.

Además, Zheng destacó la importancia de reforzar la coordinación estratégica en los asuntos internacionales y regionales. En este sentido, señaló que China y Venezuela deben seguir apoyándose mutuamente en los temas tocantes a sus respectivos intereses vitales:

"China seguirá hablando en favor de Venezuela en los escenarios internacionales, como siempre lo ha hecho, rechazando categóricamente la intervención en sus asuntos internos por cualquier fuerza o bajo el pretexto que sea", declaró.

Durante una reunión entre las delegaciones venezolanas y chinas en el Gran Palacio del Pueblo el 13 de septiembre, se terminaron de rubricar 18 acuerdos estratégicos:

  1. Acuerdo sobre intercambio y cooperación entre el Partido Comunista Chino y el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV).
  2. Memorando de Entendimiento sobre intención de aceleración de planificación conjunta.
  3. Plan de cooperación para la promoción de la Franja y la Ruta.
  4. Memorando de Entendimiento para promover la cooperación y la inversión industrial.
  5. Memorando de Entendimiento para promover la cooperación de desarrollo sostenible.
  6. Programa de intercambio educativo.
  7. Memorando de Entendimiento de la constitución del grupo de trabajo de fluidez de comercio.
  8. Memorando de Entendimiento para el fortalecimiento de la cooperación e intercambio entre los jóvenes científicos.
  9. Convenio de cooperación económica y técnica.
  10. Memorando de Entendimiento para la promoción de la cooperación de desarrollo y la Iniciativa de Desarrollo Global.
  11. Marco de cooperación en materia aeroespacial.
  12. Memorando de Entendimiento entre grupo de medios y el Ministerio de Información y Comunicación.
  13. Memorando de Entendimiento de cooperación y salud.
  14. Memorando de Entendimiento de cooperación entre la agencia de noticias Xinhua y el Ministerio de Información y Comunicación.
  15. Programa de cooperación en materia turística.
  16. Protocolo sobre los requisitos fitosanitarios para la exportación de granos de café de Venezuela a China.
  17. Protocolo sobre los requisitos fitosanitarios para la exportación de aguacate de Venezuela a China.
  18. Acuerdo de Servicios Aéreos.

Además de la Declaración Conjunta, también se firmaron el Memorando de Entendimiento entre el Ministerio de Ciencia y Tecnología y el Centro Internacional de Investigaciones de la Big Data para el Desarrollo Sostenible (CBAS) y el Memorando de Entendimiento entre la Superintendencia Nacional de las Zonas Económicas Especiales de Venezuela y el Centro de Investigación de las Zonas Económicas Especiales de la Universidad de Shenzhen de la República Popular China.

En total, durante la gira se logró la consolidación de 31 acuerdos en diversas áreas estratégicas como energía, petróleo, gas, electricidad, finanzas, economía, comercio, industria, minería, agricultura, infraestructura y turismo.

El país se encuentra en el umbral de las elecciones presidenciales, y a pesar de los múltiples esfuerzos por establecer diálogos con mediadores tanto de Europa como de América Latina, el lado operante de las sanciones no ha cumplido con concesiones relevantes. Además, la oposición venezolana ha mostrado un comportamiento errático al jugar hoy a participar en la institucionalidad política cuando mañana puede deshacerla e irse por la insurrección y la violencia política. Esto da lugar a especulaciones sobre las próximos acciones de los enemigos de Venezuela —no casualmente los mismos de China en la arena internacional—, cuyas consecuencias apuntarían hacia la población y la responsabilidad sería atribuida al Gobierno Bolivariano a los fines de destruir lo que ha logrado en su gestión para recuperar la estabilidad en el país.

En ese sentido, el gobierno del presidente Nicolás Maduro afianza su gestión a través de la proyección internacional y el fortalecimiento de las alianzas con actores geopolíticos fundamentales, en medio de las presiones impuestas por Estados Unidos y otros países occidentales, que le permitan vías alternativas para resistir en lo que se avizora como un nuevo escenario de amenazas y situaciones complejas.

Pero más que una actitud de resistencia, Venezuela está avanzando hacia la consolidación de la tendencia global de la multipolaridad. La gira presidencial puede entenderse en ese marco: en la profundización del papel venezolano en la dinámica geopolítica, geoeconómica y de relaciones internacionales que está desarrollándose con China en el centro de su deriva.

El crecimiento económico de países emergentes que conforman los Brics, la disminución de la hegemonía de Estados Unidos en la política mundial, el aumento de la cooperación regional entre los países del Sur Global, la diversificación de las fuentes de financiamiento para reducir la dependencia del dólar estadounidense y del sistema financiero internacional dominado por Estados Unidos, los cambios en la dinámica del comercio internacional y del mercado energético, entre otros, son señales de este fenómeno al que nuestro país se suma.

El apoyo de China es una garantía de fortaleza y sinergia para Venezuela en ese tránsito.

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