La actuación Hunter Biden en Ucrania ha recibido una amplia cobertura mediática. Todo lo expuesto y filtrado de su computadora, así como la inversión de su socio tecnológico Rosemont Seneca en Metabiota, ayudando a financiar y organizar los laboratorios biológicos clandestinos de Ucrania, entre otros desastres, lo han puesto en el centro de los medios.
Sin embargo, las otras piezas del esquema de corrupción ucraniano no han recibido ninguna atención. En ese sentido, Bob Bishop profundiza en las conexiones del estado profundo con Hunter Biden y señala "tres personajes de reparto centrales que se especializan en el arte de gobernar".
- General Wesley Clark, excomandante de la OTAN. Se desempeñó como asesor de desarrollo comercial estratégico para Rosemont Seneca Technology Partner. Asimismo, es director a largo plazo del Atlantic Council, un grupo de expertos de Washington centrado en la OTAN, y su experiencia es la geopolítica de Ucrania. Bishop supone que sus conexiones globales pudieron contribuir en la inversión de Rosemont Seneca Technology en Ucrania Biolabs de Metabiota. También pudo haber ayudado a esta empresa en la obtención de decenas de millones en contratos del Departamento de Defensa de EE.UU. para Ucrania Biolabs.
- La abogada Karen Tramontano, exjefa de gabinete adjunta de la administración Clinton. Es cofundadora y directora ejecutiva de Blue Star Strategies, LLC, con sede en Washington. Su firma presionó ilegalmente y no se registró como agente extranjero en nombre de Burisma Holdings, donde Hunter sirvió en la Junta directiva. El único registro de cabildeo encontrado es un archivo donde Blue Star hizo lo propio en nombre del gobierno ucraniano. Esta firma organizó la asociación y las contribuciones entre Burisma y el Atlantic Council.
- Sally Painter es la otra cofundadora de Blue Star. Ella tiene credenciales de estado profundo. Painter es director desde hace mucho tiempo del Atlantic Council, miembro del Comité de Estados Unidos sobre la OTAN, y del grupo de expertos de tendencia izquierdista, la junta del Proyecto de Seguridad Nacional Truman. Sirvió con Hunter Biden y Jake Sullivan, quien estuvo profundamente involucrado con Victoria Nuland, secretaria de Estado adjunta, para ayudar a orquestar el golpe de Maidán de 2014.