Las masivas huelgas en Estados Unidos han provocado pérdidas que equivalen a más de 4 millones de jornadas laborales en agosto, la cifra más alta en casi 25 años. El paro convocado la semana pasada por el sindicato United Auto Workers, que representa a unos 146 mil empleados, en tres fábricas (General Motors, Ford y Stellantis) fue unos de los más masivos e inéditos.
El cálculo en pérdidas fue hecho por el Departamento de Trabajo, y según reseña el Wall Street Journal esa estimación preliminar fue el mayor total mensual desde agosto de 2000.
La paralización ha adquirido mayor popularidad y aceptación pública luego de que actores y guionistas de Hollywood unieran fuerzas para reclamar por reivindicaciones a las productoras. En el caso del sindicato automotriz, que abarca los "Tres Grandes de Detroit", los trabajadores exigen un aumento salarial de 36% en cuatro años en el marco de unas ganancias récord de las empresas, así como el fin de las horas extras obligatorias.
Por su parte, los fabricantes de autos han dicho que no pueden cumplir con todas las demandas del gremio, y hasta ahora sus ofertas no han complacido la organización sindical. Los que estarían aprovechando la crisis serían los fabricantes de autos eléctricos, ya que la actual situación le daría más participación en los mercados. La otra ventaja es que en casos como Tesla no dependen de proveedores de piezas para fabricar vehículos eléctricos y se mantiene el ensamblaje.
Un día antes de la huelga en el sector automotriz Elon Musk, a modo de burla, escribió que en Tesla hay "una gran vibra", lo que dio a entender además que existe una competencia entre grandes capitalistas estadounidenses en el sector: "Alentamos a tocar música y divertirse. ¡Es muy importante que la gente tenga ganas de venir a trabajar! Por cierto, pagamos más que el UAW, pero las expectativas de rendimiento también son mayores", dijo.