La visita del ministro ruso de Asuntos Exteriores, Serguéi Lavrov, este martes 9 de abril a China no puede verse simplemente como el reforzamiento de una alianza entre dos naciones vecinas que buscan estrechar su cooperación en áreas estratégicas. Y es que ambos países son claves para el equilibrio geopolítico en tanto que han compartido un destino común: resistir al acoso de Estados Unidos que trata de impedir que Beijing y Moscú ocupen un lugar en la dirección del orden mundial.
De acuerdo con el canciller ruso, las relaciones entre Rusia y China han alcanzado un nivel sin precedentes. Añadió que "con la reelección del presidente Vladímir Putin la continuidad de la línea para su fortalecimiento integral, por supuesto, recibió garantías adicionales".
Asimismo, afirmó que la cooperación "supera las alianzas político-militares de EE.UU. de los tiempos de la Guerra Fría y no va dirigida contra ningún tercero". En ese sentido refirió que, para seguir fortaleciendo la articulación, los líderes de ambos países se reunirán al margen de las cumbres de la Organización de Cooperación de Shanghái (OCS) en Astaná (Kazajistán) en junio y la de los Brics en octubre, según reseña RT.
A propósito de esas reuniones, Lavrov señaló que "están directamente relacionadas con la lucha por el establecimiento de un orden mundial multipolar justo, donde no hay lugar para las prácticas neocoloniales y coloniales”, métodos aplicados por Estados Unidos y el Occidente colectivo.
Por su parte su homólogo chino, Wang Yi, resaltó que apoya a Rusia como socio estratégico integral. "Apoyaremos resueltamente el desarrollo estable y el renacimiento de Rusia bajo el liderazgo del presidente Putin", enfatizó.
Resueltos a ocupar su lugar en la arena internacional, el canciller chino afirmó que aumentarán la interacción multilateral cuando en el segundo semestre Rusia tome presidencia en los Brics y China lidere la Organización de Cooperación de Shanghái.
Luego de la reunión con Wang Yi, el ministro de Asuntos Exteriores ruso se reunió con el presidente Xi Jinping. En el marco del 75º aniversario del establecimiento de relaciones diplomáticas entre los dos países, el presidente chino dijo que su país y Rusia se han embarcado en un nuevo camino de cooperación, cuyo beneficio también se extiende a otras naciones.
Multipolaridad
Xi expresó que está dispuesto a fortalecer la comunicación bilateral con Rusia y mejorar la coordinación estratégica multilateral en los Brics y la Organización de Cooperación de Shanghái (OCS).
Asimismo, resaltó que los dos países unirán a otros del Sur Global con un espíritu de igualdad, apertura y transparencia para promover la reforma del sistema de gobernanza global y liderar la construcción de una comunidad de futuro compartido para la humanidad.
China y Rusia impulsan un mundo multipolar donde los países en desarrollo y las economías emergentes del Sur Global puedan desempeñar un rol más importante.
Alianza para mantener la paz
Beijing y Moscú han dejado claro que no atacarán a ningún tercero y, por el contrario, su enfoque está orientado a la búsqueda de la seguridad y la paz. Al respecto, Li Haidong, profesor de la Universidad de Asuntos Exteriores de China, sostiene que ambas potencias se unirían para proteger sus intereses y salvaguardar la paz mundial.
Vale resaltar que China y Rusia, como miembros del Consejo de Seguridad de la ONU, están impulsando un alto al fuego inmediato y la reanudación de la ayuda humanitaria a Gaza, propuesta que ha sido vetada en varias ocasiones por Estados Unidos.
Para Richard Sakwa, profesor de política rusa y europea en la Escuela de Política y Relaciones Internacionales de la Universidad de Kent en el Reino Unido, las relaciones entre China y Rusia son "uno de los ejes claves para la política internacional", en tanto que mantienen el equilibrio estratégico global.
Desde 2014 Rusia ha ido reemplazando su dependencia casi total de Occidente por la de China, y todo indica que Occidente no va a poder abrir una brecha entre ambas potencias vecinas que comparten la gigantesca masa continental euroasiática. Para Alexander Gabuev el tándem China-Rusia llegó para quedarse y advierte que los líderes occidentales deben construir una estrategia a largo plazo para contener esta alianza que compromete su hegemonía.