Vie. 20 Diciembre 2024 Actualizado Sábado, 14. Diciembre 2024 - 10:42

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El correísmo apunta a quedarse con la victoria en los comicios presidenciales del 7 de febrero de 2021 (Foto: Archivo)
Informe especial

Panorámica de las elecciones presidenciales en Ecuador

El próximo domingo 7 de febrero se realizarán las elecciones presidenciales en Ecuador, comicios que están signados por los estragos de la pandemia, cambios en el sistema electoral y la crisis política del último periodo presidencial.

Relato in medias res para entender el contexto

Este último elemento representa el telón de fondo de la crisis política porque significó un quiebre en la estabilidad económica y social alcanzada con la Revolución Ciudadana (RC) impulsada por Rafael Correa. Si bien Lenín Moreno no fue un outsider en tanto que llegó a la presidencia a través de su antecesor, se convirtió en uno cuando recién iniciado su mandato tuvo un viraje radical en el que inició una persecución contra quienes lo llevaron al poder.

Este impacto tuvo repercusiones tanto en la política interna como externa. Por una parte, su traición fracturaba la unidad del espíritu nacional alcanzada por la RC y, por otra, en el plano geopolítico se sumó como otro país satélite de Estados Unidos al romper con la integración regional y de cooperación autónoma de los designios del imperialismo.

Que Moreno se haya creado una imagen política como vicepresidente de Correa y el hecho de haber llegado a la presidencia con el partido Alianza País daba la impresión de que habría cierta continuidad al proceso que mejoró la calidad de vida de los ecuatorianos. Sin embargo, la historia fue diferente. Su coqueteo con la derecha no le quita el estigma de su pasado político y ser un traidor no lo hace un sujeto confiable.

Una serie de acciones tomadas por Moreno apuntó al desmantelamiento del Estado ecuatoriano. Desde inicios de su gobierno empezó una suerte de diálogo nacional en el que participaron expresidentes, incluso su contender en las últimas elecciones, el derechista Guillermo Lasso. En este diálogo no participó el expresidente Correa ni el correísmo.

En 2017, lanzó una consulta nacional para realizar cambios en la Constitución. Una de estas reformas incluía la eliminación de la reelección indefinida, casualmente impulsada por un actor político sin posibilidades de ser reelegido por no contar con una estructura de base partidista ni popular. Con esto triunfaba la visión de consenso de democracia liberal que le tema a cualquier continuidad de un proceso histórico a través de la reelección, aun cuando se realiza por medio de unas elecciones.

Pero el signo más evidente de decadencia gubernamental que se proyectó en todas las áreas sociales fue el vivido en Ecuador en octubre de 2019, cuando el Ejecutivo adoptó una serie de medidas de austeridad impuestas por el Fondo Monetario Internacional (FMI). El acuerdo entre el gobierno y el FMI para obtener créditos por más de 4 mil 200 millones de dólares.

El más afectado por las medidas fue el sector público: baja salarial de hasta 20%, reducción de las vacaciones a la mitad y aportar un día de salario al mes al Estado. Pero la medida que provocó el estallido social que dejó varios muertos y ciudades en ruinas fue la eliminación de los subsidios a los combustibles, vigentes en ese país desde hacía 40 años para ese momento. Ese aumento en un 120% del diésel afectó a los sectores más desfavorecidos, que se lanzaron a la calle con violencia. Estudiantes, campesinos y empleados públicos lideraron las protestas.

La crispación social que ya no exigía la anulación de las medidas, sino la renuncia del presidente, no fue contenida a pesar de la fuerte represión militar y policial que dejó muertos y centenares de heridos. Como el objetivo era sacar al presidente, Lenín Moreno mudó el gobierno a la ciudad de Guayaquil debido a las movilizaciones de diversos sectores de la sociedad y de otros pueblos hacia la capital.

Para contener y reprimir la presión ciudadana, el gobierno aplicó un estado de excepción por 60 días, un llamado al diálogo y el replanteamiento de las medidas como una manera de rediseñar el modelo de contrainsurgencia típico de los gobiernos tutelados por el establishment estadounidense.

Como era de esperarse por parte del gobierno de Moreno, alegaron que la causa del estallido social no fue el paquete de medidas neoliberales que estrangulaba a la población, sino agentes externos como la Revolución Bolivariana y el correísmo, contra quienes se empezó una criminalización y persecución para sacarlos fuera del juego político.

Una vez más la comunidad internacional, la OEA y organismos de DDHH de la ONU soslayaron la situación o no manifestaron la misma contundencia que cuando ocurre algo similar, incluso con menor intensidad, en Venezuela.

Lenín Moreno ante la pandemia: la muerte corre por las calles

Culminado 2019, iniciaba un año marcado por una pandemia global cuyos estragos dependían de la acción de los gobiernos para contenerla o dejarla correr. Plegados por alguna razón a la lógica estadounidense, de subestimar lo contagioso del coronavirus, algunos países de Sudamérica no escarmentaron la situación de Europa y tomaron medidas demasiado tarde. Ecuador fue uno de esos casos.

Esta nación sudamericana fue una de las primeras en ser noticia por los estragos de la pandemia. Y es que pesar de que el gobierno de Lenín Moreno para mayo del año pasado no revelaba la cifra de fallecidos y contagiados, los mismos eran inocultables.

En mayo del año pasado, Ecuador era el segundo país de Sudamérica con el mayor número de infecciones y muertos por covid-19. Las imágenes de morgues rebosadas y cadáveres en lugares públicos y calles era un reflejo y extensión de la decadencia del gobierno de Moreno que había empezado con el estallido social un año antes.

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(Foto: La crisis sanitaria de Ecuador dejó cadáveres en calles y sitios públicos (Foto: AFP))

"Fueron sobrepasadas las capacidades estadísticas, de vigilancia epidemiológica, del sistema de información del ministerio de Salud y no tuvieron la capacidad para contar el número de enfermos, de contar el número de muertos", dijo a la AFP el ecuatoriano José Ruales, exdelegado de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) en El Salvador, citado por France24.

Ante la inexistencia de un sistema sanitario que se encargara de retirar los cadáveres en las casas, para evitar otro problema de salud pública, los familiares optaron por abandonarlos en las calles, incluso unos fueron incinerados en la vía pública. También hubo casos en los que las familias recibían a otros muertos por sus parientes.

La crisis del sector salud ecuatoriano fue consecuencia de los ajustes del gobierno siguiendo la receta del FMI. "Más allá de la anécdota macabra, Guayaquil se muestra por estas horas como el corazón de las imprevisiones de las autoridades políticas y sanitarias", refiere El Periódico.

Elecciones marcadas por la turbulencia y el fantasma del neoliberalismo

Después de dos años de turbulencia por hechos causales y sobrevenidos llega el momento de realizar las elecciones de acuerdo al cronograma electoral ecuatoriano. Para estos comicios, que se realizan en un contexto pandémico y para los que hay nuevas reglas, están convocados más de 13 millones de ecuatorianos.

Además de presidente y vicepresidente, en la primera vuelta los ecuatorianos elegirán a los integrantes de su Asamblea Nacional y el Parlamento Andino, para los que se requieren 137 integrantes y 5 representantes respectivamente.

Nuevas reglas

Las reformas impulsadas por Lenín Moreno entran por primera vez en vigencia para estos comicios. "La diferencia radica en que ahora el ciudadano deberá escoger entre listas 'cerradas y bloqueadas', es decir, marcará su apoyo a una lista, con todos los candidatos que ella tenga incluidos", refiere Sputnik.

Los cambios en el código de votación fueron aprobados por la Asamblea Nacional el 4 de diciembre de 2019 y son los siguientes:

  • Se prohíbe la votación entre listas. La votación en plancha obligatoria derogó el resultado de la pregunta 6 del Referéndum de Ecuador de 1997.
  • El cambio del método D' Hondt al método Webster para la asignación de escaños de asambleístas, parlamentarios andinos, consejeros provinciales, concejales cantonales y vocales de juntas parroquiales y el cambio a votación por listas cerradas o voto en plancha, no por candidato.
  • Los sujetos políticos que alcancen menos del 4% en dos elecciones seguidas deberán devolver el 50% del fondo de promoción electoral recibido.
  • Los dignatarios que postulen a la reelección deben tomar licencia sin sueldo. Si postulan a otro cargo, deben renunciar antes de inscribirse.
  • Los binomios presidenciales deben ser conformados obligatoriamente entre un hombre y una mujer a partir de las elecciones presidenciales del 2025.
  • Paridad y alternabilidad de género en las cabezas de listas para las elecciones pluripersonales, debiendo encabezar una mujer el 50% de las listas y un 25% de jóvenes.
  • Mayores regulaciones al financiamiento y control de los fondos electorales, bancarización de los recursos de los partidos políticos, creación de sistemas contables que deben llevar las organizaciones políticas y de interconexión entre Fiscalía, Contraloría, Unidad de Análisis Financiero y Económico (UAFE) para monitorear los recursos.

¿Estos cambios cosméticos en el sistema de votación tienen relevancia a nivel de estructura en el Estado?

Los candidatos

El contexto descrito anteriormente sirve para visualizar hacia dónde apunta la balanza, quiénes son favorecidos y una proyección del posible ganador en las elecciones.

Otra particularidad de estos comicios es la cantidad de candidatos que participan en la carrera por la presidencia. En total son 16 los que se postularon para el primer cargo de la República. Sin embargo, en las encuestas solo figuran tres candidatos: Andrés Arauz (35 años), candidato por la coalición Centro Democrático; Guillermo Lasso (65), por la Alianza CREO; y Yaku Pérez (51) por el Movimiento de Unidad Plurinacional Pachakutik.

A una semana de los comicios, el candidato que mejor se perfila en las encuestas para llegar a la presidencia es el joven Andrés Arauz, candidato del correísmo y el más joven en participar en unas elecciones presidenciales; detrás lo sigue Guillermo Lasso, un empresario y banquero ligado a la extrema derecha que ha sido candidato a la presidencia en varias oportunidades; y Yaku Pérez, ligado a los movimientos indígenas, presidente de la Confederación de Pueblos de la Nacionalidad Kichw, que se dio a conocer por participar en las manifestaciones durante el gobierno de Rafael Correa.

Según France24, "Andrés Arauz registra en las encuestas entre un 28,64% y un 15%; el conservador Guillermo Lasso está entre un 26% y un 20,85%, mientras que el candidato indígena Yaku Pérez ronda el 13%".

De acuerdo a Sputnik, "Andrés Arauz 37,4%, Guillermo Lasso 24,3%, Yaku Pérez 15,1%".

Parcializadas o no, todas las encuestas proyectan a Arauz como posible ocupante del Palacio de Carondelet.

Todo parece indicar que los medios liberales han llegado al consenso de pasar de largo a este hecho y prefieren enfocarse en que la mayoría de los electores aún están indecisos, que existe una sobreoferta de candidatos o que todo se decidirá en una segunda vuelta.

Breves perfiles

¿Quién es Andrés Arauz?

  • Es Bachelor of Science en Economía y Matemáticas por la Universidad de Michigan.
  • Máster en Economía del Desarrollo por la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO), con dominio del inglés, francés y ruso.
  • Doctorado en Economía Financiera por la Universidad Nacional Autónoma de México.
  • Con 26 años fue director del Banco Central de Ecuador y con 30 años se convirtió en ministro de Conocimiento y Talento Humano, cargo que ocupó entre 2015 y 2017.
  • En 2017 durante unos meses también fue ministro de Cultura y Patrimonio.
  • Se asume como latinoamericanista y apuesta a la integración en la región.

Guillermo Lasso:

  • Desde muy joven estuvo vinculado a la bolsa de valores de Guayaquil.
  • Su primera empresa fue la Constructora Alfa y Omega, fundada con su hermano mayor Enrique Lasso en 1978, a sus 23 años.
  • Este empresario de cuna en 1994 fue designado presidente ejecutivo del Banco Guayaquil. Ese mismo año pasó por la filial nacional de Coca-Cola.
  • En 2017 un informe reveló que Guillermo Lasso estaba asociado a 49 empresas offshore en paraísos fiscales y acumuló entre 1999 y 2000 una riqueza de 30 millones de dólares.
  • En 1998 inicia su carrera política cuando lo nombran como gobernador de Provincia de Guayas.
  • Durante la presidencia de Lucio Gutiérrez fue nombrado embajador itinerante.
  • Ha participado en tres elecciones presidenciales y desde 2014 se asume como líder opositor al correísmo y ha manifestado su rechazo a la Revolución Bolivariana y cualquier tipo de integración regional que no sea afín al modelo corporativo neoliberal.

Yaku Sacha Pérez

  • Es doctor en Jurisprudencia por la Universidad Católica de Cuenca, con especializaciones en justicia indígena, derecho ambiental, derecho penal y criminología, y con un diplomado en gestión de Cuencas Hidrográficas y Población.
  • Fue presidente de la Confederación de Pueblos de la Nacionalidad Kichwa (ECUARUNARI) de 2013 a 2019.
  • Presidente de la Coordinadora Andina de Organizaciones Indígenas.
  • En 2019 fue elegido como Prefecto de Azuay y ese mismo año participó en las manifestaciones contra el gobierno de Lenín Moreno.
  • Se proyecta como una opción alternativa al mostrarse ligero de burocracias, presentándose como un músico que anda en bicicleta y apoya la causa indígena.

Guerra sucia y continuidad de la persecución contra el correísmo

Ante el posible triunfo del joven Andrés Arauz, han iniciado una campaña de descrédito a través de las redes sociales y las grandes corporaciones mediáticas que operan dentro y fuera de Ecuador.

El experto en redes, el español Macías Tovar, le contó a Sputnik que la campaña de fake news es llevada adelante "por un sinfín de medios y periodistas, así como miembros y fundaciones financiadas desde Estados Unidos (EEUU) a través de la Fundación Nacional para la Democracia (NED) o Atlas Network".

El experto refirió que estas campañas de descrédito se realizan a través de un ejército de cuentas falsas que tienen una finalidad específica de posicionar la imagen negativa de Arauz.

Asimismo, muestra cómo desde estas cuentas se apoya al candidato Lasso, presidente de una fundación de Atlas Network. Tovar muestra un mapa en el que analiza las interacciones de los candidatos en Twitter.

Macías descubrió que 258 mil cuentas de Twitter con menos de 5 seguidores siguen e interactúan con Lasso. Algo similar ocurrió en Bolivia cuando le dieron el golpe de Estado a Evo Morales. Crearon miles de cuentas cuyo objetivo era proyectar lo que ya estaba planificado.

Una de las mentiras más repetidas que atribuyen al joven candidato es una supuesta alza del IVA o que está a favor de la desdolarización del país, justo en un momento delicado en lo económico en un contexto pandémico.

A esta guerra se suman algunos medios. La revista Semana, de Colombia, intentó posicionar un supuesto vínculo entre el ELN y la alianza que apoya la candidatura de Arauz. A esta denuncia se suma Lenín Moreno, quien califica como "extremadamente delicado" el supuesto contenido de la computadora de un guerrillero abatido que habría dado con la información, a todas luces una operación psicológica que intenta movilizar a los votantes indecisos en detrimento del candidato correísta, siendo el ELN un grupo irregular calificado de terrorista y narco tanto por Colombia como por el gobierno estadounidense.

Finalmente, son los ecuatorianos los que van a decidir quién será el próximo presidente del país, quien se debe enfrentar a, según el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC), un 6,6% de desempleo y un 23,4% de subempleo. El legado de Moreno será un desafío mayúsculo para el ganador de los comicios.

Por otra parte, la caída del PIB en un 9,5% en 2020 deja a Ecuador en el tercer lugar de las economías más afectadas de Sudamérica y con bajas expectativas de crecimiento. Descenso en la calidad de vida que no solo dependió de la pandemia, sino del viraje neoliberal del periodo presidencial que está culminar.

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