Mié. 18 Diciembre 2024 Actualizado Sábado, 14. Diciembre 2024 - 10:42

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El bloqueo naval contra Yemen está provocando una hambruna sin precedentes en la región (Foto: Hani Mohammed / AP Photo)

Las atrocidades silenciadas contra el pueblo de Yemen

Es notable que la operación militar rusa en Ucrania atiborra todas las portadas de la prensa occidental en detrimento de otros conflictos y crímenes que llevan a cabo los "socios" de Estados Unidos en otras latitudes del mundo. El caso yemení quizás es el más atronador, junto con la matanza indiscriminada de civiles en el Dombás durante siete años y la colonización israelí sobre Palestina durante décadas.

Desde Europa, incluso, se ha insistido en que "el pueblo de Yemen necesita el mismo nivel de apoyo y solidaridad que hemos visto por el pueblo de Ucrania", dicho por Jan Egeland, el secretario general del Consejo Noruego de Refugiados.

Pero el apoyo a una población diezmada por la guerra en un país del Sur Global no tiene los focos de interés necesarios para su ayuda. Mientras que el objetivo de las Naciones Unidas era aumentar más de 4.2 mil millones de dólares para Yemen, para el 15 de marzo, solo se logró recabar 1.3 mil millones de dólares.

En paralelo a la masacre diaria contra la población del Dombás, el bloqueo y bombardeo sistemático de Yemen, llevado a cabo por la coalición liderada por Arabia Saudí y los Emiratos Árabes Unidos, entra ahora en su octavo año.

  • La ONU estimó el año pasado que el número de víctimas llegaría a 377 mil personas para el fin de 2021.

A esto se une una crisis alimentaria sin parangón en Asia Occidental (Oriente Medio), solo comparable con lo que sucede en el Líbano y Siria, países azotados por la guerra sionista y otanista contra sus pueblos.

Yemen importa más del 35% de su trigo a Rusia y Ucrania, por lo que la interrupción del suministro de trigo provocará un aumento vertiginoso de los precios de los alimentos.

Basheer Al Selwi, un portavoz de la Comisión Internacional de la Cruz Roja en Yemen, dijo recientemente que "desde el inicio del conflicto ucraniano, hemos visto dispararse los precios de los alimentos a más de 150%". "Millones de familias yemeníes no saben cómo obtener su próxima comida", remató.

El bloqueo saudí de Yemen ha cortado las importaciones esenciales necesarias para la vida cotidiana de su pueblo, forzándolo a depender de grupos de ayuda para sobrevivir. Aunque, por lo visto desde las entrañas de la ONU, esto no es suficiente.

Desde 2015, Arabia Saudí y los Emiratos Árabes Unidos han cometido atrocidades contra Yemen como violaciones repulsivas del derecho internacional, misiles y bombas de bombas de racimo lloviendo sobre hogares civiles, cleptócratas lavando sus ganancias mal habidas a través de Londres y comprando influencia política en Occidente, mientras ocupan territorio yemení de manera ilegal.

El apoyo guerrerista de Estados Unidos

Distintas asociaciones, instituciones y organizaciones de derechos humanos han denunciado a la mencionada coalición por bombardear carreteras, pescaderías, instalaciones de drenaje y saneamiento, bodas, funerales e incluso autobuses escolares de niños. En un ataque reciente, los saudíes asesinaron a 50 migrantes africanos albergados en un centro de detención en Sadah.

Incluso Amnistía Internacional dice que uno de los fragmentos del misil encontrados en los restos del centro de detención mostró que el arma responsable fue hecha por la compañía estadounidense Raytheon, uno de los bastiones corporativos del complejo industrial-militar de Estados Unidos.

Y es que Estados Unidos continúa proveyendo piezas de repuesto para los aviones de guerra de la coalición saudí-emiratí, junto con el mantenimiento y el flujo constante de armas por un monto de millones de dólares. Sin este sostén militar, los saudíes no podrían continuar sus ataques aéreos que constantemente asesinan a civiles.

Sin embargo, en vez de condenar las atrocidades cometidas por la invasión, el bombardeo y el bloqueo naval de Yemen por parte de Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos, Estados Unidos intenta acercarse a ellos, aun cuando éstos tal vez no quieran dicho acogimiento.

La activista norteamericana Kathy Kelly recuerda que "Estados Unidos está entrando en conversaciones para depender cada vez más de la producción petrolera saudí y emiratí. Y Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos no quieren incrementar su producción petrolera sin un acuerdo estadounidense que los ayude a aumentar sus ataques contra Yemen".

Todo ello en el marco de las "sanciones" gringo-europeas contra Rusia, lo que ha detenido en parte los flujos comerciales del petróleo de Eurasia a Occidente.

Por otro lado, es un silencio escandaloso por parte de los portavoces políticos de Estados Unidos y Europa en general en torno a lo que sucede en ese rincón del Sur Global. Toda la atención sobre Ucrania más bien constata los intereses guerreristas que existen detrás de cada escenario, tanto en Asia Occidental como en el corazón de Eurasia.

Otro escenario para Yemen y la coalición de agresión

En su nota para Common Dreams, Kelly hace mención a la ejecución el 12 de marzo de 81 personas, "incluidos siete yemeníes, dos de ellos prisioneros de guerra y cinco de ellos acusados de criticar la guerra saudí" contra Yemen por parte del gobierno monárquico de Arabia Saudita.

"Solo dos días después de la ejecución en masa, el Consejo de la Corporación del Golfo, que incluye a muchos de los socios de la coalición que ataca a Yemen, anunció la voluntad saudí de celebrar diálogos de paz en su propia ciudad capital de Riad, exigiendo a los dirigentes de Ansarallah (informalmente conocidos como hutíes) que se arriesguen a ser ejecutados por Arabia Saudí para poder discutir la guerra", informa la activista estadounidense.

Y remata: "Los saudíes han insistido durante mucho tiempo en una resolución de la ONU profundamente viciada que pide el desarme a los combatientes hutíes sin mencionar nunca a la coalición apoyada por Estados Unidos como una de las partes en conflicto. Los hutíes dicen que irán a la mesa de negociación, pero no pueden contar con los saudíes como mediadores. Esto parece razonable, dado el trato vengativo de Arabia Saudí sobre los yemeníes".

Pero al parecer la prerrogativas de las monarquías árabes podrían aminorar. The Cradle reporta que "entre el 29 de marzo y el 7 de abril, el Consejo de Cooperación del Golfo (CCG) planea celebrar una serie de conversaciones con el objetivo de establecer un alto el fuego en Yemen tras los ataques aéreos de represalia contra la coalición liderada por Arabia Saudita por parte de las fuerzas de Ansarallah".

Según un informe de New Khalij citado por The Cradle, las negociaciones tienen como objetivo establecer corredores humanitarios para Yemen, entre otros temas.

Sigue el reporte: "Según los informes, estas negociaciones son un medio para que Arabia Saudita salga de Yemen y salve las apariencias después de siete años de una guerra sin éxito".

A pesar de que la coalición saudí-emiratí gasta 175 millones de dólares al mes solo en ataques aéreos, las fuerzas de resistencia yemeníes han logrado contener a las fuerzas respaldadas por Estados Unidos y la OTAN.

El ejército de Yemen también ha podido lanzar varios ataques exitosos en territorio saudita y emiratí con misiles balísticos y drones. El 20 de marzo, por ejemplo, la Operación Rompiendo el Asedio dio con varios objetivos económicos y de infraestructura de la compañía petrolera Aramco, la mayor en la región, varias veces en un día.

Yemen ha prometido continuar con estos ataques de represalia mientras la coalición saudita continúe bombardeando y asediando a su pueblo. En una entrevista televisada con Al Mayadeen este 23 de marzo, el Gobierno de Salvación Nacional de Yemen (NSG) prometió "sorpresas sin precedentes" de las fuerzas armadas contra la coalición saudí-emiratí.

En específico, el Ministro de Defensa de Yemen, Mayor General Mohammad Nasser al-Atefi, declaró que estas sorpresas cambiarían el equilibrio de poder a favor de Yemen y "provocarían escalofríos en la columna vertebral de los agresores".

Aun cuando los saudíes y sus socios se lavan las manos por los siete años de bombardeo contra civiles y provocación de una hambruna sin precedentes en Yemen, las monarquías del Golfo parecen querer llegar a un acuerdo de paz luego de haber minado su economía bajo un afán agresor.

A pesar de que Estados Unidos envía sin cesar los sistemas de defensa antimisiles Patriot y THAAD a Arabia Saudita después de retirarlos inicialmente el año pasado, esos sistemas no han podido interceptar con éxito las represalias militares desde Yemen.

He ahí otra razón por la cual se quiera llegar a un acuerdo de paz. Pero, para ello, debe haber una señal de que las atrocidades silenciadas contra el pueblo yemení tendrán un punto final.

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