El negocio de las armas y los intereses geopolíticos tienen una correlación particular en el caso de Aukus, siglas en inglés de la asociación Australia-Reino Unido-Estados Unidos, que tiene entre sus propósitos primordiales desarrollar su "compromiso con un Indo-Pacífico libre y abierto".
La implementación de Aukus se anunció el 15 de septiembre de 2021. Esta asociación trilateral de seguridad tiene entre sus pilares la adquisición y desarrollo de submarinos de propulsión nuclear con armamento convencional para la Marina Real de Australia y la colaboración y el intercambio de tecnología e información entre sus socios.
El país oceánico adquiriría submarinos de propulsión nuclear con armamento convencional para mejorar sus capacidades en el ámbito marítimo, pues la Marina Real operaba solo con naves diésel-eléctricas. Esto convertiría al país austral en el único, aparte del Reino Unido, con el que Estados Unidos compartirá dicha tecnología.
Los submarinos de Aukus combinarán diseño británico y tecnología estadounidense, a la espera de que los australianos desarrollen su propia capacidad de propulsión nuclear: tienen siete años para crear fuerza de trabajo e infraestructura para ello, según el acuerdo. Los submarinos entrarán en servicio a finales de la década de 2030 y se fabricarán en Australia a principios de la de 2040.
Mientras tanto, Estados Unidos tiene previsto vender entre tres y cinco submarinos de la clase Virginia a Australia a principios de la década de 2030. Para 2027 se prevé que el país angloamericano y Reino Unido desplegarán sus propias naves de propulsión nuclear en la región como parte de la "Fuerza de Rotación de Submarinos-Oeste".
Ensayos entre personal militar y civil de los tres países se han llevado a cabo en torno al desarrollo y la interoperabilidad en tecnologías de vanguardia como:
- vehículos submarinos robóticos y autónomos;
- tecnología cuántica;
- inteligencia artificial (IA);
- capacidades cibernéticas avanzadas;
- y en materia hipersónica y de guerra electrónica.
El gobierno de Joe Biden anunció que está efectuando acciones ejecutivas provisionales y proponiendo cambios legislativos en Estados Unidos para facilitar el comercio de defensa dentro de Aukus con el fin de acelerar el progreso ante las alcabalas regulatorias y burocráticas de cada país en relación con este tipo de integración securitaria.
Interés financiero y geopolítico
Francia respondió rápidamente a la presentación oficial de Aukus. El entonces ministro de Europa y Asuntos Exteriores de Francia, Jean-Yves Le Drian, emitió un comunicado en el que alega que "el anuncio de una nueva asociación con Estados Unidos (…) constituye un comportamiento inaceptable entre aliados y socios", ya que Francia y Australia tenían firmado un acuerdo vinculante para que el país europeo proveyera 12 submarinos clase Attack al país oceánico desde 2016.
Así, Australia canceló ipso facto un acuerdo de 90 mil millones de dólares para unirse a la alianza liderada por Estados Unidos. Los franceses sintieron que los australianos les habían clavado un puñal en la espalda; sin embargo, las quejas en torno a dicho negocio quedaron en el pasado.
Se estima que Aukus genere un mercado de entre 286 mil y 368 mil millones de dólares. De acuerdo con el análisis de Hayley Channer, directora del United States Studies Centre, "se prevé que Aukus aumente el gasto en defensa de 2,05 a 2,20% del PIB [de Estados Unidos]. Esto constituye 1/14 o 7% del presupuesto total de defensa, una parte significativa".
La guerra en Ucrania ha demostrado una vez más que las ganancias son el principal factor impulsor del complejo industrial-militar estadounidense, con subidas constantes del presupuesto militar en Washington, D.C., al tiempo que las compañías de armas han registrado superávits gracias a la extensión del conflicto.
Pero, aquí, el interés financiero se combina con uno estratégico si tenemos en cuenta que, según la visión de Aukus, el fin de esta asociación consiste en hacerle frente al crecimiento geopolítico de la República Popular China.
Mientras algunos países han expresado su preocupación por la posibilidad de una carrera armamentística o un efecto desestabilizador en la dinámica regional, China se ha opuesto rotundamente a la asociación, ha comparado Aukus con una "réplica de la OTAN en Asia-Pacífico" que amenaza directamente la República Popular.
El hecho de que Australia sea concebido como un puerto militar estratégico del Pentágono constituye de antemano una declaración de principios sobre el dominio que quiere ejercer con su Marina en los océanos Índico y Pacífico.
Hemos de recordar que Australia, Estados Unidos y Reino Unido forman parte de la anglósfera y los Cinco Ojos, una alianza en el área de inteligencia y espionaje que también conforman Canadá y Nueva Zelanda. Edward Snowden había denunciado en 2013 la vasta red de espionaje de los Cinco Ojos sobre sus propios ciudadanos.
Pero Aukus se centra en la proyección armamentista en el terreno marítimo, significa una asociación para que Estados Unidos intente no perder influencia en la región que denomina "Indo-Pacífico" y mantenga la hegemonía de las rutas de acceso, directa o indirectamente.
La Iniciativa de la Franja y la Ruta supone una "amenaza existencial" —de acuerdo con ciertos círculos políticos en Washington, D.C.— a la preeminencia económica estadounidense en toda Eurasia continental, por lo que Estados Unidos ha estado haciendo lo que está a su alcance para torpedear los planes chinos. La desestabilización de China es un objetivo claro para el Pentágono, lo que explica que refuerza constantemente lazos financieros y militares con Taiwán, Japón, Filipinas, Corea del Sur, las islas Salomón y Australia, donde la animadversión contra China tiene altos niveles animados, en parte, por los intereses norteamericanos.
En el siguiente mapa puede apreciarse cómo alrededor del gigante asiático existe presencia de instalaciones o presencia militares de Aukus, con patrullaje submarino en el mar de China Meridional y la plena colaboración de Japón para el cercamiento.
Para Nicholas Spykman, conocido por su teoría del Rimland, el "Mediterráneo asiático" ubicado entre Asia y Australia y entre los océanos Pacífico e Índico es un área estratégica para Estados Unidos. La Casa Blanca ha tomado esta perspectiva en su política anti-china y por ello las asociaciones naturales de esta última en su entorno inmediato no son toleradas. Aukus tiene un papel militar que cumplir en cuanto a disuasión y preparación para las condiciones de guerra abierta, según esta visión.
Beijing ha respondido con el estímulo creciente en el desarrollo de su Armada, con la flota más grande del mundo, y la denuncia sobre los planes en su contra. La disuasión china es vista como una afrenta y una amenaza y, aunque la guerra convencional nunca suceda, los preparativos podrían resultar sorprendentemente útiles ya que los conflictos bélicos siempre han estimulado innovaciones, avances científicos y tecnológicos. El segundo pilar de Aukus es muestra de ello.
- Expertos militares norteamericanos y europeos consideran que Estados Unidos ni siquiera está preparado para una guerra en el "Indo-Pacífico". Incluso The Wall Street Journal publicó recientemente un artículo en el que señala los factores de inferioridad del ejército estadounidense ante el chino.
Kishore Muhbubani, diplomático e intelectual de Singapur, argumenta que mientras Estados Unidos forma alianzas militares que tienen objetivos a corto plazo, China lleva a cabo asociaciones comerciales que son más duraderas. Quizá en esto hay una enseñanza, sin embargo Aukus toma en cuenta ambos factores y los aprovecha para militarizar abiertamente la relación de la anglósfera con China.
Pero, además, se encuentra a tono con la visión de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), cuando en 2022 decidió modificar su Concepto Estratégico para incluir China como un "desafío sistémico". En ese sentido Aukus funciona como la pata "indo-pacífica" de la OTAN y pone en el centro Taiwán como un actor relevante hacia la perturbación de China, a la vez que Estados Unidos contempla expandir la asociación.