Jue. 19 Diciembre 2024 Actualizado Sábado, 14. Diciembre 2024 - 10:42

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La influencia de ExxonMobil en la escalada de la disputa territorial por el Esequibo forma parte de un patrón de comportamiento de la transnacional estadounidense (Foto: AP)

El rol de ExxonMobil en conflictos entre países por recursos

En el análisis de la actual escalada de tensiones entre Venezuela y Guyana por la controversia territorial sobre el Esequibo, es inevitable mencionar a la empresa petrolera ExxonMobil, con sede en Estados Unidos.

La compañía ha estado realizando exploraciones en la zona en disputa durante casi 30 años, lo que vulnera los límites de la soberanía territorial venezolana. La intensificación de la pugna, llevada ante la Corte Internacional de Justicia —la cual tomó atribuciones unilaterales de manera ilegal en el asunto, y así violó el Acuerdo de Ginebra—, ha sido posible gracias al financiamiento otorgado por ExxonMobil a Guyana.

Esta transgresión contra Venezuela no es un hecho aislado sino que forma parte de un patrón de comportamiento de la empresa estadounidense. Ha estado involucrada en numerosas polémicas debido a su enfoque en maximizar sus ganancias a expensas de la estabilidad política y social de las regiones donde opera. Aquí presentamos dos casos recientes.

Tras las reservas de petróleo y gas del Mar Meridional de China

Las fuentes de hidrocarburos en la plataforma del mar de China Meridional son una de las principales razones por las cuales países asiáticos, con influencia estadounidense, han violado las islas y aguas cercanas a esa región sobre donde Beijing tiene un reclamo legítimo. Según sus autoridades, se estima que hay hasta 17,7 mil millones de toneladas de petróleo y gas natural en ese lugar.

La cuestión por los recursos del susodicho mar tiene sus raíces en décadas pasadas. Hasta mediados de los años 1970 pocos países mostraban interés: los Estados aledaños reconocían de facto la soberanía legítima de China sobre el espacio. Sin embargo, eso cambió en 1976 cuando se encontraron depósitos de petróleo frente a la costa de la isla filipina de Palawan.

ExxonMobil ha estado explotando el mayor proyecto energético de Vietnam frente a las costas del país en el mar de China Meridional. Se trata del campo de gas Ca Voi Xanh o "Ballena Azul", ubicado en un área de la plataforma continental de las islas Paracelso, sobre las cuales China tiene derecho de reclamo territorial.

Al igual que ocurre con el caso del Esequibo venezolano, el avance de ExxonMobil va respaldado militarmente por el gobierno estadounidense. Durante un evento en la ciudad de Ho Chi Minh el 22 de junio de 2022, el entonces embajador de Estados Unidos en Vietnam, Daniel Kritenbrink, expresó su apoyo a las empresas energéticas que participan en la explotación de recursos naturales en el mar de China Meridional.

Kritenbrink destacó la importancia de esa área marítima para la seguridad de Vietnam y la paz y estabilidad futuras en la región, y señaló que también son vitales para Estados Unidos. Hanoi Times, el medio vietnamita que reseña la noticia, agrega en su artículo:

"Estados Unidos ha financiado con 450 millones de dólares el desarrollo de la capacidad marítima de Vietnam desde 2012 y Kritenbrink dijo que el segundo simulacro marítimo EE.UU.-Asean está en la agenda, después del primero en septiembre del año pasado".

El costo geopolítico que Vietnam está pagando por asumir junto a ExxonMobil esta empresa de asedio a la potencia económica china es excesivamente alto en comparación con los resultados que obtiene. Con un estimado de 150 mil millones de metros cúbicos en reservas, Ca Voi Xanh sería el mayor proyecto de gas de Vietnam hasta la fecha, pero lleva años retrasado.

Según un documento revisado por Reuters, la nación del sudeste asiático tendrá que esperar al menos hasta 2028 para ver que la producción de gas con ExxonMobil se transforme en suministro de energía para el país.

ExxonMobil-Savannah: la historia detrás de la disputa Chad-Camerún

Al cierre del año 2021, la empresa británica Savannah Energy anunció la adquisición de participaciones en los campos petrolíferos de la cuenca Doba en Chad y en el oleoducto de exportación de petróleo Chad-Camerún, por la suma de 626 millones de dólares, que anteriormente estaban en manos de la empresa Petronas y ExxonMobil.

Un año después, el elemento del acuerdo relacionado con Petronas colapsó. La atención se centró en la porción del convenio que involucraba a ExxonMobil, ascendente a 407 millones de dólares.

La corporación extranjera se vio enfrentada a la impugnación de la transacción por parte del gobierno de Chad, que argumentó que los términos finales diferían de los presentados por ExxonMobil. Además, advirtió que podría recurrir a los tribunales para bloquear la compra y tomar medidas adicionales en aras de proteger sus intereses.

La situación alcanzó un punto crítico el 23 de marzo de 2023, cuando el presidente de Chad, Mahamat Idriss Deby, emitió un decreto de nacionalización de los activos de ExxonMobil en el país, incluido el sector chadiano del oleoducto de exportación.

En respuesta a esa decisión, Savannah tomó la vía de la confrontación jurídica al presentar una demanda de arbitraje ante la Cámara de Comercio Internacional en París.

El gobierno de Chad sostiene que Savannah carece de derecho sobre los activos, alegando graves violaciones de los requisitos legales y contractuales para la transferencia de esos recursos. Además, acusa a la empresa británica de reclamar falsamente crédito por el aumento de 9% en la producción de los activos, atribuyendo cualquier mejora a los gerentes locales chadianos que ya no estaban restringidos por las políticas anteriores a la salida de ExxonMobil.

El suceso ocasionó una disputa de menor escala entre el gobierno de Chad y el de Camerún, por la venta de la participación de 10% de Savannah en una empresa que controla la sección camerunesa del oleoducto binacional a la compañía petrolera estatal de Camerún por 44,9 millones de dólares. Las autoridades chadianas estaban en contra de esta venta y acusaron a las autoridades camerunesas de ser deshonestas en las negociaciones relativas a la adquisición de los activos de ExxonMobil por Savannah Energy.

Ferdinand Ngoh Ngoh, funcionario presidencial camerunés, visitó Chad como enviado especial días después de que el país retirara a su embajador en Camerún por la disputa. Según él, se disiparon algunos malentendidos en la relación entre ambos estados, pero la impronta de la corporación estadounidense permanece en el escenario de tensiones.

Esta serie de controversias evidencian que ExxonMobil actúa como un elemento de discordia entre países con el objetivo de garantizar sus intereses económicos sobre zonas con recursos energéticos estratégicos. No solamente produce conflictos con potencialidad de alta escala mientras está asentado en ciertos territorios, también —como se ve en el segundo caso consultado— continúa generando diferencias incluso al retirarse de proyectos que han dejado de ser tan rentables como en el pasado.

De esta manera, la compañía energética se enfoca en desatar disensos que le puedan servir para infiltrarse en nuevos territorios con recursos, como lo estamos presenciando actualmente con la utilización del gobierno de Guyana con vistas a explotar los hidrocarburos en aguas del Esequibo.

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