En una alocución televisada, el presidente Vladímir Putin anunció que, a partir de ahora, la Federación Rusa comenzará a vender gas natural a "países no amigos" en rublos y no en dólares y euros. Este es quizás uno de los acontecimientos más importantes menos informados en la mediática occidental, consecuencia de la guerra económica, financiera y comercial que Estados Unidos y Europa llevan a cabo contra este poder euroasiático.
Veamos algunos datos junto a su contexto para entender de qué va la medida rusa y por qué es importante para el ecosistema global desde el punto de vista financiero y comercial.
Por qué Europa no “sanciona” el gas ruso de manera inmediata
Rusia suministra actualmente alrededor del 40% del gas natural que Europa consume. Este recurso se utiliza para la calefacción de los hogares (siendo un continente sumamente frío, sobre todo en temporadas de invierno) y alimentar su red energética.
Las actuales "sanciones" de la Unión Europea (UE) contra Rusia han excluido convenientemente el gas natural por esta razón, aun cuando las amenazas de embargo en este rubro se hagan latentes: es por ello por lo que ha subido el costo del gas ruso, debido a las "expectativas" de inversores y compradores de futuros.
Como bien han confesado los mismos funcionarios alemanes, no hay manera de que Europa corte una parte tan importante de su propio suministro de gas y no provoque un caos total. Incluso si Estados Unidos y otros países se lanzan a intentar compensar el déficit, la infraestructura para cambiar al gas natural licuado (GNL) de factura norteamericana aún no está construida.
La dependencia de Alemania al gas ruso, por ejemplo, data de al menos 50 años, desde los tiempos en que la Unión Soviética suministraba a la República Democrática Alemana.
La UE podría pasar a duras penas el resto de esta temporada de frío, pero para el próximo otoño no podría calentar sus hogares ni alimentar su red energética. Así que necesitan el gas natural ruso para el futuro inmediato.
A pagar en rublos
Un usuario de Twitter, @bidetmarxman, da una explicación sobre cómo, luego de que la UE desatara la guerra financiera contra Rusia por mandato estadounidense, los países europeos podrían seguir importando gas ruso.
Para ello tendrían que adquirir rublos para poder comprarlo. ¿Cómo lo harían?
1 gold is sanction proof.
2 is impossible without lifting sanctions.
3 will cause the Ruble to appreciate against the €, something the US is vehemently fighting against.
4 Russia may not accept USD/€ given the ways their holdings could (and would) be weaponized against them.— professional hog groomer (@bidetmarxman) March 23, 2022
La UE tiene cuatro opciones, de acuerdo a @bidetmarxman:
- Intercambiar oro por rublos con Rusia.
- Vender productos a Rusia.
- Cambiar euros por rublos en el mercado de divisas.
- Comprar rublos al Banco Central Ruso con euros y/o dólares.
Cada opción tiene una explicación de cómo y por qué sería ideal o dificultoso tomarla.
- El oro es a prueba de "sanciones".
- Vender productos a Rusia es imposible sin levantar las "sanciones".
- Cambiar euros por rublos en el mercado de divisas hará que la moneda rusa se aprecie frente a la europea, "algo contra lo que Estados Unidos lucha con vehemencia".
- Rusia podría no aceptar el dólar estadounidense ni el euro, ya que la tenencia de esas monedas puede y son usadas como armas contra la Federación.
De darse la opción 4, obligaría a los países "no amigos" de Europa a comprar primero una moneda intermedia, como el yuan. "La perspectiva de verse obligado a comprar yuanes es algo que Occidente ha estado anticipando, pero contra la que tiene poca defensa", argumenta @bidetmarxman.
Podríamos agregar que el comercio en rublos y yuanes mina de manera estratégica el uso hegemónico del dólar, una herramienta imperial que Estados Unidos ha usado durante décadas para financiar su propia acumulación capitalista y el financiamiento de sus guerras a través del comercio de materias primas y la expansión financiera de la moneda estadounidense.
Por la vía de subordinación
En esencia, como ya han anticipado algunos analistas financieros en el mundo digital, esta es la razón que subyace a las recientes amenazas de Estados Unidos hacia China por ayudar a Rusia a eludir sus medidas unilaterales y coercitivas en el aspecto financiero.
Para Washington el resto de los países en el mundo deben decidir si están "con nosotros o contra nosotros", y en específico apuntan a la República Popular con su improperio; esto significaría que está preparando el terreno para volcarse en una guerra económica, financiera y comercial contra China de espectro completo, como está comenzando a operarse contra Rusia.
Con ello, Estados Unidos espera explotar lo más que puede la situación de inestabilidad y caos energético en Europa, siendo la UE hasta hace pocos años el mayor socio comercial de China (suplantado por, claro está, Rusia). Los precios resultantes, no solo del gas, sino de todos los productos básicos importados en la UE, se dispararán, como ya lo estamos presenciando, y Washington espera amarrar a los europeos a su mercado energético.
Ya lo hemos dicho en esta tribuna: el conflicto en Ucrania ha sido aprovechado por Estados Unidos para poner una cuña entre Europa y Asia, obligando a la UE a depender enteramente de Norteamérica en el ámbito económico, financiero y comercial.
La UE está en una encrucijada: subordinarse a la égida estadounidense, sumiendo a Europa en el caos, o seguir comerciando con Rusia y China. Hasta ahora, parece que se inclina decididamente por lo primero.
El recibimiento de Joe Biden con bombos y platillos otanistas en suelo europeo así lo refleja. Punto para la élites atlantistas, desventaja absoluta para la ciudadanía europea.