Dom. 10 Noviembre 2024 Actualizado ayer a las 8:39 pm

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Palestinos buscan sobrevivientes tras un ataque aéreo israelí contra edificios (Foto: AFP)

El flujo de armas de EE.UU. a Israel no para

Desde que Israel lanzó la ofensiva contra la Franja de Gaza en respuesta a la operación Diluvio de Al-Aqsa el pasado 7 de octubre, Estados Unidos ha hecho de forma secreta más de 100 ventas militares extranjeras a Israel, lo que equivale a miles de municiones guiadas con precisión, bombas de pequeño diámetro, rompe-búnkeres, armas pequeñas y otra ayuda letal, según dijeron funcionarios a los miembros del Congreso en una sesión informativa clasificada reciente.

De acuerdo con lo reseñado por el Washington Post, esto confirma la participación de EE.UU. en la guerra que lleva cinco meses y ha matado a más de 30 mil palestinos. Y esta transferencia de recursos militares ocurre incluso en medio de fuertes críticas por parte de altos funcionarios y legisladores estadounidenses contra el evidente genocidio.

Luego del estallido del conflicto, públicamente se hicieron dos ventas militares extranjeras aprobadas a Israel. Una fue por 106 millones de dólares en municiones para tanques y la otra por 147,5 millones de dólares en componentes necesarios para fabricar proyectiles de 155 mm. Estas ventas causaron polémicas porque, invocando una autoridad de emergencia, Biden pasó por alto el Congreso para aprobar los paquetes.

Si en medio del genocidio fueron mal vistas las dos ventas de recursos militares al país criminal, ahora que se reveló que se hicieron otras 100 transacciones sin ningún debate público y sin declarar cada monto al Congreso, como corresponde, resulta más escandalosa la complicidad estadounidense-israelí en la limpieza étnica que se está perpetrando contra el pueblo palestino de Gaza.

"Es una cantidad extraordinaria de ventas en el transcurso de un período bastante corto, lo que sugiere fuertemente que la campaña israelí no sería sostenible sin este nivel de apoyo de Estados Unidos", señaló Jeremy Konyndyk, alto exfuncionario de la administración Biden y actual presidente de Refugiados Internacional.

Constantemente funcionarios estadounidenses han dicho que el gobierno de Biden debe presionar a Israel para que limite las masacres, sobre todo por la que se estaba planificando en Rafah, donde ya había más de un millón de palestinos refugiados que huyeron por los bombardeos criminales contra Gaza. “¿Estas personas ya huyeron del norte al sur y ahora están todos apiñados en un pequeño pedazo de Gaza y van a seguir bombardeándolos?”, dijo el demócrata Joaquín Castro, miembro de los comités de Inteligencia y Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes, en una entrevista.

En los últimos días Estados Unidos ha lanzado ayuda humanitaria en Gaza por vía aérea. La medida se empezó a aplicar luego de que mataran a más de cien palestinos que se acercaban a un convoy con alimentos. También anunció que construirá un puerto provisional en Gaza para llevar ayuda humanitaria.

Resulta irónico, cuando no hipócrita, que Estados Unidos por una parte le venda las armas a Israel con la que comete el genocidio y, por otro, le entregue ayuda humanitaria a los más de dos millones de palestinos que sufren la consecuencias de la operación militar israelí. 

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