En horas de la mañana de hoy se ha confirmado la muerte del embajador de China en Israel, Du Wei, en su residencia oficial en Herzliya, al norte de la ciudad capital de Tel Aviv.
Du Wei, de 57 años de edad, fue nombrado como representante diplomático en Israel en febrero pasado. Antes de este nombramiento, fue embajador en Ucrania, cargo que desempeñó desde el año 2016 hasta 2019.
La policía israelí afirma que posiblemente se trataría de una muerte natural tras no encontrar señales de violencia física en el diagnóstico del cuerpo a cargo de los servicios de emergencia.
Sin embargo, las causas del fallecimiento no están del todo despejadas y habrá que esperar una investigación mucho más exhaustiva correspondiente a la gravedad del hecho.
La muerte de Du Wei ocurre en un contexto marcado por las falsas acusaciones de Washington que buscan responsabilizar a China de la pandemia de Covid-19.
A esta guerra de propaganda masiva contra la potencia asiática, se incorpora un nuevo round de la guerra comercial promovida por Trump para perjudicar a la empresa Huawei y sus prometedores avances en la tecnología 5G.
En los últimos tiempos, China ha elevado sus inversiones económicas en Israel, transformándose en su segundo socio comercial después de Estados Unidos. Washington ve esta situación como una amenaza a sus intereses.
Así lo demostró a través de una advertencia enviada al gobierno israelí el pasado 9 de mayo, donde mostraba su preocupación por “una empresa china que licita la construcción de la planta de desalinización más grande del mundo, que estará en Kibbutz Palmachim”.
Esta planta lleva el nombre de Sorek y es el proyecto más importante entre China e Israel. Está a cargo de la compañía israelí Hutchinson, una filial de la compañía china Hutchinson, con sede en Hong Kong.
Según funcionarios israelíes, “los estadounidenses han estado enviando mensajes con delicadeza y cortesía, pero obviamente quieren que reexaminemos la participación de la compañía china en la licitación”.
El 13 de mayo, el secretario de Estado, Mike Pompeo, realizó una visita oficial a Israel, donde aprovechó para condenar las inversiones chinas tildándolas como “amenazadoras”.
En una entrevista concedida al medio Kan News, Pompeo afirmó:
“Nos preocupan las inversiones chinas en todo el mundo. No nos preocupa cuándo se presentan para operar como una entidad comercial normal, sino cuando llegan de una manera que tiene una dimensión política, cuando es una empresa estatal o es una entidad que tiene una mala reputación (…) Y entonces hablé con el primer ministro (israelí) sobre estos temas”.
El secretario de Estado elevó su tono amenazante:
“No queremos que el Partido Comunista Chino tenga acceso a la infraestructura israelí, los sistemas de comunicación israelíes, todo lo que pone en riesgo a los ciudadanos israelíes y, a su vez, pone en riesgo la capacidad de Estados Unidos de trabajar junto a Israel en proyectos importantes. Creemos que estos riesgos son muy reales, y compartimos con ellos información al respecto para que puedan tomar buenas decisiones por sí mismos”.
La embajada china en Israel a cargo de Du Wei respondió rápidamente a los comentarios de Pompeo, condenando su hipótesis de que las inversiones chinas colocarían en riesgo la seguridad de la infraestructura de Israel.
En el comunicado oficial, la embajada destacó lo siguiente según una reseña del medio Haaretz:
“Confiamos en que los amigos judíos no solo puedan vencer al coronavirus sino también al virus político y elegir el curso de acción que mejor sirva a sus intereses”.
La muerte de Du Wei se enmarca en el aumento de las fricciones entre China y Estados Unidos, signadas por una creciente confrontación por el liderato tecnológico y comercial a nivel global.