Un informe del Centro Brennan para la Justicia de la Facultad de Derecho de la Universidad de Nueva York reveló cómo el Departamento de Defensa de Estados Unidos (DoD) desplegó tropas de forma encubierta y libró guerras secretas usando como justificación la guerra contra el terrorismo luego del 11S.

Entre las naciones de Asia Occidental afectadas por estas llamadas "autoridades de cooperación en seguridad" se encuentran Líbano, Irak, Siria y Yemen; sin embargo, también incluyen muchas naciones africanas y latinoamericanas.

Estas autoridades fueron aprobadas por el Congreso de los Estados Unidos luego de los ataques del 11 de septiembre y son una continuación de la Autorización para el Uso de la Fuerza Militar (AUMF, sus siglas en inglés) de 2001, una ley que ha sido ampliada por cuatro gobiernos sucesivos. El objetivo era perseguir a los terroristas, pero aún no se sabe a cuáles.

¿Qué incluye? La Sección 333 autoriza al ejército estadounidense a "entrenar y equipar fuerzas extranjeras en cualquier parte del mundo", mientras que la Sección 127e autoriza al Pentágono a "brindar apoyo a fuerzas extranjeras, paramilitares y particulares que a su vez apoyan las operaciones antiterroristas de Estados Unidos".

La ambigüedad de estas leyes ha sido usada para llevar la guerra a aquellos países considerados "hostiles", pero en realidad hostil es todo aquel país que se considere autónomo a los designios imperiales.

"Investigadores y reporteros descubrieron programas de la Sección 127e no solo en Afganistán e Irak, sino también en Camerún, Egipto, Kenia, Líbano, Libia, Malí, Mauritania, Níger, Nigeria, Somalia, Siria, Túnez y Yemen", destaca el informe, reseña The Cradle. 

Un ejemplo inmediato de la aplicación ambigua de esta ley se puede ver en Siria. Las tropas estadounidenses ocuparon el país árabe para supuestamente combatir a los terroristas y lo que han hecho es saquear el petróleo sirio.