En cada elección presidencial en tiempos del chavismo aparece la misma oferta engañosa de la oposición para intentar capitalizar el poder: "Distribuir la renta petrolera equitativamente entre los todos los venezolanos". 

Todas estas propuestas tienen algo en común: una solución mágica para combatir la pobreza con la asignación de recursos provenientes de la empresa petrolera. El otro común denominador es que ninguno de los que ha lanzado las propuestas absurdas ha especificado a ciencia cierta cómo lo hará. 

Uno de los grandes pioneros fue el candidato opositor Manuel Rosales en 2006. En plena campaña empezó entregar la tarjeta "Mi Negra", dispositivo bancario donde supuestamente depositarían la parte de la renta petrolera que le corresponde a cada venezolano por derecho, sin el tamiz del Estado, inmediatamente después de ganar la Presidencia. La victoria nunca fue y actualmente las tarjetas "Mi Negra" se venden en MercadoLibre como un recuerdo pintoresco de nuestra política.

Luego de varias derrotas, la propuesta fue revivida en 2018 por el candidato Henri Falcón. Este fue un paso más allá y su "Tarjeta solidaria" iba a entregar las asignaciones en dólares. Su asesor económico Francisco Rodríguez salió al paso a las críticas y dijo que no era una propuesta populista, sino un "recurso técnico" para mejorar la situación económica en el país. 

Todo parece indicar que la propuesta será nuevamente desempolvada y presentada como la última innovación. El precandidato opositor Antonio Ecarri, presidente de Alianza del Lápiz, presentó el plan electoral "Mi Barril, Renta Petrolera Dolarizada", un plan que busca beneficiar a todos los venezolanos para hacerlos "más productivos" y "superen la pobreza".

"Presentamos 'Mi Barril' que va a permitir que a los venezolanos les llegue, de manera directa, fondos, dinero. No es ninguna propuesta demagógica; es la oportunidad de darle un empujón a la gente con la reserva petrolera de Venezuela, aseveró durante la presentación".

El político antichavista no toma en cuenta que el país atraviesa un bloqueo criminal, sobre todo a la industria petrolera. Pero suponemos que son detalles que no son muy importantes al momento de ofrecer "soluciones para el país".