El pasado 10 de agosto el Director de Inteligencia Nacional, Evril D. Haynes, dio a conocer la Estrategia Nacional de Inteligencia (NIS) para 2023. En ella se establecen los parámetros en esa materia para los próximos cuatro años.

La concepción de la comunidad de inteligencia encarna los valores de Estados Unidos y busca la evolución en el ámbito de la información y superioridad tecnológica para lograr un mejor desempeño en la defensa de la infraestructuras críticas nacionales y la de sus aliados.

A continuación, los objetivos esbozados que reflejan elementos claves del entorno estratégico actual:

• Posicionar la comunidad de inteligencia para mejorar la competencia estratégica: esto incluye mejorar "la capacidad de proporcionar información oportuna y precisa sobre las intenciones, capacidades y acciones de los competidores mediante el reforzamiento de los conocimientos lingüísticos, técnicos y culturales, y la utilización de fuentes abiertas, 'big data', inteligencia artificial y análisis avanzados".
• Reclutar, desarrollar y retener una fuerza laboral talentosa y diversa que trabaje como una sola. "La comunidad debe superar los antiguos retos culturales, estructurales, burocráticos, técnicos y de seguridad para redefinir y ofrecer el personal del futuro".
• Proporcionar soluciones escalables interoperables e innovadoras: para ello, la comunidad de inteligencia debe establecer "autoridades de adquisición únicas, sistemas de requisición centralizados y un sistema de contratación para toda la comunidad, todo ello apoyado por herramientas de automatización.
• Diversificar, ampliar y reforzar las cooperaciones: "Mientras seguimos invirtiendo en las asociaciones existentes, un conjunto cambiante de retos —desde los ciberataques y el cambio climático hasta las pandemias y la influencia maligna extranjera— también requiere invertir en asociaciones nuevas y más diversas, especialmente con actores no estatales y subnacionales.
• Aumentar la resiliencia: esto incluye incrementar el papel de la comunidad de inteligencia en la protección de las infraestructuras críticas para mejorar la alerta temprana, lo que puede proporcionar una "recuperación y respuesta" más sólidas, así como "ampliar su papel en la comprensión de las amenazas y vulnerabilidades de la cadena de suministro y ayudar a mitigar las amenazas a las infraestructuras de los socios gubernamentales e industriales".

Si bien no parece haber ninguna novedad, el comunicado enfatiza que sus competidores y, por tanto, sus enemigos son China y Rusia, ubicando al país asiático como mayor amenaza en términos tecnológicos y a Moscú como un peligro para el orden de seguridad regional en Europa y Eurasia.