Congresistas colombianos están pidiendo al gobierno de Iván Duque que “proteja a Monómeros”, el segundo activo más importante de Venezuela en el exterior, ubicado en Colombia.
El representante a la Cámara por el Atlántico, Cesar Lorduy, planteó que el Estado colombiano expropie la empresa o se la venda a inversionistas privados, con el fin de impedir que Venezuela la recupere.
#Tablazo Congresistas de #Colombia piden a su gobierno “tomar cartas en el asunto” y no permitir que Venezuela retome control de #Monomeros robada por la #bandaGuaidó. El parlamentario César Lorduy dijo que el Estado debe expropiarla o “venderla” a inversionistas privados. pic.twitter.com/1ZiFG2vRkW
— La Tabla (@latablablog) September 1, 2021
El caso de Monómeros entró en la agenda del diálogo en México cuando el presidente Nicolás Maduro propuso a los agroproductores venezolanos elaborar y firmar un documento para que Jorge Rodríguez, presidente de la Asamblea Nacional, solicite en las negociaciones el retorno de la empresa a su dueño, Pequiven.
Las razones por las que Colombia querría impedir esta devolución legítima son varias. Esta compañía produce fertilizantes necesarios para el sector agropecuario, con una capacidad de producción de 1,3 millones de toneladas de sustancias orgánicas e inorgánicas para la siembra a gran escala.
“La producción de fertilizantes en Colombia no puede estar sujeta a intereses personales de políticos venezolanos”, dijo Lorduy, quien pertenece al partido Cambio Radical y apoyó a Álvaro Uribe hasta 2009.
Por su parte, el presidente de la Cámara de Comercio de Barranquilla, Manuel Fernández, resaltó que Monómeros representa el 88% del sector fertilizantes en el departamento del Atlántico, abastece el 50% del mercado nacional y es la empresa número 15 en tamaño y la 17 en ventas de esa región.
Aunque los congresistas no lo mencionaran, Monómeros también es estratégico para el narcoestado colombiano. Según investigaciones de los actos de corrupción de Juan Guaidó y su equipo, la compañía venezolana habría aumentado la producción de urea, un fertilizante con varios usos en la elaboración de cocaína, y se estaría suministrando a cárteles del narcotráfico en el país vecino.