China está dominando el mercado petrolero mundial en la medida en que sus reservas estratégicas han superado las de Estados Unidos. Esto se debe principalmente a que el país asiático ha adquirido enormes reservas de crudo rentable proveniente de Rusia.

Que dicho indicador supere el de Estados Unidos hace que la supremacía energética mundial se incline a favor de China. Contrario a este panorama, los estadounidenses han desinvertido más de 180 millones de barriles de su Reserva Estratégica de Petróleo (SPR) para ejercer influencia en el mercado y hacer bajar los precios del crudo.

El resultado de esta táctica, que ya ha aplicado en el pasado, es que actualmente tiene los niveles más bajos de reservas estratégicas en cuatro décadas, lo que genera incertidumbre sobre su capacidad para reponer sustancialmente la SPR en el futuro previsible.

Sin duda alguna, como era de esperarse, las consecuencias de este cambio hegemónico serán visibles. Los expertos prevén que China podría reducir sus adquisiciones de petróleo para almacenamiento, lo que presagia un impacto significativo en el mercado mundial a medida en que el país asuma un papel más influyente.

Ya desde el año pasado se auguraba que esto podría pasar porque las importaciones de petróleo crudo de China desde Rusia se habían disparado en 55% interanual hasta un nivel récord en mayo, lo que desplazó a Arabia Saudita como el principal proveedor, mientras las refinerías sacaban provecho de los suministros descontados en medio de las sanciones a Moscú tras la guerra en Ucrania.